Otra manifestación es la capacidad de ofrecer respuestas antes hechos nuevos, trabajar en equipo para soslayar un problema al que hasta ahora no se habían enfrentado o pasar la prueba del espejo y reconocerse ante él.
Hasta hace bien poco, se consideraba al chimpancé —en clave de inteligencia— como el primo más cercano a nosotros, y se le reconocía la capacidad de valerse de herramientas para conseguir sus fines. Al igual que estos simios, se conocía la habilidad de determinadas aves para utilizar ramas, palos o piedras para ayudarse a conseguir comida. Pero esta circunstancia siempre se daba en sus hábitats naturales.
Ahora bien, una cosa es el uso de una herramienta y otra muy diferente saber diseñar una, y en esta carrera por igualarse a los humanos, los cuervos se están llevando la palma. Ave de leyenda y mágica, su figura se ha asociado tradicionalmente a la inteligencia. La biología está demostrando que no está tan lejos el imaginario popular de la realidad.
Esa capacidad de realizar conexiones lógicas la demostró Betty,
un cuervo de Nueva Caledonia, que dejó claro en un experimento que esta
especie es capaz de ingeniárselas para dar forma de gancho a un alambre
(un material totalmente desconocido para ella) y con él conseguir
alimentos que estaban en el fondo de un tubo de ensayo.
Pero lo verdaderamente asombroso es que Betty repitió
este experimento varias veces y en cada ocasión construyó el gancho de
manera diferente: unas veces haciendo palanca desde distintos puntos de
su jaula, otras insertando un extremo del alambre en una grieta y
utilizando el pico para darle forma.
Es decir, no repitió algo
que le había funcionado antes, sino que mostró tener idea de una
representación final del objeto que quiere construir. Es decir, poseer
una capacidad que en términos humamos se podría definir como
razonamiento: entendió un concepto y que existen diferentes caminos para
llegar a él.
La capacidad a los animales del uso de herramientas
se achacaba a su capacidad de observación y a repetir actos que por azar
o aprendizaje se habían demostrado eficaces, pero nunca a un proceso de
pensamiento lógico.
Si los animales
(determinadas especies) están mostrando una capacidad de evolución que
les están acercando a los humanos, quién sabe si ante la machacona
tendencia que tenemos hacia la destrucción del planeta no estaremos en
la antesala de una auténtica revolución que haga que la ficción que se
narra en El Planeta de los Simios se convierta en realidad y que quedemos relegados, en un tiempo no demasiado futuro, por los córvidos a tener un papel secundario en la Tierra.
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