Lunes, 17 de Noviembre de 2008 10:59
Un grupo de investigadores ha encontrado que los bebés que tuvieron la oportunidad de utilizar un bastón de plástico para obtener un juguete fuera de su alcance fueron más capaces de comprender el objetivo de la utilización por otra persona de una herramienta similar, que los bebés que previamente sólo habían visto a un adulto utilizar un bastón para obtener un juguete.
"Hacer cosas en el entorno es una forma en la que los bebés aprenden sobre el mundo, y sólo recientemente se han realizado estudios que muestran que la experiencia práctica activa es una vía de aprendizaje más efectiva que la observación. Este estudio indica que hay un beneficio en las experiencias prácticas reales en el desarrollo humano temprano", explica Jessica Sommerville, profesora de psicología de la Universidad de Washington y autora principal del estudio.
En un estudio anterior, Sommerville mostró que los niños de 10 meses de edad raramente utilizan una herramienta como un bastón de forma espontánea. Para ver si el entrenamiento práctico activo proporcionaba una mejor comprensión del objetivo de una persona al utilizar una herramienta, los investigadores de la Universidad de Washington dividieron en tres grupos a 51 bebés - 26 varones y 25 hembras - para el nuevo estudio.
Los que estaban en un primer grupo, el grupo de entrenamiento, tuvieron la oportunidad, que podían aprovechar o no, de utilizar un bastón para acercar hacia ellos sobre una mesa un juguete de goma, como por ejemplo un pato amarillo o un hipopótamo púrpura. Entonces entrenaron a los bebés en cómo utilizar un bastón para recuperar un juguete. Finalmente, se les dio dos oportunidades para ver si podían arrastrar el juguete hacia ellos por sí solos.
Un segundo grupo de bebés, el grupo de observación, pasó por el mismo procedimiento con una diferencia importante. En lugar de utilizar las herramientas, los bebés observaron a un adulto que imitaba a los bebés del primer grupo que aprendían a utilizar el bastón para obtener un juguete.
Finalmente los bebés en estos dos grupos, así como los del tercer grupo, o grupo de referencia, observaron individualmente cómo en distintas situaciones y con diversas variantes una persona adulta trataba de acercar hacia ella un juguete valiéndose de un bastón.
El grado de atención exhibido por el grupo entrenado indica que estas criaturas, a diferencia de las de los otros grupos, comprendieron bien que la persona adulta estaba usando el bastón como una herramienta. Quienes mejor lo entendieron fueron quienes mejor aprendieron a manejar el bastón para acercar juguetes.
Scitech News
Este es un espacio para compartir unas serie de temas sobre las ciencias cognitivas y áreas del saber relacionadas
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Cumputación Cuántica
19 de Noviembre de 2008.
Se ha logrado otro paso hacia la computación cuántica, considerada el Santo Grial del procesamiento y almacenamiento de datos. Un equipo internacional de científicos que incluye a investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (el Berkeley Lab) ha logrado con éxito almacenar información y recuperarla utilizando el núcleo de un átomo.
El equipo hizo un experimento en el que cristales de silicio excepcionalmente puros e isotópicamente controlados fueron dopados de manera muy precisa con átomos de fósforo. La información cuántica se procesó en los electrones del fósforo, siendo transferida al núcleo y luego transferida de nuevo a los electrones. Ésta es la primera demostración de que un solo núcleo atómico ya puede servir como memoria en la computación cuántica.
John Morton de la Universidad de Oxford es el autor principal del trabajo. Otros autores son Thomas Schenkel, Eugene Haller y Joel Ager del Laboratorio de Berkeley, Richard Brown, Brendon Lovett y Arzhang Ardavan de la Universidad de Oxford, y Alexei Tyryshkin, Shyam Shankar y Stephen Lyon, de la Universidad de Princeton.
Una computadora cuántica podría realizar ciertas tareas matemáticas muchos miles de millones de veces más rápido que las supercomputadoras actuales más potentes. Más allá de esto, la computación cuántica debería hacer posible realizar cálculos que no pueden ser abordados con la tecnología de la computación "clásica". El secreto de la extraordinaria capacidad de la computación cuántica radica en las propiedades raras y aparentemente "mágicas", pero reales y demostrables, de la mecánica cuántica.
En la computación clásica se procesa y almacena la información con arreglo a la carga del electrón, y dicha carga se representa con un dígito binario o "bit". Cada bit lleva un valor de 0 (sin carga) ó 1 (con carga). La computación cuántica utiliza una propiedad cuántica intrínseca denominada "espín", consistente en que ciertas partículas pueden actuar como si fueran un diminuto imán en forma de barra. Al espín se le asigna un estado direccional, que puede ser "Hacia Arriba" o "Hacia Abajo", lo que permite usarlo para codificar los datos en ceros y unos. Sin embargo, a diferencia de la computación clásica en la que la carga está o no presente, el espín puede ser Hacia Arriba o Hacia Abajo, o ambos simultáneamente, gracias a un efecto conocido como superposición cuántica.
La superposición expande exponencialmente las capacidades del almacenamiento de un dato en el bit cuántico o "qubit". Considerando que un byte de datos clásico puede representar sólo una de las ocho posibles combinaciones de ceros y unos, un equivalente cuántico (a veces denominado qubyte) puede representar las ocho combinaciones simultáneamente. Además, gracias a otra propiedad cuántica, conocida como entrelazamiento cuántico, pueden realizarse de manera simultánea operaciones con las ocho combinaciones.
Información adicional en:
Scitech News
Se ha logrado otro paso hacia la computación cuántica, considerada el Santo Grial del procesamiento y almacenamiento de datos. Un equipo internacional de científicos que incluye a investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (el Berkeley Lab) ha logrado con éxito almacenar información y recuperarla utilizando el núcleo de un átomo.
