jueves, 16 de febrero de 2012

Se cambia el área del cerebro destinada al procesamiento del habla

La parte del cerebro humano que procesa el  habla se encuentra localizada en una sección diferente a la que se creía, de  acuerdo con un estudio estadounidense , por lo que los científicos señalaron la necesidad de actualizar los textos médicos.

Durante mucho tiempo, se creyó que el área de Wernicke, que lleva el nombre  del neurólogo alemán que la definió a finales de los años 1800, se localizaba  en la parte posterior de la corteza cerebral, detrás de la corteza auditiva,  que procesa los sonidos.
Pero un estudio científico del Centro Médico de la Universidad de  Georgetown, en Washington, que tomó en cuenta más de 100 resonancias  magnéticas, mostró que el área de Wernicke está tres centímetros más cerca de  la parte frontal del cerebro y que se encuentra delante de la corteza auditiva,  y no detrás como se creía.
“Los libros de texto deben ser actualizados”, dijo el profesor de  neurociencias Josef Rauschecker, principal autor del estudio, que fue publicado  en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ( doi: 10.1073/pnas.1113427109).
Rauschecker y sus colegas basaron su investigación en 115 estudios previos  que investigaron la percepción del habla y usaron ya sea imágenes de resonancia  magnética (IMR) o tomografías por emisión de positrones (PET por su sigla en  inglés).
Un análisis de las imágenes cerebrales del estudio arrojó la nueva  localización del el área de Wernicke, dando una nueva perspectiva para tratar a  los pacientes que sufren de daño cerebral o embolia.
“Si un paciente no puede hablar o entender el lenguaje, ahora tenemos una  buena pista sobre el lugar en el que el daño se produjo”, dijo Rauschecker.
El descubrimiento aporta además inquietantes interrogantes sobre los  origenes del lenguaje de los humanos y los primates, cuya zona cerebral de  procesamiento del lenguaje se sitúa en la misma zona que la nueva área de  Wernicke de los humanos.
“Estos hallazgos sugieren que la arquitectura y el procesamiento entre las  dos especies es más similar de lo que la gente creía”, dijo Rauschecker.
Otro de los principales autores del estudio, Iain DeWitt, un candidato a  doctorado del Programa Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de  Georgetown, dijo que el estudio confirma lo que otros han hallado desde que fue  posible realizar imágenes cerebrales a principios de los años 90.
“La mayoría de los expertos en imágenes cerebrales se rehusaban a  contradecir un siglo de conocimientos con base en lo que entonces era una  metodología relativamente nueva”, dijo.
“El objetivo de nuestro estudio es impulsar la reconciliación entre la  información (disponible) y la teoría”, concluyó.
Enero 30/2012 WASHINGTON,   (AFP) -
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 “Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.”
Iain DeWitt, Josef P. Rauschecker.Phoneme and word recognition in the auditory ventral stream. Publicado en  PNAS Febrero 1, 2012

lunes, 13 de febrero de 2012

Reubican el centro de procesamiento del habla en el cerebro

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) - 
   Los científicos han pensado, durante mucho tiempo, que el lenguaje humano se procesa hacia la parte posterior de la corteza cerebral, detrás de la corteza auditiva, donde se reciben todos los sonidos -un lugar conocido como 'área de Wernicke', después de que el neurólogo alemán describiera esta zona a finales del siglo XIX, en base a su estudio sobre lesiones cerebrales y accidentes cerebrovasculares.
   Sin embargo, ahora, una nueva investigación, que analizó más de 100 estudios de imagen, ha llegado a la conclusión de que el 'área de Wernicke' se encuentra en el lugar equivocado. La nueva área, recientemente identificada, se encuentra, aproximadamente, 3 centímetros más cerca de la parte frontal del cerebro, al otro lado de la corteza auditiva - kilómetros de distancia en términos de arquitectura y función cerebral.
   El hallazgo, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', significa que "los libros de texto tendrán que ser reescritos", afirma el autor principal del estudio, el doctor Josef Rauschecker, profesor en el departamento de Neurociencia de la Universidad de Georgetown, y miembro del Instituto Georgetown de Ciencias Cognitivas y Computacionales.
   "Si buscamos en Google 'organización del lenguaje en el cerebro", probablemente todos los dibujos que encontremos estén mal", afirma el autor principal, Iain DeWitt, doctorando en el Programa Interdisciplinario de Neurociencia en Georgetown.
   Según Rauschecke, la nueva ubicación del área de Wernicke concuerda con la recientemente descubierta área en primates no humanos, lo que sugiere el origen del lenguaje entre los monos y los seres humanos está más cerca que muchos pensaban. El investigador explica que "los científicos han sostenido durante mucho tiempo que el lenguaje es exclusivo de los humanos.
   Los monos emiten sonidos comunicativos, pero el hecho de que no tengan el mismo lenguaje elaborado que el humano es debido a los diferentes centros cerebrales de procesamiento. Ahora, este nuevo hallazgo sugiere que la arquitectura y el procesamiento cerebral entre las dos especies es más similar de lo que se pensaba".
   Saber que el área de Wernicke se encuentra en la parte frontal de la corteza auditiva también podría aportar información clínica de pacientes que sufren de daño cerebral -como un accidente cerebrovascular, o trastorno en la comprensión del habla.
   Rauschecker y DeWitt analizaron la literatura científica de estudios que investigan la percepción auditiva del habla en los seres humanos con diferentes métodos de exploración - ya sea a partir de la resonancia magnética funcional (fMRI) o a partir de tomografía por emisión de positrones (PET).
   Los científicos encontraron 115 estudios de imágenes cerebrales de la percepción del habla, que en total incluyen a más de 1.900 participantes, y más de 800 coordenadas cerebrales para el procesamiento del habla. A continuación, utilizaron un tipo de análisis que les permitió medir el grado de acuerdo entre las coordenadas del cerebro de estos estudios.
   Los resultados señalan la ubicación de la zona de Wernicke que en el lóbulo temporal izquierdo, en concreto, en la circunvolución temporal superior, frente a la corteza auditiva primaria.
   Esta es el área que Rauschecker había descrito en sus propios estudios de procesamiento del habla, que define como un proceso jerárquico, que se mueve cada vez más hacia la zona frontal de la circunvolución temporal superior: comienza con tonos simples y sonidos que se perciben por un grupo de neuronas, los sonidos viajan entonces a un nivel neuronal más profundo que procesa los fonemas (unidades distintas de sonido), y luego a las neuronas que procesan las palabras.

