viernes, 11 de junio de 2010

EL EFECTO DE PERDER POR POCO EN LOS LUDOPATAS

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Psicología
Viernes, 11 de Junio de 2010 08:08
Una nueva investigación desvela que el cerebro de los ludópatas (adictos al juego) reacciona más intensamente ante la situación de perder por poco que el de los jugadores normales (no adictos al juego). El hallazgo podría ayudar a explicar por qué los ludópatas siguen apostando dinero a pesar de seguir perdiendo.

Foto: U. Cambridge
En el estudio se escaneó el cerebro de 20 jugadores usando resonancia magnética funcional por imágenes mientras jugaban con una máquina tragamonedas computerizada. Los hábitos de juego de los participantes variaban desde los normales hasta la adicción severa al juego.

El Dr. Luke Clark, de la Universidad de Cambridge e investigador principal del estudio, comprobó que las partes del cerebro implicadas en el circuito de recompensa, es decir los centros de dopamina, estuvieron más activos en los ludópatas que en los jugadores ocasionales.

Durante el experimento, los voluntarios jugaban con una máquina tragamonedas computerizada de dos ruedas giratorias de iconos, y ganaban 50 peniques cuando coincidían dos de ellos. La no coincidencia de iconos implicaba perder, pero cuando las ruedas se detenían a un icono de coincidir, el hecho se consideraba "perder por poco".

El Dr. Clark descubrió que cuando se perdía por poco, se activaban las mismas vías cerebrales que cuando se ganaba, a pesar de que no se obtenía un premio económico real, y que esta reacción era más fuerte en los jugadores que tenían más síntomas de adicción al juego.

Los resultados de este estudio sugieren que el perder por poco puede provocar una respuesta de dopamina en los jugadores más adictos, a pesar de no ganar un premio económico real. Si estos subidones de dopamina promueven la conducta adictiva, esto podría ayudar a explicar por qué a los adictos al juego les resulta tan difícil abandonar su adicción.

La dopamina, un neurotransmisor, desempeña un papel importante en señalizar "recompensas" como el dinero o la comida que nos resulta muy sabrosa, y el sistema de la dopamina está también implicado en el mecanismo de la drogadicción.
Scitech News

¿PUEDEN LAS VOCES DE LOS SERES QUERIDOS AYUDAR A ALGUIEN A DESPERTAR DEL COMA?


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Neurología
Viernes, 11 de Junio de 2010 15:12
La voz de Karen Schroeder, grabada en un CD, le comentaba a su hijo Ryan, en coma, anécdotas de la infancia de él. Las grabaciones de la madre, u otras del padre o de la hermana de Ryan, le eran reproducidas a éste mediante auriculares cuatro veces al día. La familia participó en un nuevo ensayo clínico encaminado a averiguar si la estimulación repetida con voces familiares puede ayudar a reparar las redes cerebrales dañadas de un paciente en coma y promover su recuperación.
En Enero de 2009, Ryan, un estudiante universitario de 21 años, de Huntley, Illinois, quedó en coma después de salir arrojado fuera de su moto de nieve e impactar contra un árbol, durante una tormenta de hielo. Sufrió una lesión cerebral traumática; diversas fibras de su cerebro quedaron retorcidas y estiradas por culpa del brutal golpe.

Afortunadamente, Ryan recuperó la consciencia después de aproximadamente un mes sometido al tratamiento experimental, y ha tenido un progreso constante desde entonces. Los investigadores, sin embargo, no sabrán con certeza si la terapia ayudó a su recuperación hasta que termine el estudio.

El ensayo clínico lo dirige la Dra. Theresa Pape, de la Escuela Feinberg de Medicina, dependiente de la Universidad del Noroeste, e investigadora del Hospital Hines. Esta línea de investigación puede resultar útil para personas como Ryan.

"Las lesiones cerebrales traumáticas son un gran problema en nuestra sociedad", subraya Pape. "Cada 21 segundos, alguien sufre una nueva lesión en la cabeza, y de esas lesiones cerca de un tercio serán severas".

La causa más común de lesiones cerebrales severas en la población civil son los accidentes de tráfico.

Pape espera que el estudio proporcione una respuesta a la angustiante pregunta que se hacen los familiares cuando un ser querido está en coma: "¿Puede escucharme?". Ella está especialmente interesada en conocer si estas voces de los seres queridos pueden promover de algún modo la reparación del cerebro y lograr así que el paciente reanude sus funciones paralizadas.

La hipótesis de Pape es que la exposición repetida a voces familiares podría ayudar a reparar las redes neurales del cerebro, algunas de las cuales quedan dañadas en una lesión cerebral traumática. En un pequeño estudio piloto realizado anteriormente, Pape observó que los sujetos en estado vegetativo reaccionaban neurológicamente con más intensidad ante las voces de personas que les eran familiares que ante las de otras personas.

Un escaneo mediante Resonancia Magnética por imágenes mostró que cuando esos sujetos escuchaban voces de miembros de su familia, se activaban con notable intensidad ciertas partes de su cerebro, mostrándose ello como la formación de brillantes manchas rojas y amarillas. Con las voces de desconocidos, la activación era escasa.
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