El equipo hizo un experimento en el que cristales de silicio excepcionalmente puros e isotópicamente controlados fueron dopados de manera muy precisa con átomos de fósforo. La información cuántica se procesó en los electrones del fósforo, siendo transferida al núcleo y luego transferida de nuevo a los electrones. Ésta es la primera demostración de que un solo núcleo atómico ya puede servir como memoria en la computación cuántica.
John Morton de la Universidad de Oxford es el autor principal del trabajo. Otros autores son Thomas Schenkel, Eugene Haller y Joel Ager del Laboratorio de Berkeley, Richard Brown, Brendon Lovett y Arzhang Ardavan de la Universidad de Oxford, y Alexei Tyryshkin, Shyam Shankar y Stephen Lyon, de la Universidad de Princeton.
Una computadora cuántica podría realizar ciertas tareas matemáticas muchos miles de millones de veces más rápido que las supercomputadoras actuales más potentes. Más allá de esto, la computación cuántica debería hacer posible realizar cálculos que no pueden ser abordados con la tecnología de la computación "clásica". El secreto de la extraordinaria capacidad de la computación cuántica radica en las propiedades raras y aparentemente "mágicas", pero reales y demostrables, de la mecánica cuántica.
En la computación clásica se procesa y almacena la información con arreglo a la carga del electrón, y dicha carga se representa con un dígito binario o "bit". Cada bit lleva un valor de 0 (sin carga) ó 1 (con carga). La computación cuántica utiliza una propiedad cuántica intrínseca denominada "espín", consistente en que ciertas partículas pueden actuar como si fueran un diminuto imán en forma de barra. Al espín se le asigna un estado direccional, que puede ser "Hacia Arriba" o "Hacia Abajo", lo que permite usarlo para codificar los datos en ceros y unos. Sin embargo, a diferencia de la computación clásica en la que la carga está o no presente, el espín puede ser Hacia Arriba o Hacia Abajo, o ambos simultáneamente, gracias a un efecto conocido como superposición cuántica.
La superposición expande exponencialmente las capacidades del almacenamiento de un dato en el bit cuántico o "qubit". Considerando que un byte de datos clásico puede representar sólo una de las ocho posibles combinaciones de ceros y unos, un equivalente cuántico (a veces denominado qubyte) puede representar las ocho combinaciones simultáneamente. Además, gracias a otra propiedad cuántica, conocida como entrelazamiento cuántico, pueden realizarse de manera simultánea operaciones con las ocho combinaciones.
Información adicional en:
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viernes, 3 de octubre de 2008
Bulbos y Tubérculos en la Dieta de los Primeros Ancestros del Ser Humano
Bulbos y Tubérculos en la Dieta de los Primeros Ancestros del Ser Humano
3 de Octubre de 2008.
El antropólogo Nathaniel J. Dominy, de la Universidad de California en Santa Cruz, ha logrado un avance importante en la investigación sobre cuál fue la dieta de los primeros ancestros del Ser Humano. Lo ha conseguido midiendo de manera minuciosa las propiedades mecánicas de las partes subterráneas de 98 especies vegetales en el África subsahariana.
A ese conjunto de características, podríamos denominarlo el "factor masticabilidad", ya que las propiedades mecánicas de un cuerpo definen si para un animal resulta viable o no comerlo crudo.
Determinar la dureza relativa de los rizomas, tubérculos, cormos y bulbos fue el paso siguiente en la exploración de Dominy para verificar la hipótesis de que nuestros más primitivos ancestros tuvieron una dieta rica en vegetales, consumiendo específicamente sus órganos subterráneos de almacenamiento de nutrientes, ricos en carbohidratos.
Los aplanados molares de los primeros humanos, con una gruesa capa de esmalte dental, han permitido a los científicos inferir que su dieta consistía principalmente de alimentos duros y quebradizos, con evidencias recientes que sugieren que los órganos vegetales de almacenamiento bajo tierra desempeñaron un papel fundamental como alimentos para casos de emergencia, es decir consumidos sólo en tiempos de escasez.
Ésta es la primera vez que alguien mide las propiedades de estos alimentos hipotéticos para ver si cubren los requisitos que se infieren del registro fósil.
Los nuevos datos han establecido que los rizomas son los más duros, seguidos por los tubérculos, los cormos y los bulbos. Los cormos y los bulbos aparecen como los alimentos más probables de los homínidos, porque sus cualidades físicas coinciden con las inferencias dietéticas basadas en la morfología dental y en los análisis químicos isotópicos modernos.
Los nuevos datos también permitieron a Dominy correlacionar las características de las plantas con la morfología dental de especies distintas de homínidos. Los dientes de los Australopithecus, por ejemplo, parecen bien dotados para procesar bulbos, mientras que los dientes de los Paranthropus parecen mejor adaptados para procesar cormos.
Finalmente, alentado por sus propias observaciones sobre los Hadza, cazadores-recolectores en el norte de Tanzania, Dominy también llevó a cabo un estudio piloto de campo sobre los efectos que el proceso de asado, en condiciones comparables a aquellas en las que se desenvolvieron nuestros antepasados, tiene sobre la dureza de cinco especies de tubérculos. El resultado de dicho estudio, que asar en tales condiciones los tubérculos reduce el trabajo de masticación y mejora la digestibilidad, hace que resulte más plausible la posibilidad de que nuestros ancestros incorporasen a su dieta tubérculos relativamente duros.
3 de Octubre de 2008.
El antropólogo Nathaniel J. Dominy, de la Universidad de California en Santa Cruz, ha logrado un avance importante en la investigación sobre cuál fue la dieta de los primeros ancestros del Ser Humano. Lo ha conseguido midiendo de manera minuciosa las propiedades mecánicas de las partes subterráneas de 98 especies vegetales en el África subsahariana.
A ese conjunto de características, podríamos denominarlo el "factor masticabilidad", ya que las propiedades mecánicas de un cuerpo definen si para un animal resulta viable o no comerlo crudo.
