Un equipo de investigadores en la Universidad McGill ha comprobado por primera vez que las personas a las que les gusta experimentar sensaciones nuevas disfrutan de una "respuesta al placebo" más fuerte, o sea un mayor alivio del dolor conseguido por la administración de un tratamiento falso, que los sujetos sin esos rasgos de personalidad y que son de carácter reservado.
A raíz de los resultados del estudio, los investigadores lanzan la hipótesis de que la anticipación del alivio del dolor, un alivio en este caso activado por la administración de un placebo, es un caso especial de anticipación de lo que en psicología se conoce como "recompensa". Dado que la dopamina es un neurotransmisor importante en el funcionamiento del así llamado "circuito de recompensa", los rasgos de personalidad vinculados a la dopamina, como por ejemplo el gusto por experimentar sensaciones nuevas, fueron estudiados.
Petra Schweinhardt, investigadora en el Centro Alan Edwards para la Investigación del Dolor, de las Facultades de Odontología y Medicina de la Universidad McGill, y sus colegas, probaron las reacciones de 22 varones sanos inyectándoles una solución salina que inducía el dolor en sus piernas izquierda y derecha durante veinte minutos. Antes de comenzar el experimento, dijeron a los participantes que el equipo de investigación estaba probando una crema analgésica experimental, la cual en realidad era sólo loción para la piel. Los investigadores dijeron entonces a los participantes que probarían en una pierna el tratamiento y en la otra una loción no medicinal.
Los científicos pidieron a los participantes que tasaran su dolor para ambas pruebas. No todos los sujetos de estudio afirmaron sentir alivio con el placebo. Quienes creyeron sentirlo fueron los que obtuvieron una puntuación mayor en los tests para medir los rasgos de personalidad asociados al gusto por las sensaciones nuevas.
El otro componente de la investigación fue la monitorización del estriado ventral, una región cerebral importante para el circuito de recompensa. Mediante Resonancia Magnética se examinó a todos los sujetos, hallándose una relación entre la respuesta al placebo, los rasgos de la personalidad y las cantidades de materia gris en esa región particular del cerebro.
El estudio por tanto revela un claro vínculo entre estos rasgos de personalidad y el efecto placebo en la percepción del dolor físico.