viernes, 22 de febrero de 2013

Depresión en chimpancés

Después de vivir encerrados en un laboratorio, siendo partícipes de múltiples experimentos médicos, los chimpancés no pueden regresar a una vida normal una vez dados de alta. La mayoría sufren de depresión y traumatismo y son incapaces de relacionarse con los demás miembros de su especie.
Debido a que compartimos el 99% de nuestro ADN con los chimpancés, estos animales sirven como ideales modelos de humanos en la investigación médica. Su similitud genética significa que pueden contraer casi todas las enfermedades que afectan a las personas hoy en día. Han sido utilizados principalmente en la elaboración de vacunas y tratamientos como la de hepatitis A, B y el SIDA.
Alrededor de mil chimpancés se encuentran actualmente en laboratorios, tanto privados como gubernamentales, tan solo en Estados Unidos. Una vez servida su sentencia, la mayoría son liberados en santuarios. Muchos de ellos, tras 10 o 15 años de encierro. Solitarios, apáticos y con varios trastornos mentales, no pueden resumir una vida social sana.
Afortunadamente para los chimpancés, un nuevo estudio apunta hacia los antidepresivos como una posible solución a la vida tras el laboratorio. Godelieve Kranendonk del Centro de Rescate para Animales Exóticos y  Martin Bruene, psiquiatra de la Universidad de Bochum en Alemania, han administrado a cinco chimpancés dosis de SSRI (inhibidores selectivos de recaptación de serotonina) con excelentes resultados.
Después de 6 a 8 semanas, los chimpancés recobraron su vitalidad y empezaron a interactuar y jugar con otros simios. Conforme presentaban un comportamiento normal, el medicamento se suspendió gradualmente. Más allá de ser físicamente similares, nuestros parientes también comparten respuestas emocionales y psicológicas.

El estrés tóxico afecta el desarrollo de los niños

Un reciente estudio publicado por la Academia Americana de Pediatría define la existencia de tres tipos de respuestas al estrés (positiva, tolerable y tóxica) como efectos de los sistemas del cuerpo a la reacción a un evento estresante o la experiencia misma. La investigación se refiere específicamente a la respuesta tóxica que afecta a los niños y que tiene efectos negativos sobre el aprendizaje, la conducta y la salud.
El informe destaca que aprender a lidiar con la adversidad es parte importante del desarrollo de los niños sanos, pero cuando su organismo se ve amenazado, se prepara para una respuesta aumentando las hormonas de frecuencia cardíaca, presión arterial y estrés, como el cortisol.
El estrés tóxico ocurre cuando un niño afronta, sin apoyo adecuado de un adulto, una frecuente, fuerte y prolongada adversidad, como el abuso físico o emocional, exposición a la violencia, cargas acumuladas de problemas económicos familiares, etc. Este tipo de activación prolongada de los sistemas de respuesta al estrés puede perturbar el desarrollo del cerebro, debilitar otros sistemas de órganos y aumentar el riesgo de enfermedades y deterioro cognitivo en la edad adulta, como trastornos cardíacos, diabetes, abuso de sustancias y depresión.

jueves, 21 de febrero de 2013

Entrevista a David Geary




Entrevista que se la hizo al autor del libro el origen de la mente, David Geary.

1.-¿Qué tenemos en común con los otros primates, en qué somos únicos?

Bueno, eso depende de a qué especies de primates te refieras. En general, sin embargo, nuestra sociabilidad nos hace similares a la mayoría de los otros primates. Las cuestiones más interesantes son las de nuestra singularidad y su por qué. Entre otros rasgos, nuestros cerebros tienen, al menos, 3 veces el tamaño del cerebro de nuestros parientes más cercanos; nuestro período de desarrollo es aproximadamente el doble de largo; los hombres a menudo invierten fuertemente en los niños; tenemos familias y puede haber relaciones a largo plazo entre los cónyuges (aunque esto varía según las culturas); las mujeres han ocultado (más o menos) la ovulación y la menopausia; hemos creado sofisticadas culturas y transmitimos información a través de las generaciones.