Determinar la dureza relativa de los rizomas, tubérculos, cormos y bulbos fue el paso siguiente en la exploración de Dominy para verificar la hipótesis de que nuestros más primitivos ancestros tuvieron una dieta rica en vegetales, consumiendo específicamente sus órganos subterráneos de almacenamiento de nutrientes, ricos en carbohidratos.
Los aplanados molares de los primeros humanos, con una gruesa capa de esmalte dental, han permitido a los científicos inferir que su dieta consistía principalmente de alimentos duros y quebradizos, con evidencias recientes que sugieren que los órganos vegetales de almacenamiento bajo tierra desempeñaron un papel fundamental como alimentos para casos de emergencia, es decir consumidos sólo en tiempos de escasez.
Ésta es la primera vez que alguien mide las propiedades de estos alimentos hipotéticos para ver si cubren los requisitos que se infieren del registro fósil.
Los nuevos datos han establecido que los rizomas son los más duros, seguidos por los tubérculos, los cormos y los bulbos. Los cormos y los bulbos aparecen como los alimentos más probables de los homínidos, porque sus cualidades físicas coinciden con las inferencias dietéticas basadas en la morfología dental y en los análisis químicos isotópicos modernos.
Los nuevos datos también permitieron a Dominy correlacionar las características de las plantas con la morfología dental de especies distintas de homínidos. Los dientes de los Australopithecus, por ejemplo, parecen bien dotados para procesar bulbos, mientras que los dientes de los Paranthropus parecen mejor adaptados para procesar cormos.
Finalmente, alentado por sus propias observaciones sobre los Hadza, cazadores-recolectores en el norte de Tanzania, Dominy también llevó a cabo un estudio piloto de campo sobre los efectos que el proceso de asado, en condiciones comparables a aquellas en las que se desenvolvieron nuestros antepasados, tiene sobre la dureza de cinco especies de tubérculos. El resultado de dicho estudio, que asar en tales condiciones los tubérculos reduce el trabajo de masticación y mejora la digestibilidad, hace que resulte más plausible la posibilidad de que nuestros ancestros incorporasen a su dieta tubérculos relativamente duros.
jueves, 2 de octubre de 2008
GRUPO DE NEURONAS ESENCIAL EN EL MECANISMO POR EL QUE DEJAMOS DE SENTIR MIEDO
GRUPO DE NEURONAS ESENCIAL EN EL MECANISMO POR EL QUE DEJAMOS DE SENTIR MIEDO
El Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos estima que en el país, en un año dado, cerca de 40 millones de adultos (con 18 o más años de edad) sufrirán de alguna forma de ansiedad, incluyendo fobias, trastornos de ansiedad y estrés postraumático.
Allanando el camino hacia formas más efectivas de tratamiento para los problemas de ansiedad, en un estudio reciente, Denis Paré (de la Universidad Rutgers en Newark) ha identificado un componente crítico de la red neuronal de la amígdala, que suele intervenir en la extinción de los miedos asociados a recuerdos.
Investigaciones anteriores han revelado que en los animales y en los humanos, la amígdala está involucrada en la expresión de respuestas innatas de temor, como por ejemplo el miedo a las serpientes, junto con la formación de nuevos miedos asociados a recuerdos de experiencias, como por ejemplo al aprender, sobre la base de recuerdos anteriores, a sentir miedo ante el sonido de una sirena que predice un ataque aéreo.
Habitualmente, en los estudios sobre el miedo con ratas, un estímulo neutral, como un sonido que en sí mismo no tenga relevancia, produce una respuesta de temor en las ratas después de que lo hayan escuchado asociado a un estímulo desagradable. Sin embargo, esta respuesta condicionada de temor, va disminuyendo con la repetición del estímulo neutral en ausencia del estímulo doloroso.
La estrategia descrita para extinguir esa respuesta condicionada de temor presenta un enfoque similar al empleado para tratar las fobias humanas, en el cual se enfrenta al paciente con el objeto temido, en ausencia del peligro.
Los estudios sobre ese comportamiento han demostrado, sin embargo, que el entrenamiento para dejar de sentir ese miedo no destruye completamente el recuerdo inicial asociado al miedo, sino que más bien conduce a la formación de un nuevo recuerdo que inhibe las respuestas condicionadas de temor en el ámbito de la amígdala. Como tal, las respuestas de temor pueden ser expresadas nuevamente cuando el estímulo asociado inicialmente al peligro y luego disociado del mismo en el contexto usado para la extinción del miedo, se presente en un contexto diferente al empleado durante dicho entrenamiento para la extinción del miedo.
Por ejemplo, suponga que una rata es entrenada para la extinción del miedo en una caja gris llena de fragancia de rosas, y que posteriormente escucha una vez más el sonido antaño amenazante, pero en esta ocasión dentro de una caja con aspecto y olor diferentes a la de color gris con olor de rosas. La respuesta de la rata será parecida a la de antaño, como si no hubiera sido entrenada para la extinción de ese miedo.
Un detalle importante es que se ha comprobado que las personas con problemas de ansiedad exhiben un "déficit de extinción del miedo" o un error de "borrado" al tratar de "olvidar". Pero hasta hace poco, no se sabía casi nada sobre el mecanismo de la extinción.
Paré ha encontrado que ciertos conjuntos de neuronas de la amígdala, desempeñan un papel clave en la extinción del miedo. En particular, parece ser que esas neuronas inhiben las salidas de la amígdala hacia las estructuras del tronco encefálico que generan las respuestas de temor. Paré y sus colaboradores han demostrado que cuando en las ratas se destruye a las neuronas de esa clase con una toxina especial, se impide la extinción del miedo asociado a recuerdos, provocando ello una conducta virtualmente idéntica a la derivada del estrés postraumático.
El Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos estima que en el país, en un año dado, cerca de 40 millones de adultos (con 18 o más años de edad) sufrirán de alguna forma de ansiedad, incluyendo fobias, trastornos de ansiedad y estrés postraumático.
