viernes, 16 de agosto de 2013

Oxitociana y autismo

 

Un estudio publicado en la revista Nature encontró que la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, ayuda a enfocar la atención a diferentes estímulos e ignorar otros menos importantes.
El descubrimiento ayudaría a entender por qué a las personas con autismo se les dificulta comprender las emociones de otros, y se distraen fácilmente con estímulos ambientales.
Investigaciones anteriores hallaron que los niños con autismo tienen bajos niveles de oxitocina en el cerebro. Esta hormona cumple un importante papel en la formación de vínculos de tipo social, afectivo y parental.
Los investigadores se basaron en estudios previos que describen cómo actúa la oxitocina en el hipocampo cerebral.
La hormona estimula un tipo de células nerviosas, llamadas interneuronas inhibidoras, para que secreten un químico llamado GABA. Esta sustancia disminuye la actividad de otras neuronas cercanas, llamadas células piramidales.
La activación continua de las interneuronas hace que se fatiguen y secreten menos GABA. Al haber menos de este químico, las células piramidales se activan en presencia de estímulos importantes.
Según los investigadores, aunque estos hallazgos no prometen la aparición de una terapia para el autismo, sí revelan la relación entre una hormona de origen natural y esta condición.

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