Este es un espacio para compartir unas serie de temas sobre las ciencias cognitivas y áreas del saber relacionadas
viernes, 11 de julio de 2014
jueves, 10 de julio de 2014
Las 10 pesadillas más comunes y sus significados desde la ciencia.

Bueno, como podrás imaginar, la interpretación y explicación de las pesadillas, lejos de ser algo sencillo, implica gran controversia, subjetividad y varias otras complicaciones (no faltarán los niñitos lloriqueando y hablando de pseudociencia). Lo cierto es que se trata de una cuestión sumamente interesante y que por más dificultades que represente su estudio, desde la psicología, la neurociencia y varias ramas de la medicina, se han desarrollado numerosas investigaciones al respecto.
Sabiendo que las pesadillas son un tipo de parasomnia y una parte esencial de nuestra actividad onírica que se desarrolla en la etapa del sueño MOR (REM), que tienen una explicación tanto fisiológica como psicológica y que entre otras cosas, suelen ser concisas manifestaciones que la mente nos figura mientras dormimos ante excesos de estrés y ansiedad, hoy voy a enseñarte el significado de las pesadillas más comunes de acuerdo a las interpretaciones más habituales desde las ciencias. Échale un vistazo a esta interesante lista...
10. Soñar con desastres naturales

9. Soñar con un fallecido

8. Soñar perderse un evento importante

7. Soñar estar desnudo en público

6. Soñar que se caen los dientes

5. Soñar que nos lastiman o nos provocan una herida

4. Soñar que pierdes a tu pareja u otro ser querido

3. Soñar con estar atrapado o encerrado en un sitio

2. Soñar que nos caemos

1. Soñar que nos persiguen

Sin lugar a dudas, la mente y nuestra capacidad para soñar, así como para entender nuestros sueños e interpretarlos desde las ciencias, es un amplio y desolado terreno en el cual aún nos queda mucho por recorrer. Desde ámbitos como el la neurociencia y gracias al desarrollo de las terapias psicológicas, se ha determinado que éstas son las actividades oníricas desagradables más comunes y sus posibles explicaciones. ¿Qué opinas tú al respecto? ¿Qué otra pesadilla has tenido y cómo crees que podrías explicarla?
El tamaño del pene: que dice la ciencia.

El problema de muchos de los estudios hasta el momento es que las preguntas hacia las mujeres son directas, dificultando la espontaneidad en las decisiones, o se les pide que califiquen como atractivos o no a figuras masculinas que solo varían en el tamaño del pene. ¿Pero no es esto aislar un factor por sobre otros también importantes?
Ver también: ¿Por qué los científicos prefieren estudiar penes?
Factores que influyen en la atracción

Así puede saberse que el pene influye solamente en los hombres que ya son atractivos en otros sentidos, pero si ponemos a un hombre alto y masculino, al lado de otro bajo y sin fortaleza física, el primero siempre tendrá prevalencia, no importa el tamaño de sus miembros sexuales.
Ver también: La ciencia de una erección
Evolución y tamaño del pene

Ver también: Las 10 cosas que no sabías del sexo
El estudio tampoco establece si las mujeres los prefieren para el acto sexual en sí, sino que habla simplemente de si los hayan atractivos. Generalmente, la atracción a primera vista no suele influenciar completamente la posibilidad de coito, sino que existen otros factores, muchos de ellos establecidos en el acto mismo, o también provenientes del contexto social en que estamos inmersos.
Así que los hombres no deben preocuparse completamente, debido a que el tamaño no lo es todo para la atracción física, sino que otros factores también se ponen en juego. Dentro de las interacciones humanas, la complejidad siempre está implícita cuando se trata de preferencias.
Sexo oral y la ciencia