Allanando el camino hacia formas más efectivas de tratamiento para los problemas de ansiedad, en un estudio reciente, Denis Paré (de la Universidad Rutgers en Newark) ha identificado un componente crítico de la red neuronal de la amígdala, que suele intervenir en la extinción de los miedos asociados a recuerdos.
Investigaciones anteriores han revelado que en los animales y en los humanos, la amígdala está involucrada en la expresión de respuestas innatas de temor, como por ejemplo el miedo a las serpientes, junto con la formación de nuevos miedos asociados a recuerdos de experiencias, como por ejemplo al aprender, sobre la base de recuerdos anteriores, a sentir miedo ante el sonido de una sirena que predice un ataque aéreo.
Habitualmente, en los estudios sobre el miedo con ratas, un estímulo neutral, como un sonido que en sí mismo no tenga relevancia, produce una respuesta de temor en las ratas después de que lo hayan escuchado asociado a un estímulo desagradable. Sin embargo, esta respuesta condicionada de temor, va disminuyendo con la repetición del estímulo neutral en ausencia del estímulo doloroso.
La estrategia descrita para extinguir esa respuesta condicionada de temor presenta un enfoque similar al empleado para tratar las fobias humanas, en el cual se enfrenta al paciente con el objeto temido, en ausencia del peligro.
Los estudios sobre ese comportamiento han demostrado, sin embargo, que el entrenamiento para dejar de sentir ese miedo no destruye completamente el recuerdo inicial asociado al miedo, sino que más bien conduce a la formación de un nuevo recuerdo que inhibe las respuestas condicionadas de temor en el ámbito de la amígdala. Como tal, las respuestas de temor pueden ser expresadas nuevamente cuando el estímulo asociado inicialmente al peligro y luego disociado del mismo en el contexto usado para la extinción del miedo, se presente en un contexto diferente al empleado durante dicho entrenamiento para la extinción del miedo.
Por ejemplo, suponga que una rata es entrenada para la extinción del miedo en una caja gris llena de fragancia de rosas, y que posteriormente escucha una vez más el sonido antaño amenazante, pero en esta ocasión dentro de una caja con aspecto y olor diferentes a la de color gris con olor de rosas. La respuesta de la rata será parecida a la de antaño, como si no hubiera sido entrenada para la extinción de ese miedo.
Un detalle importante es que se ha comprobado que las personas con problemas de ansiedad exhiben un "déficit de extinción del miedo" o un error de "borrado" al tratar de "olvidar". Pero hasta hace poco, no se sabía casi nada sobre el mecanismo de la extinción.
Paré ha encontrado que ciertos conjuntos de neuronas de la amígdala, desempeñan un papel clave en la extinción del miedo. En particular, parece ser que esas neuronas inhiben las salidas de la amígdala hacia las estructuras del tronco encefálico que generan las respuestas de temor. Paré y sus colaboradores han demostrado que cuando en las ratas se destruye a las neuronas de esa clase con una toxina especial, se impide la extinción del miedo asociado a recuerdos, provocando ello una conducta virtualmente idéntica a la derivada del estrés postraumático.
LA RELACION ENTRE LA MIRADA Y EL CONTACTO SOCIAL ENTRE DOS PERSONAS
Jueves, 02 de Octubre de 2008 09:34
Como bien se sabe, la dirección de la mirada es significativa para el procesamiento de la información visual de una cara humana. Un equipo de investigadores ha confirmado mediante electroencefalografía que el sistema visual del cerebro procesa la cara de otra persona más eficazmente cuando la mirada de la persona está dirigida directamente al observador que cuando no lo está.
"Nuestros estudios también demuestran que el contacto ocular entre dos personas, así como el desvío de una de las miradas, son situaciones que afectan a las funciones de los mecanismos neuronales que regulan el comportamiento subyacente en abordar a esa persona o en evitarla. La mirada directa de otra persona nos prepara para un acercamiento, una mirada apartada, nos prepara para que nos alejemos", explica el investigador principal, profesor Jari Hietanen de la Universidad de Tampere, en Finlandia.
Los resultados de la investigación, en la que se midió la función de los lóbulos frontales del cerebro por medio de la electroencefalografía (EEG), indican que durante la observación de una mirada directa y fija, el lóbulo frontal izquierdo de los sujetos de estudio está más activo que el lóbulo frontal derecho. Durante la observación de una mirada desviada, la mayor actividad se registraba en el lóbulo frontal derecho. La asimetría con dominación de la actividad en el lóbulo frontal izquierdo está ligada con la aproximación potencial a la persona observada, mientras que la asimetría con dominación del derecho, se relaciona con el rechazo. Ésta es la primera vez que se demuestra a través de medidas fisiológicas que la dirección de la mirada de otra persona afecta a los sistemas del cerebro que están involucrados en la regulación de las reacciones motivacionales fundamentales humanas.
Los resultados del proyecto han contribuido a esclarecer las reacciones emocionales relacionadas con la percepción de rostros humanos y cómo se desarrollan estas reacciones. La reacción de eludir el contacto ocular en las personas que padecen de autismo es uno de los problemas más típicos en tales reacciones emocionales, y la línea de investigación que sigue Hietanen puede contribuir a descubrir por qué exactamente las personas con comportamiento autista evitan el contacto visual.
Como bien se sabe, la dirección de la mirada es significativa para el procesamiento de la información visual de una cara humana. Un equipo de investigadores ha confirmado mediante electroencefalografía que el sistema visual del cerebro procesa la cara de otra persona más eficazmente cuando la mirada de la persona está dirigida directamente al observador que cuando no lo está.
