Los fósiles de Atapuerca revelan un nuevo modelo en la evolución del cuerpo humano: más corpulentos pero con menos cerebro.
Un equipo de investigadores de diversos centros españoles, liderados por el Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos (España) ha examinado los fósiles de la Sima de los Huesos en el yacimiento de la Sierra de Atapuerca,añadiendo un nuevo modelo en la evolución del cuerpo humano, estableciéndose por tanto cuatro fases o etapas evolutivas.
Los científicos han analizado al detalle los fósiles -que son muchos- del esqueleto postcraneal (del cuello para abajo), datados en unos 430.000 añosy recuperados durante los últimos 20 años en este conocido yacimiento. Los resultados han posibilitado el establecimiento de cuatro grandes patrones sucesivos en nuestra evolución.
Las cuatro etapas en la evolución del cuerpo humano quedarían de la siguiente forma: primero, los ardipitecos (arborícola y ocasionalmente bípedo); luego, los australopitecos (bípedo pero con innegables capacidades arbóreas); posteriormente, la del humano “arcaico”(como el Homo erectus, ancho, robusto y con locomoción exclusivamente terrestre); y, por último, elhumano moderno (alto, estrecho y con esqueleto grácil).
“Se ha realizado una investigación global del esqueleto (forma del cuerpo, peso, altura, dimorfismo del tamaño corporal) y un análisis detallado de cada parte anatómica para poder establecer la evolución de la forma del cuerpo en el género Homo que ahora se propone”, explica Carlos Lorenzo, coautor del estudio.
Según el estudio, que ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los humanos de la Sima de los Huesos eran relativamente altos (1,63 metros) y con cuerpo musculoso y ancho (con un peso medio de 69-70 kgs) pero con menos masa cerebral que losneandertales.