2.- Usted rechaza, en su libro sobre la evolución de la mente, la idea de un cerebro estrictamente modular, pero tampoco se deja seducir por la idea de un cerebro con capacidades generales. ¿Cómo se expresan los genes en el desarrollo del cerebro para moldear la mente humana? ¿qué es más innato y qué más ambiental en nuestras capacidades y cualidades (personalidad, inteligencia, emotividad, sociabilidad, ...etc)?


Creo que el cerebro humano es una mezcla de lo que yo llamo módulos laxos-con limitaciones inherentes a los tipos de información que procesan, pero modificables dentro de estos límites- y sistemas evolucionados que pueden actuar sobre estos módulos y modificarlos o unirlos en formas únicas. Esta es la inteligencia fluida general. Por lo tanto, tenemos predisposiciones atencionales y cognitivas innatas y sistemas cerebrales subyacentes que nos permiten procesar los rostros, los gestos, el movimiento biológico natural, entre muchas otras cosas. También tenemos la capacidad de aprender a discriminar a una persona de otra, reunir conocimiento acerca de sus personalidades, gustos, aversiones, cómo piensan y así sucesivamente. Las limitaciones implícitamente dirigen nuestra atención a lo que es importante en nuestro mundo - o al menos a aquello que lo era en el mundo en el que los sistemas evolucionaron – y resultan en categorías básicas de conocimientos organizados sobre las personas, otras especies utilizadas como alimento y medicina, y el mundo físico (por ejemplo, para construir un refugio, definir un territorio de caza).

Sin embargo, las dinámicas sociales y ecológicas en la que los seres humanos viven sus vidas no son enteramente predecibles. Esta variación a través de las generaciones y durante la vida de cada individuo, premia la flexibilidad, el potencial de nuestros módulos laxos de ser modificados. Todos procesamos rostros -un sistema inherente-, pero reconocemos diferentes caras porque hemos estado expuestos a diferentes personas. Esta plasticidad es también evolucionada. Esta plasticidad, de nuevo con limitaciones, se encuentra también en nuestra personalidad y sensibilidad emocional. En mi libro propongo una teoría de cómo funciona todo esto y cómo se relaciona con la inteligencia y el mundo moderno. Está muy bien y es correcto decir que se trata de una combinación de biología y experiencia, pero el progreso depende de nuestra comprensión de cómo se produce esta mezcla y la razón por la que se puede producir en diferentes personas en diferentes grados.

3.- ¿Cómo se procesan las matemáticas en el cerebro? ¿Qué papel juega el lenguaje en ellas? ¿No medimos, en general, más por aproximación que de forma exacta?

Las matemáticas son un gran campo científico y gran parte de ellas debe enseñarse en el colegio. Las habilidades más sustentadas en la biología parecen incluir un sentido (aproximado) de la magnitud y la cantidad, el uso de algunas pocas palabras para contar conjuntos pequeños, y un sentido intuitivo de suma y resta. Las palabras para los números son una de las más tempranas influencias del lenguaje, pero la extensión de estas varía de unas culturas a otras, y probablemente no se extienden más allá del tres sin alguna educación formal o informal (por ejemplo, cuando los padres enseñan a sus hijos a decir los números).

4.- ¿Qué presiones ecológicas y sociales diría que están en la base del aumento de cerebro a lo largo de la hominización? ¿Son nuestra consciencia y nuestra inteligencia un resultado del maquiavelismo social, de un contexto natural que exigía nuevas habilidades, de ambas cosas o de alguna otra? ¿Pudo la selección sexual, aparte de la natural, jugar algún papel relevante en el aumento de nuestras capacidades cognitivas?
Me gusta el modelo de Richard Alexander de un dominio ecológico seguido de un ascenso progresivo de la competición social. En otras palabras, las presiones ecológicas -búsqueda de comida, refugio, evitar la depredación- fueron relativamente más importantes a principios de nuestra evolución. Según nuestros antepasados fueron siendo mejores en el uso de herramientas, del fuego para cocinar, y la creación de refugios, estas presiones se volvieron menos importantes. Una de las consecuencias es la reducción de la mortalidad infantil y el crecimiento de la población. Esto último se traduce en un más rápido agotamiento de los recursos ecológicos per cápita y una más intensa competencia social por su control. Creo que nuestra consciencia -consciencia de uno mismo como ser social- evolucionó como resultado de esta competencia social. He expuesto un modelo bastante detallado de esto en “El Origen de la Mente”.