"Nuestros estudios también demuestran que el contacto ocular entre dos personas, así como el desvío de una de las miradas, son situaciones que afectan a las funciones de los mecanismos neuronales que regulan el comportamiento subyacente en abordar a esa persona o en evitarla. La mirada directa de otra persona nos prepara para un acercamiento, una mirada apartada, nos prepara para que nos alejemos", explica el investigador principal, profesor Jari Hietanen de la Universidad de Tampere, en Finlandia.
Los resultados de la investigación, en la que se midió la función de los lóbulos frontales del cerebro por medio de la electroencefalografía (EEG), indican que durante la observación de una mirada directa y fija, el lóbulo frontal izquierdo de los sujetos de estudio está más activo que el lóbulo frontal derecho. Durante la observación de una mirada desviada, la mayor actividad se registraba en el lóbulo frontal derecho. La asimetría con dominación de la actividad en el lóbulo frontal izquierdo está ligada con la aproximación potencial a la persona observada, mientras que la asimetría con dominación del derecho, se relaciona con el rechazo. Ésta es la primera vez que se demuestra a través de medidas fisiológicas que la dirección de la mirada de otra persona afecta a los sistemas del cerebro que están involucrados en la regulación de las reacciones motivacionales fundamentales humanas.
Los resultados del proyecto han contribuido a esclarecer las reacciones emocionales relacionadas con la percepción de rostros humanos y cómo se desarrollan estas reacciones. La reacción de eludir el contacto ocular en las personas que padecen de autismo es uno de los problemas más típicos en tales reacciones emocionales, y la línea de investigación que sigue Hietanen puede contribuir a descubrir por qué exactamente las personas con comportamiento autista evitan el contacto visual.
martes, 30 de septiembre de 2008
Emociones universales
La expresión de la victoria de quien obtiene una medalla de oro, y la de abatimiento de quien no llega a finalista son innatas y biológicas, en vez de respuestas al éxito y al fracaso aprendidas, según un estudio de la Universidad de la Columbia Británica que ha utilizado datos sobre las reacciones físicas de personas de diversas culturas, recogidos en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del 2004.
En lo que es el primer estudio de este tipo, Jessica Tracy, psicóloga investigadora de la citada universidad, analizó cómo se expresan el orgullo y la vergüenza en cada cultura, y con especial atención entre los invidentes congénitos. Ella comparó las expresiones no verbales y el lenguaje corporal de videntes, invidentes que no siempre lo fueron, e invidentes congénitos, todos ellos competidores de judo, que representaban a más de 30 países, entre ellos Argelia, Taiwán, Corea del Norte, Ucrania y Estados Unidos.
El orgullo, al contrario del miedo, el enojo o la alegría, que se categorizan como emociones primarias, ha recibido en el pasado poca atención por parte de la investigación científica, tal como subraya Tracy. En ese sentido, su trabajo viene a llenar un hueco, pues explora cómo ha evolucionado el orgullo a través del tiempo como respuesta biológica humana innata y cómo ha conformado la dinámica social.
Los resultados de Tracy demuestran que los individuos estudiados exhibieron comportamientos específicos de orgullo y de vergüenza en respuesta a las mismas situaciones de éxito y de fracaso.
Como las personas con ceguera congénita no pueden aprender los gestos y expresiones faciales de orgullo y vergüenza observándolas en otros, es lógico suponer que sus reacciones espontáneas de esa clase ante la victoria o la derrota deben ser innatas. La coincidencia con el mismo tipo de comportamiento en videntes apunta a que se trata de un rasgo biológico común a todos los humanos, en vez de un comportamiento aprendido.
Tracy y David Matsumoto, profesor de Psicología en la Universidad Estatal de San Francisco, analizaron fotografías tomadas por un fotógrafo oficial de la Federación Internacional de Judo que no conocía las metas específicas de la investigación. El fotógrafo tomó sistemáticamente imágenes de los atletas durante e inmediatamente después de cada pelea, durante aproximadamente 15 segundos, lo cual le permitió obtener una serie de imágenes, momento a momento, de cada rasgo conductual de expresión facial y gestos corporales.
Los investigadores codificaron las posturas de la cabeza, los brazos y el cuerpo de los atletas. Comprobaron que los vencedores, tanto videntes como invidentes, y de todas las culturas, tendían a levantar sus brazos, elevar su cabeza como mirando al cielo, e hinchar el pecho. También resultaron muy universales las expresiones de derrota, que incluyeron los hombros caídos y el pecho contraído.
En lo que es el primer estudio de este tipo, Jessica Tracy, psicóloga investigadora de la citada universidad, analizó cómo se expresan el orgullo y la vergüenza en cada cultura, y con especial atención entre los invidentes congénitos. Ella comparó las expresiones no verbales y el lenguaje corporal de videntes, invidentes que no siempre lo fueron, e invidentes congénitos, todos ellos competidores de judo, que representaban a más de 30 países, entre ellos Argelia, Taiwán, Corea del Norte, Ucrania y Estados Unidos.
El orgullo, al contrario del miedo, el enojo o la alegría, que se categorizan como emociones primarias, ha recibido en el pasado poca atención por parte de la investigación científica, tal como subraya Tracy. En ese sentido, su trabajo viene a llenar un hueco, pues explora cómo ha evolucionado el orgullo a través del tiempo como respuesta biológica humana innata y cómo ha conformado la dinámica social.
Los resultados de Tracy demuestran que los individuos estudiados exhibieron comportamientos específicos de orgullo y de vergüenza en respuesta a las mismas situaciones de éxito y de fracaso.
Como las personas con ceguera congénita no pueden aprender los gestos y expresiones faciales de orgullo y vergüenza observándolas en otros, es lógico suponer que sus reacciones espontáneas de esa clase ante la victoria o la derrota deben ser innatas. La coincidencia con el mismo tipo de comportamiento en videntes apunta a que se trata de un rasgo biológico común a todos los humanos, en vez de un comportamiento aprendido.