Por ejemplo, el experto en psicología Michael N. Pham, de la Universidad de Oakland, en Rochester, ha esbozado una teoría respecto a por qué los hombres practican sexo oral a las mujeres.
De acuerdo al estudio de Pham, el hombre lo hace para asegurarse de que la mujer no le sea infiel, siempre en el contexto de una pareja estable. Estamos de acuerdo, este estudio puede resultar un tanto polémico, pero veamos qué más tiene para decir Michael N. Pham sobr el sexo oral.
Ver también: 7 cosas sobre el sexo oral que no sabías
El estudio sobre el sexo oral y la infidelidad
Los responsables del estudio sobre infidelidad y sexo oral tomaron como referencia investigaciones previas que decían que si una mujer tiene sexo con dos hombres o más en un período breve de tiempo, el esperma de ellos competirá por reproducir el óvulo, al permanecer dentro del tracto del aparato reproductor femenino. Asimismo, tomaron en cuenta la idea de que la competencia de semen ocurre en un contexto de infidelidad.Entonces, los investigadores partieron de dos hipótesis. Una de ellas es la que mencionamos, el hombre practica cunnilingus a la mujer para minimizar el riesgo de infidelidad. Pero también se especuló con una segunda hipótesis, que luego fue descartada, y que sostenía que la capacidad de la mujer de retener el semen del hombre sería mayor si la mujer alcanza un orgasmo por sexo oral, en el período de tiempo cercano a la eyaculación del hombre. Expliquemos esto con un poco más de detalle.
Ver también: 10 interesantes curiosidades sobre el clítoris
¿El sexo oral hace más fiel a la mujer?
La segunda hipótesis que mencionamos antes sostenía que si la mujer tiene un orgasmo por cunnilingus un minuto antes de que el hombre eyacule dentro de ella–¿alguien dijo eyaculación precoz?– o en los 45 minutos posteriores, entonces tendrá una mayor capacidad de retención del esperma. De todas maneras, esta hipótesis no se sostuvo por mucho tiempo.Al volcarse por la primera hipótesis, los responsables del estudio sostuvieron que los hombres en riesgo de competencia de esperma (léase infidelidad), son más proclives a practicar sexo oral a su pareja femenina para que esta alcance el orgasmo.
Así, el estudio apunta a que el empeño del hombre en hacer que la mujer alcance el orgasmo mediante el cunnilinugs debe ser tomado como una parte de una estrategia masculina de retención de su pareja más amplia.
Ver también: 5 mitos del sexo derrumbados por la neurociencia
Pero también es bueno saber que los autores de esta investigación intentaron conocer la óptica femenina. Entonces, en un nuevo estudio, reunieron a un grupo de 200 mujeres para saber si el riesgo de infidelidad de su pareja las llevaba a interesarse más en practicar sexo oral al hombre (fellatio). La conclusión fue que el riesgo de infidelidad no afecta el interés ni el tiempo usado en esta práctica sexual.
Estas explicaciones o intentos de explicar el interés en el sexo oral no parece satisfacer a todos por igual. Uno de los aspectos que más se cuestionan a la ciencia cuando intenta buscar una explicación a determinados comportamientos y conductas sexuales es la necesidad reproductiva que parece sostener todo el andamiaje especulativo y deja de lado el simple gusto por las sensaciones placenteras.
¿Tú qué piensas al respecto? ¿Crees que hay un vínculo entre el sexo oral y la infidelidad?
lunes, 7 de julio de 2014
Comer insectos influyó en desarrollo cerebral de humanos