La intensa competencia social, incluida la selección sexual (por ejemplo, la guerra de los hombres y las agresiones en coalición), creará presiones en favor de la evolución de un más grande, flexible y sofisticado cerebro, como vemos en los seres humanos, pero de diferentes formas para mujeres que para hombres. Expongo algunas de estas formas en el libro “Hombres, Mujeres” y proporcionaré mucho mayor detalle y elaboración en la próxima edición (que está casi terminada). Una de las cosas más interesantes de las personas es que los hombres y las mujeres son bastante similares en términos de inteligencia fluida, pero difieren en algunos de sus módulos laxos (por ejemplo, el procesamiento de rostros o la evaluación de distancias en la navegación).

5.- ¿Qué papel atribuye al lenguaje en la consciencia y en la autoconciencia?
El lenguaje resulta útil en la medida en que nos permite etiquetarnos a nosotros mismos (por ejemplo, soy tímido, seguro de mí mismo...) y describir nuestras experiencias, pero en la consciencia y la autoconsciencia parecen participar áreas del cerebro diferentes a la que produce el lenguaje.

6.- ¿Es la inteligencia algo reducible a un coeficiente (g)? ¿cree que existen, como postuló 
Gardner, inteligencias múltiples como formas distintas de adaptación biológica generadoras de diversidad dentro de la especie?

La inteligencia general fluida- la capacidad de centrar la atención, inhibirse de las distracciones, y tratar con múltiples piezas de información de forma lógica - es importante para hacer frente a (y aprender de) las cosas evolutivamente nuevas, como son en gran parte las matemáticas modernas. Como ya he señalado, también tenemos un sistema de módulos laxos que nos hacen inteligentes de otras maneras, por ejemplo, en nuestras intuiciones sobre los demás y la habilidad para tratar con ellos. A medida que las sociedades se hacen más complejas y la base del conocimiento está más lejos de la del mundo de nuestros antepasados, no obstante, la inteligencia fluida se hace más importante.

7.- ¿Está la mente humana preparada para los retos que impone una sociedad tan compleja como la que hemos creado? ¿no conserva nuestra mente patrones de comportamiento y entendimiento que fueron adaptativos en el pasado evolutivo y que hoy pueden ser negativos para la convivencia y la supervivencia?
Algunas mentes están más preparadas que otras. Aquellos que sean lo suficientemente afortunados para tener niveles comparativamente altos de inteligencia fluida pueden adaptarse más fácilmente que los demás. Estas mentes más brillantes pueden asimismo crear innovaciones, como internet, que hacen la vida más fácil para el resto de nosotros. Las tecnologías son cada vez más fáciles de utilizar -esto es, la gente inteligente las diseña mejor- porque sus interfaces son cada vez más similares a cómo los seres humanos procesan y piensan la información.

Claro, la sobreabundancia de alimentos en las sociedades modernas hace más difícil mantenerse en forma y con un peso saludable. Si tuviéramos que pasar cinco horas al día de caza o recolectando, estaríamos todos más sanos, aunque seríamos menos productivos en el trabajo. Sentarse en las aulas y aprender cosas que nuestros antepasados ni siquiera soñaron es también difícil, pero necesario para vivir en el mundo moderno.

8.- ¿Qué importancia atribuye a la cultura en nuestro pensamiento?
La cultura es un sistema compartido de creencias e ideas que se transmite de una generación a la siguiente. Estas ideologías promueven una amplia cooperación y nos permiten crear una división del trabajo, especializarnos y, por tanto, mejorar en lo que hacemos, entre otras cosas. Sin la innovación cultural de las escuelas, no nos sería posible comunicarnos a través de la lectura y la escritura. Lograr una mejor comprensión de la interrelación entre las predisposiciones evolucionadas y la innovación cultural es uno de los próximos grandes retos para la siguiente generación de psicólogos evolucionistas.