Tracy y David Matsumoto, profesor de Psicología en la Universidad Estatal de San Francisco, analizaron fotografías tomadas por un fotógrafo oficial de la Federación Internacional de Judo que no conocía las metas específicas de la investigación. El fotógrafo tomó sistemáticamente imágenes de los atletas durante e inmediatamente después de cada pelea, durante aproximadamente 15 segundos, lo cual le permitió obtener una serie de imágenes, momento a momento, de cada rasgo conductual de expresión facial y gestos corporales.
Los investigadores codificaron las posturas de la cabeza, los brazos y el cuerpo de los atletas. Comprobaron que los vencedores, tanto videntes como invidentes, y de todas las culturas, tendían a levantar sus brazos, elevar su cabeza como mirando al cielo, e hinchar el pecho. También resultaron muy universales las expresiones de derrota, que incluyeron los hombros caídos y el pecho contraído.
Cómo los Rasgos de una Persona Nos Influyen al Valorarla
29 de Septiembre de 2008.
Dos investigadores en psicología de la Universidad de Princeton han desarrollado un método para analizar mejor que nunca antes qué hay en ciertas caras humanas que nos lleva a sentir al instante confianza o desconfianza hacia las personas que las poseen. Al trabajar sobre esta cuestión, también han encontrado que el programa informático usado en los experimentos les permite generar rostros con los rasgos más adecuados para despertar confianza o desconfianza en quienes los contemplan.
Este trabajo podría tener implicaciones para quienes se preocupan por el efecto que sus caras pueden tener, desde los vendedores hasta las personas acusadas de algún delito y que afrontan un juicio, según señalan los investigadores.
Acertada o desacertadamente, las personas hacemos juicios instantáneos de valor sobre personas que acabamos de conocer, basándonos para tales juicios en sus caras. Así, éstas suelen guiarnos hacia las muy diferentes sensaciones que podemos sentir hacia esas personas de las que poco o nada sabemos con certeza. Alexander Todorov y Nikolaas Oosterhof decidieron buscar una forma de cuantificar y definir con exactitud lo que hay en la cara de cada sujeto que nos lleva a sentir que podemos confiar en él o bien que debemos mantenernos alerta.
"Los humanos parecemos estar "cableados" para mirar las caras y deducir las intenciones de los demás", subraya Todorov. "Siempre nos estamos preguntando si la persona cuyo rostro miramos tiene buenas o malas intenciones".
Para realizar el estudio, los científicos mostraron a los sujetos participantes caras de personas desconocidas y les pidieron que describieran los rasgos de personalidad que pudiesen deducir de las características de cada rostro. Los científicos redujeron la lista de los rasgos a alrededor de una docena de las características más comúnmente citadas, incluyendo la agresividad, y varios estados emocionales. Mostraron las caras a otro grupo y les pidieron que puntuasen cada cara por el grado en que poseía cada uno de los rasgos de esa lista.
Basándose en estos datos, los científicos constataron que los humanos hacemos juicios a partir de los rostros en fracciones de segundo, referentes a dos cuestiones fundamentales: si ese sujeto es abordable o bien conviene evitarlo, y si es débil o fuerte.
A partir de aquí, usando un programa de software comercial que genera caras humanas a partir de la combinación de rasgos faciales basándose en escaneos por láser de sujetos reales, los científicos solicitaron a los voluntarios de otro grupo que miraran 300 caras y les otorgasen una puntuación para cada una de tres características: fiabilidad, actitud dominante y grado de amenaza.
Las valoraciones hechas por los participantes revelaron los rasgos faciales que tendemos a asociar a la fiabilidad y los que solemos vincular a la actitud dominante. Una cara de alguien que creemos digno de confianza, en su forma facial más extrema, tiene una boca en forma de U y unos ojos que forman una mirada casi sorprendida. Una cara de alguien que suponemos poco fiable, en su forma facial más extrema, es una cara enfadada, con los bordes de la boca hacia abajo y las cejas que apuntan al centro. La cara menos dominante posible es una que se parece a la de un bebé, con una distancia más grande entre los ojos y las cejas que otras caras. Un rostro de alguien que parezca amenazante puede obtenerse combinando a partes más o menos iguales los rasgos asociados a una cara de alguien poco fiable y los vinculados a una cara de alguien en actitud dominante.
A través de experimentos adicionales, los investigadores verificaron además qué rasgos faciales son críticos para realizar juicios sociales diferentes.
Dos investigadores en psicología de la Universidad de Princeton han desarrollado un método para analizar mejor que nunca antes qué hay en ciertas caras humanas que nos lleva a sentir al instante confianza o desconfianza hacia las personas que las poseen. Al trabajar sobre esta cuestión, también han encontrado que el programa informático usado en los experimentos les permite generar rostros con los rasgos más adecuados para despertar confianza o desconfianza en quienes los contemplan.
Este trabajo podría tener implicaciones para quienes se preocupan por el efecto que sus caras pueden tener, desde los vendedores hasta las personas acusadas de algún delito y que afrontan un juicio, según señalan los investigadores.
Acertada o desacertadamente, las personas hacemos juicios instantáneos de valor sobre personas que acabamos de conocer, basándonos para tales juicios en sus caras. Así, éstas suelen guiarnos hacia las muy diferentes sensaciones que podemos sentir hacia esas personas de las que poco o nada sabemos con certeza. Alexander Todorov y Nikolaas Oosterhof decidieron buscar una forma de cuantificar y definir con exactitud lo que hay en la cara de cada sujeto que nos lleva a sentir que podemos confiar en él o bien que debemos mantenernos alerta.
"Los humanos parecemos estar "cableados" para mirar las caras y deducir las intenciones de los demás", subraya Todorov. "Siempre nos estamos preguntando si la persona cuyo rostro miramos tiene buenas o malas intenciones".
