martes, 2 de febrero de 2010

MECANISMO QUE INTERVIENE EN EL CONTROL DEL FOCO MENTAL


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Neurología
Martes, 26 de Enero de 2010 10:10
Como un foco de luz que ilumina una sala que de otro modo sería oscura, la atención trae a la mente detalles específicos de nuestro entorno mientras que descarta otros. Un nuevo estudio realizado por investigadores en el Instituto Salk para Estudios Biológicos muestra que el colliculus superior, una estructura cerebral que se ha conocido principalmente por su papel en el control de los movimientos de los ojos y la cabeza, es crucial en el movimiento del foco mental.

Foto: Lee Lovejoy, Salk Institute for Biological Studies

Lo descubierto en esta investigación aporta datos nuevos y esclarecedores al conocimiento sobre cómo el cerebro controla la atención. Los resultados del estudio están estrechamente relacionados con un trastorno neurológico conocido como el síndrome de negligencia, y también podrían aportar nuevos conocimientos sobre los orígenes de otros trastornos asociados con problemas de atención crónicos, como el autismo o el trastorno por déficit de atención.  "En los humanos, nuestra habilidad para sobrevivir en el mundo depende críticamente de nuestra capacidad de responder ante datos relevantes e ignorar otros", explica Lee Lovejoy, quien llevó a cabo el estudio junto con Richard Krauzlis. "Nuestro trabajo muestra que el colliculus superior interviene en la selección de las cosas a las que responderemos, ya sea mirándolas o pensando en ellas".
 A medida que nos concentramos en detalles específicos de nuestro entorno, usualmente movemos nuestra mirada junto con la atención. Con frecuencia miramos directamente hacia objetos a los que prestamos atención y el colliculus superior es un componente fundamental de los controles motores que determinan cómo orientamos nuestros ojos y cabeza hacia algo visto o escuchado.
 Pero los humanos y otros primates somos muy adeptos a mirar una cosa mientras prestamos atención a otra. Como seres sociales, con mucha frecuencia debemos procesar información visual sobre sujetos de nuestro entorno sin mirarnos directamente unos a otros, lo cual podría interpretarse como una señal de amenaza o cuanto menos de interés excesivo e inconveniente. Esto requiere la habilidad de prestar atención encubiertamente.
 Ya era conocido que el colliculus superior ayuda a determinar cómo orientar los ojos y la cabeza hacia objetos interesantes en el entorno. Pero no estaba claro si intervenía además en la atención encubierta.
 En su estudio actual, los investigadores del Instituto Salk han comprobado que la decisión de a qué cosa prestar atención y a cuál ignorar no sólo se lleva a cabo con el neocórtex y el tálamo, sino que depende además de estructuras filogenéticamente antiguas en el tallo cerebral. Averiguar cómo interactúan estas piezas antiguas con las nuevas puede ser crucial para comprender qué está funcionando mal en el cerebro de las personas con trastornos de la atención.
Scitech News

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