martes, 30 de junio de 2009

Dientes sacuden árbol de ancestros humanos




Gorila arcaico vivió hace más de diez millones de años en la actual Etiopía
Si los investigadores tienen razón, habría que recalendarizar nuestra historia.

Los hombres y los simios pudieron separarse mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora, según un informe que publica este jueves la revista Nature y que se basa en el estudio de los dientes de un fósil de primate, un auténtico protogorila que vivió hace 10 u 11 millones de años y cuyos restos fueron exhumados en Etiopía.

Todas las inferencias nacen de un canino y ocho molares que pertenecieron a tres ejemplares del gorila arcaico.

Se trata de los restos más antiguos encontrados hasta ahora de un homínido que pueda emparentarse con una especie actual, y según los miembros del equipo etíope-japonés que los descubrió, no dejan lugar a dudas sobre que los primeros primates y hombres se originaron en África.

Como hasta antes del nuevo hallazgo no se tenía registro de restos de homínidos muy antiguos (en el lapso de hace siete a 12 millones de años), muchos científicos habían llegado a sostener que el hombre y los grandes simios nacieron en algún rincón de Eurasia.

Los restos descubiertos en Etiopía suponen “un antes y un después en la investigación sobre el origen del hombre”, aseguró el físico y antropólogo del Museo de Historia Natural de Cleveland, Yohannes Haile-Selassie.

El protogorila fue bautizado como Chororapithecus abyssinicus, que significa “mono de Chorora y Abisinia”. Le pusieron así porque Chorora es el nombre del yacimiento donde hallaron los dientes, y Abisinia es el nombre antiguo de Etiopía.

Hasta ahora, los estudios basados en la genética molecular habían indicado que los linajes del gorila y el humano se separaron hace cuando mucho ocho millones de años. El nuevo hallazgo reportado en Nature permite aventurar que esa separación pudo haber ocurrido hace 12 millones de años, lo cual obligaría a los científicos a reconfigurar el árbol de los antepasados del hombre.

Los fósiles humanos descubiertos hasta ahora databan de hace entre seis y siete millones de años. Son los conocidos como Orrorin tugenensis (el famoso “Hombre del milenio” hallado en Kenia en 2000) y el Sahelanthropus tchadensis, alias “Toumai” (descubierto un año más tarde en el Chad).

Los autores del estudio, Gen Suwa, del Museo de la Universidad de Tokio, y Berhane Asfaw, del Servicio de Investigación del Valle del Rift en Etiopía, reconocieron que “los registros de fósiles humanos datan de seis a siete millones de años atrás, pero no sabemos nada de cómo el linaje humano se separó del de los gorilas. En la historia de los orígenes del hombre, Chororapithecus nos da un primer vistazo del trasfondo por el lado de los simios”.

La conclusión del estudio es que el hecho de que se encontraran rasgos de gorila en un primate que vivió hace 10 a 10.5 millones de años sugiere que la separación entre los géneros hombre (Homo) y gorila (Gorilla) ocurrió antes de lo que hasta ahora se ha supuesto.

Esto también implica que, según los autores, la separación con el orangután (Pongo) se produjo, probablemente, hace 20 millones de años y hace nueve millones de años con el chimpancé (Pan).

Hasta ahora la mayor dificultad para determinar el origen de la especie humana había sido siempre la falta de material fósil que pudiera situar el último ancestro común con los grandes simios.

Por ello los científicos se inspiraban en las “diferencias” genéticas entre las especies existentes, lo que hacía que la separación con los gorilas se situara hace ocho millones de años y con los chimpancés hace cinco o seis millones de años. Según estos cálculos, los orangutanes hubieran sido los primeros en “abandonar” la familia hace 13 ó 14 millones de años.

El equipo investigador determinó que los dientes exhumados eran de un gran gorila porque compartían características especiales con los primates modernos, que comen alimentos fibrosos como raíces y hojas.

Concluyeron que Chororapithecus era una forma primitiva de gorila o una rama independiente, que tuvo una adaptación similar casi al mismo tiempo en que la línea de esos simios estaba emergiendo en otras zonas.

“Si no es un pariente del gorila, entonces es algo muy parecido a lo que debería haber sido un gorila prematuro”, dijo Gen Suwa de la Universidad de Tokio, uno de los investigadores.

No todos están seguros. Peter Andrews, paleontólogo del British Natural History Museum y experto en orígenes humanos, consideró que el hallazgo es emocionante porque se ubica en una gran laguna del registro fósil, pero dijo no estar tan seguro de que los dientes del nuevo fósil permitan considerarlo un antepasado del gorila.

“Hacer una escala de tiempo para la evolución de los grandes gorilas basada en este nuevo fósil es exagerar la evidencia”, consideró el experto.

Más escepticismo

El paleoantropólogo Jay Kelley, que estudia dientes de primates en la Universidad de Illinois en Chicago, también se muestra escéptico.

“No estoy convencido de que sea un gorila”, dijo, y explicó que se necesitarán muchos más fósiles, análisis y discusiones para determinar si el espécimen es un antepasado de los homínidos.

Kelley dijo, en la misma línea que Peter Andrews, que él sería “muy cauto” en cuanto a querer crear un nuevo calendario a partir de la evidencia de unos cuantos dientes, por buenos que sean.

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