POR Monserrath Vargas L.
Es posible que su cerebro sea hoy más desarrollado que
el de otras especies porque sus ancestros comían hormigas y otros
insectos cuando el alimento escaseaba.
Así lo
sugiere un estudio hecho por investigadoras de la Universidad de
Calgary, Canadá, y publicado en la edición de junio del Journal of Human Evolution.
Las científicas observaron a monos carablanca ( Cebus capucinus ) durante cinco años en Santa Rosa, en el Área de Conservación Guanacaste (ACG).
Para la investigación, se enfocaron en cuatro grupos de monos, cada uno
de los cuales estaba integrado por entre ocho y 35 miembros.
Los sujetos estudiados fueron monos adultos o con al menos tres años
de edad pues los más jóvenes son menos hábiles en la recolección de
insectos. Para identificarlos se usaron características distintivas de
sus rostros, su tamaño o bien cicatrices.
Amanda
Melin, autora principal del estudio, afirmó en una publicación de la
Universidad Washington en San Luis, Misuri, que estos primates tienen
cerebros grandes, por lo que facilitan los estudios relacionados con
el tamaño cerebral y la inteligencia.
El análisis
tomó en cuenta factores como precipitación, temperatura y abundancia de
frutas, para determinar en qué momentos los monos carablanca, también
conocidos como capuchinos, recurrían a alimentos de reserva. Entre ellos
están las larvas, chinches, termitas, abejas, hormigas, avispas y
caracoles.
Así se encontró que los sujetos
estudiados comen insectos durante todo el año, pero el consumo aumenta
según las estaciones, sobre todo cuando su alimento preferido ( la
fruta madura) escasea.
“Estos resultados sugieren que los insectos son un importante alimento de reserva”, aseguró Melin.
Hallazgo.
La labor de excavar en busca de insectos cuando la comida era escasa
pudo haber “contribuido a la evolución cognitiva de los homínidos y
también a sentar las bases para lo que más tarde sería el uso de
herramientas avanzadas”, comentó Amanda Melin.
La
experta aseguró que este es uno de los primeros estudios que da cuenta
de cómo la no disponibilidad de alimento debido a la época influye en la
alimentación de los monos carablanca.
Además, dijo
que los antepasados del humano actual también se vieron obligados a
variar su dieta y consumir insectos cuando el alimento era menos
abundante, lo que a la larga pudo haber estimulado el crecimiento de su
cerebro o aportado al desarrollo de sus funciones cognitivas.
¿Por qué? Porque las búsquedas de alimento son capaces de aumentar la
destreza manual, el uso de herramientas e incluso incentivar la
solución innovadora de problemas, ante el reto de obtener los insectos
en lugares poco accesibles, tal como sucede a los monos estudiados.
“Acceder a los insectos ocultos y bien protegidos que viven en las
ramas y bajo las cortezas de los árboles es una tarea cognitivamente
exigente, pero ofrece una recompensa de alta calidad: la grasa y la
proteína que se necesitan para alimentar grandes cerebros”, manifestó
la investigadora.
Incógnita.
Así como hay semejanzas entre los monos y los ancentros de los humanos,
los científicos también han tratado de establecer lo que nos diferencia
de ellos.
La Universidad de Oxford publicó
recientemente un estudio en el que analizó la corteza frontal del
cerebro de de 25 humanos y su equivalente en 25 chimpancés.
El estudio determinó: “Hay un área en la corteza frontal humana que no
parece tener un equivalente en el mono, en absoluto. Esta zona ha sido
identificada como la responsable de planificación estratégica y la toma
de decisiones”, según el investigador principal del estudio,
Franz-Xaver Neubert.
tibetanos y antiguo gen
¿Cómo pueden los tibetanos vivir a grandes alturas, en
condiciones de poco oxígeno, que a otros harían desvanecerse? En
realidad han recibido un poco de ayuda de una fuente inesperada.
Unos científicos dijeron el miércoles que muchos tibetanos poseen una variante rara de un gen involucrado en el transporte de oxígeno en la sangre que probablemente han heredado de un enigmático grupo de humanos extinguido que se cruzaron con nuestra especie hace decenas de miles de años.
Esto permite a los tibetanos desenvolverse bien en niveles bajos de oxígeno a alturas de 4.500 metros como en el vasto altiplano del suroeste de China. Las personas sin esta variante podrían desarrollar sangre espesa, provocando subidas de tensión, ataques al corazón, derrames, recién nacidos con poco peso y mortalidad infantil más alta.