Para realizar el estudio, los científicos mostraron a los sujetos participantes caras de personas desconocidas y les pidieron que describieran los rasgos de personalidad que pudiesen deducir de las características de cada rostro. Los científicos redujeron la lista de los rasgos a alrededor de una docena de las características más comúnmente citadas, incluyendo la agresividad, y varios estados emocionales. Mostraron las caras a otro grupo y les pidieron que puntuasen cada cara por el grado en que poseía cada uno de los rasgos de esa lista.
Basándose en estos datos, los científicos constataron que los humanos hacemos juicios a partir de los rostros en fracciones de segundo, referentes a dos cuestiones fundamentales: si ese sujeto es abordable o bien conviene evitarlo, y si es débil o fuerte.
A partir de aquí, usando un programa de software comercial que genera caras humanas a partir de la combinación de rasgos faciales basándose en escaneos por láser de sujetos reales, los científicos solicitaron a los voluntarios de otro grupo que miraran 300 caras y les otorgasen una puntuación para cada una de tres características: fiabilidad, actitud dominante y grado de amenaza.
Las valoraciones hechas por los participantes revelaron los rasgos faciales que tendemos a asociar a la fiabilidad y los que solemos vincular a la actitud dominante. Una cara de alguien que creemos digno de confianza, en su forma facial más extrema, tiene una boca en forma de U y unos ojos que forman una mirada casi sorprendida. Una cara de alguien que suponemos poco fiable, en su forma facial más extrema, es una cara enfadada, con los bordes de la boca hacia abajo y las cejas que apuntan al centro. La cara menos dominante posible es una que se parece a la de un bebé, con una distancia más grande entre los ojos y las cejas que otras caras. Un rostro de alguien que parezca amenazante puede obtenerse combinando a partes más o menos iguales los rasgos asociados a una cara de alguien poco fiable y los vinculados a una cara de alguien en actitud dominante.
A través de experimentos adicionales, los investigadores verificaron además qué rasgos faciales son críticos para realizar juicios sociales diferentes.
Paleontología
Crecer Más Rápido Que los Depredadores, Estrategia de Supervivencia Para Algunos Dinosaurios
29 de Septiembre de 2008.
Con los miembros largos y un cuerpo blando, los hadrosaurios, dinosaurios con pico semejante al de los patos, tenían pocas defensas contra los depredadores, como por ejemplo los tiranosaurios. Pero una nueva investigación sobre los huesos de este dinosaurio herbívoro, sugiere que el animal tuvo por lo menos una ventaja: alcanzaba la madurez mucho más rápido que sus depredadores, dándole superioridad en el tamaño.
Menéame
En un estudio finalizado recientemente por Lisa Noelle Cooper, Drew Lee y otros científicos, se compararon datos sobre la velocidad de crecimiento del hadrosaurio (específicamente un Hipacrosaurio), con respecto a las de tres depredadores: el tiranosaurio Albertosaurio, su gigantesco pariente el Tiranosaurio rex, y el pequeño Troodon, parecido a un Velocirraptor.
La investigación sugiere que al Hipacrosaurio le tomaba de 10 a 12 años completar todo su crecimiento. Sin embargo, el Tiranosaurio alcanzaba la madurez después de los 20 ó 30 años. De modo que ese dinosaurio herbívoro aparentemente poco peligroso crecía de tres a cinco veces más rápido que cualquiera de sus depredadores potenciales de su entorno. Para cuando el dinosaurio con pico de pato estaba totalmente crecido, los tiranosaurios de su edad habían crecido sólo hasta la mitad de su talla adulta, y la diferencia del tamaño era muy grande.
El Hipacrosaurio también alcanzaba la madurez sexual de forma muy precoz, con sólo dos o tres años de edad.
Ésta es una ventaja defensiva adicional muy importante frente a los depredadores. Reproducirse pronto ayuda más a perpetuar la especie que reproducirse tarde.
Cooper realizó el análisis inicial del hadrosaurio en la Universidad Estatal de Montana. Trabajando con Jack Horner y Mark Taper, Cooper estudió las secciones delgadas de los largos huesos de las patas de un espécimen de Hipacrosaurio y contó y midió los anillos de crecimiento, cada uno de los cuales representa un año de vida.
El Hipacrosaurio era una de tres presas comunes para los tiranosaurios. Estructuralmente, era la más vulnerable. Las otras dos tenían cuernos o eran robustos, con cuerpos acorazados como carros blindados que les proporcionaban cierta protección física sobre sus enemigos. Pero incluso esas criaturas muestran tasas de crecimiento más rápidas que sus depredadores, aunque el hadrosaurio alcanza el crecimiento más rápido de todos.
29 de Septiembre de 2008.
Con los miembros largos y un cuerpo blando, los hadrosaurios, dinosaurios con pico semejante al de los patos, tenían pocas defensas contra los depredadores, como por ejemplo los tiranosaurios. Pero una nueva investigación sobre los huesos de este dinosaurio herbívoro, sugiere que el animal tuvo por lo menos una ventaja: alcanzaba la madurez mucho más rápido que sus depredadores, dándole superioridad en el tamaño.
Menéame
En un estudio finalizado recientemente por Lisa Noelle Cooper, Drew Lee y otros científicos, se compararon datos sobre la velocidad de crecimiento del hadrosaurio (específicamente un Hipacrosaurio), con respecto a las de tres depredadores: el tiranosaurio Albertosaurio, su gigantesco pariente el Tiranosaurio rex, y el pequeño Troodon, parecido a un Velocirraptor.
La investigación sugiere que al Hipacrosaurio le tomaba de 10 a 12 años completar todo su crecimiento. Sin embargo, el Tiranosaurio alcanzaba la madurez después de los 20 ó 30 años. De modo que ese dinosaurio herbívoro aparentemente poco peligroso crecía de tres a cinco veces más rápido que cualquiera de sus depredadores potenciales de su entorno. Para cuando el dinosaurio con pico de pato estaba totalmente crecido, los tiranosaurios de su edad habían crecido sólo hasta la mitad de su talla adulta, y la diferencia del tamaño era muy grande.