Literatura y cerebro

El cerebro humano reacciona de manera diferente ante expresiones como monstruo geográfico, monstruo solitario, monstruo hermoso y monstruo horrible. La primera es incorrecta, la segunda es neutra, la tercera es un oxímoron y la última es un pleonasmo (vocablo innecesario que añade expresividad). El investigador Nicola Molinaro ha elegido para sus experimentos la tercera, el monstruo hermoso, el oxímoron, una combinación de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como noche blanca o muerto viviente. Y esta figura retórica genera una intensa actividad en el área frontal izquierda del cerebro, actividad que no se produce ante una expresión neutra o una incorrecta.

“La investigación demuestra el éxito da nivel retórico de las figuras literarias; la razón de su efectividad es que atraen la atención de quien la escucha. Se reactiva la parte frontal del cerebro y se emplean más recursos en el proceso cerebral de esa expresión”, explica Molinaro en un comunicado del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje.

El curioso experimento, cuyos resultados se han presentado en la revista NeuroImage, consistió en exponer a varias personas, de entre 18 y 25 años, a esas expresiones y medir, mediante electroencefalogramas, su reacción cerebral. Molinaro se centró en el oxímoron por ser una fórmula muy sencilla, que puede construirse con un par de palabras, resultando fácil de medir la actividad cerebral que desencadena.

Ante el monstruo hermoso, se apreció en los sujetos del experimento, una intensa actividad cerebral en la zona frontal izquierda (íntimamente relacionada con el lenguaje) 500 milisegundos después de que percibieron la expresión. Sin embargo, ante la expresión incorrecta, el monstruo geográfico, el cerebro reaccionó a los 400 milisegundos, al detectar que hay un error. La frase neutra (monstruo solitario) fue la que menos reacción provocó. En el pleonasmo, el monstruo horrible, se midió una actividad mayor que ante la expresión neutra pero menor que ante el oxímoron.

“Los resultados muestran que cuanto menos natural es la expresión, más recursos requiere el cerebro para ser procesada en la parte frontal izquierda”, continúa Molinaro, que ha trabajado en este proyecto junto con Jon Andoni Duñabeitia (Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje.) y Manuel Carreiras. El siguiente paso es repetir el experimento pero registrando la reacción con resonancia magnética para obtener imágenes de la actividad cerebral al procesar figuras retóricas.

EL PAÍS

Exponerse a la interpretación de figuras literarias y retóricas podría ayudar en el tratamiento de enfermedades neuronales asociadas a la percepción.

Investigadores de El Centro Vasco sobre la Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL) en España, han logrado medir la capacidad que las figuras retóricas y literarias realizan en nuestro cerebro. Los científicos señalan que "cuánto menos natural es la expresión, más recursos requiere -el cerebro- para ser procesada por la parte frontal izquierda, área relacionada con la actividad intelectual".

Nicola Molinaro, quién guía las investigaciones del BCBL indicó que el cerebro tiene una intensa actividad cerebral en el área frontal izquierda del cerebro, certificada en 500 milisegundos, después de percibir un estímulo más elaborado en comparación con expresiones neutras.
Entre los análisis primó el estudio de la figura retórica "oxímoron", que consiste en el uso de conceptos de significado opuesto, que generan uno diferente ("un instante eterno", "desacuerdo unánime"). Universitarios entre 18 y 25 años se enfrentaron a frases neutras y listas de figuras retóricas mientras se medía su actividad cerebral con electroencefalograma para extraer información sobre el procesamiento de las figuras.
Molinaro señala que los resultados de la investigación podrían ayudar en aplicaciones terapéuticas. El especialista indica que casos de demencia fronto-temporal, que impide a los pacientes percibir la realidad con sus sentidos, podrían enfrentarse a "entrenamientos" cerebrales a través de la exposición a figuras retóricas con resultados positivos.
El Centro Vasco sobre la Cognición, BCBL, realiza investigaciones desde el 2008 sobre cognición, cerebro y lenguaje señalando que "la lengua es la capacidad humana más singular e impresionante de nuestra civilización y en el desarrollo de la vida de cada persona".