Esta versión del gen EPAS1 es casi idéntica a una encontrada en el homínido de Denísova, una estirpe pariente de los neandertales, pero muy diferente al de las personas en la actualidad.
Los homínidos de Denísova son conocidos gracias a un único hueso de dedo y dos dientes encontrados en una cueva de Siberia. Las pruebas de ADN del hueso de hace 41.000 años indicaron que estos homínidos fueron diferentes a nuestra especie y a los neandertales.
"Nuestro descubrimiento podría sugerir que el intercambio de genes a través del apareamiento con otras especies podría ser más importante en la evolución humana de lo que se había pensado previamente", dijo Rasmus Nielsen, profesor de biología computacional en la Universidad de California, Berkeley y en la Universidad de Copenhague, cuyo estudio aparece en la revista Nature.
Nuestro genoma contiene fragmentos residuales genéticos de otros organismos como virus al igual que de especies como los neandertales con lo que los primeros humanos modernos se cruzaron. Los investigadores dijeron que su estudio fue el primero en mostrar que un gen de una especie humana arcaica ha ayudado a humanos modernos a adaptarse a diferentes condiciones de vida.
"Este intercambio de genes con otras especies podría de hecho haber ayudado a los humanos a adaptarse a nuevos entornos encontrados, como en la expansión por África y por el resto del mundo", dijo Nielsen.
Los estudios genéticos mostraron que el 90 por ciento de los tibetanos tienen la variante genética de la gran altitud, junto con un pequeño porcentaje de chinos Han, que comparten un ancestro común con los tibetanos. No se ha encontrado en otras personas.
El gen regula la producción de hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos de la sangre que transportan el oxígeno. Se enciende cuando los niveles de oxígeno en sangre caen, estimulando una mayor producción de hemoglobina.
Unos científicos dijeron el miércoles que muchos tibetanos poseen una variante rara de un gen involucrado en el transporte de oxígeno en la sangre que probablemente han heredado de un enigmático grupo de humanos extinguido que se cruzaron con nuestra especie hace decenas de miles de años.
Esto permite a los tibetanos desenvolverse bien en niveles bajos de oxígeno a alturas de 4.500 metros como en el vasto altiplano del suroeste de China. Las personas sin esta variante podrían desarrollar sangre espesa, provocando subidas de tensión, ataques al corazón, derrames, recién nacidos con poco peso y mortalidad infantil más alta.
Esta versión del gen EPAS1 es casi idéntica a una encontrada en el homínido de Denísova, una estirpe pariente de los neandertales, pero muy diferente al de las personas en la actualidad.
Los homínidos de Denísova son conocidos gracias a un único hueso de dedo y dos dientes encontrados en una cueva de Siberia. Las pruebas de ADN del hueso de hace 41.000 años indicaron que estos homínidos fueron diferentes a nuestra especie y a los neandertales.
"Nuestro descubrimiento podría sugerir que el intercambio de genes a través del apareamiento con otras especies podría ser más importante en la evolución humana de lo que se había pensado previamente", dijo Rasmus Nielsen, profesor de biología computacional en la Universidad de California, Berkeley y en la Universidad de Copenhague, cuyo estudio aparece en la revista Nature.
Nuestro genoma contiene fragmentos residuales genéticos de otros organismos como virus al igual que de especies como los neandertales con lo que los primeros humanos modernos se cruzaron. Los investigadores dijeron que su estudio fue el primero en mostrar que un gen de una especie humana arcaica ha ayudado a humanos modernos a adaptarse a diferentes condiciones de vida.
"Este intercambio de genes con otras especies podría de hecho haber ayudado a los humanos a adaptarse a nuevos entornos encontrados, como en la expansión por África y por el resto del mundo", dijo Nielsen.
Los estudios genéticos mostraron que el 90 por ciento de los tibetanos tienen la variante genética de la gran altitud, junto con un pequeño porcentaje de chinos Han, que comparten un ancestro común con los tibetanos. No se ha encontrado en otras personas.
El gen regula la producción de hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos de la sangre que transportan el oxígeno. Se enciende cuando los niveles de oxígeno en sangre caen, estimulando una mayor producción de hemoglobina.
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