Australopithecus sediba se llama el homínido de dos millones de años que posee una mezcla de rasgos de humanos y simios.
Un mosaico de rasgos de humanos y simios es lo que un grupo internacional de investigadores ha descubierto en el "Australopithecus sediba", el homínido de hace dos millones de años descubierto en Sudáfrica y del que se dispone la mejor colección de restos fósiles.
Los estudios realizados a estos huesos fueron publicados por la revista Science, donde el paleontólogo del Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwaterstrand de Johanesburgo, Lee Berger, señaló que las investigaciones de los fósiles permite "una penetración sin precedentes en la anatomía y la posición filogenética de uno de los primeros antepasados del hombre".
Entre los descubrimientos realizados hasta ahora destacan que la pelvis, las manos y los dientes son distintivos de los humanos, mientas que los pies se asemejan a los de los chimpancés.
"Cuando observas a un Australopithecus sediba de la cabeza a los pies, te encuentras con un conjunto que es muy diferente de cualquier cosa que hayamos podido ver o predecir hasta ahora", agrega Berger.
El experto indica que estos restos fósiles permite a la ciencia acercarse cada vez más al "eslabón perdido", aquella criatura intensamente buscada por ser el trampolín evolutivo entre los simios y los humanos que dio origen al hombre.
El análisis de las extremidades inferiores indican que el "Australopithecus sediba" tenía una forma única de de caminar, mezcla entre chimpancé y humanos modernos, con lo que podía desplazarse erguido o trepar los árboles como lo hacen los simios.
Según indica la publicación, los resultados de los estudios ubican inequívocamente a esta extraña criatura dentro de la línea evolutiva de Homo, género que incluye al hombre.
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