El Hipacrosaurio también alcanzaba la madurez sexual de forma muy precoz, con sólo dos o tres años de edad.
Ésta es una ventaja defensiva adicional muy importante frente a los depredadores. Reproducirse pronto ayuda más a perpetuar la especie que reproducirse tarde.
Cooper realizó el análisis inicial del hadrosaurio en la Universidad Estatal de Montana. Trabajando con Jack Horner y Mark Taper, Cooper estudió las secciones delgadas de los largos huesos de las patas de un espécimen de Hipacrosaurio y contó y midió los anillos de crecimiento, cada uno de los cuales representa un año de vida.
El Hipacrosaurio era una de tres presas comunes para los tiranosaurios. Estructuralmente, era la más vulnerable. Las otras dos tenían cuernos o eran robustos, con cuerpos acorazados como carros blindados que les proporcionaban cierta protección física sobre sus enemigos. Pero incluso esas criaturas muestran tasas de crecimiento más rápidas que sus depredadores, aunque el hadrosaurio alcanza el crecimiento más rápido de todos.
lunes, 11 de agosto de 2008
Origen del cerebro
NUEVAS PISTAS SOBRE EL ORIGEN DEL CEREBRO EN LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES
lunes 11 de agosto de 2008 09:21
Uno de los grandes desafíos científicos es entender los "principios de diseño" y el origen del cerebro humano. Una reciente investigación ha desvelado nuevos e importantes datos sobre el origen evolutivo del cerebro y cómo evolucionó hasta alcanzar la asombrosamente compleja estructura que hoy tiene en los humanos.
Los resultados de la investigación sugieren que, a igualdad de peso corporal, no es sólo el tamaño del cerebro lo que da mayor capacidad mental, sino que, durante la evolución, el procesamiento molecular progresivamente más sofisticado de los impulsos nerviosos permitió el desarrollo de animales con comportamientos más complejos.
La opinión generalizada es que los componentes proteicos de las conexiones nerviosas (las sinapsis) son similares en la mayoría de los animales, desde los humildes gusanos hasta los humanos, y que es el incremento en el número de sinapsis en los animales superiores, lo que permite el pensamiento complejo.
Sin embargo, esta sencilla explicación de que a mayor cantidad de conexiones nerviosas, mayor potencia cerebral, no es apoyada en absoluto por los resultados del nuevo estudio, dirigido por Seth Grant, del Instituto Wellcome Trust Sanger.
Aunque muchos trabajos han examinado el número de neuronas, ninguno ha estudiado la composición molecular de las conexiones neuronales. Grant y su equipo han encontrado diferencias muy notables entre especies en lo que se refiere al número de proteínas de las conexiones neuronales.
Estudiaron alrededor de 600 proteínas presentes en las sinapsis de mamíferos y se sorprendieron al encontrar que sólo el 50 por ciento de éstas se encuentran también en las sinapsis de los invertebrados, y cerca del 25 por ciento en animales unicelulares, que obviamente no tienen cerebro.
Las sinapsis son las uniones entre los nervios donde las señales eléctricas de una célula son transferidas a la siguiente, por medio de una serie de interruptores bioquímicos. Sin embargo, las sinapsis no son simples conexiones, sino más bien microprocesadores que dan al sistema nervioso la capacidad de aprendizaje y memoria.
Notablemente, el estudio muestra que algunas de las proteínas involucradas en la gestión de señales realizada por las sinapsis con respecto al aprendizaje y a la memoria, se encuentran en la levadura, dónde actúan para responder a las señales de su entorno, como el estrés provocado por la escasez de alimentos o por cambios de temperatura.
Hubo una súbita proliferación en el número y complejidad de las proteínas de las sinapsis al aparecer los animales multicelulares. Una segunda oleada se produjo con el surgimiento de los vertebrados, hace unos 500 millones de años.
Uno de los logros principales del equipo de investigación fue aislar, por primera vez, las proteínas sinápticas del cerebro de la mosca, lo que confirmó que los invertebrados tienen un conjunto más sencillo de proteínas sinápticas que los vertebrados.
Otro hallazgo importante, crucial para entender el pensamiento humano, es que la expansión de las proteínas que se produjo en los vertebrados, proporcionó un amplio fondo de proteínas que sirvió como base para la formación de regiones especializadas del cerebro, como corteza, cerebelo y médula espinal.
WTSI
lunes 11 de agosto de 2008 09:21
Uno de los grandes desafíos científicos es entender los "principios de diseño" y el origen del cerebro humano. Una reciente investigación ha desvelado nuevos e importantes datos sobre el origen evolutivo del cerebro y cómo evolucionó hasta alcanzar la asombrosamente compleja estructura que hoy tiene en los humanos.
Los resultados de la investigación sugieren que, a igualdad de peso corporal, no es sólo el tamaño del cerebro lo que da mayor capacidad mental, sino que, durante la evolución, el procesamiento molecular progresivamente más sofisticado de los impulsos nerviosos permitió el desarrollo de animales con comportamientos más complejos.
La opinión generalizada es que los componentes proteicos de las conexiones nerviosas (las sinapsis) son similares en la mayoría de los animales, desde los humildes gusanos hasta los humanos, y que es el incremento en el número de sinapsis en los animales superiores, lo que permite el pensamiento complejo.
Sin embargo, esta sencilla explicación de que a mayor cantidad de conexiones nerviosas, mayor potencia cerebral, no es apoyada en absoluto por los resultados del nuevo estudio, dirigido por Seth Grant, del Instituto Wellcome Trust Sanger.
Aunque muchos trabajos han examinado el número de neuronas, ninguno ha estudiado la composición molecular de las conexiones neuronales. Grant y su equipo han encontrado diferencias muy notables entre especies en lo que se refiere al número de proteínas de las conexiones neuronales.
Estudiaron alrededor de 600 proteínas presentes en las sinapsis de mamíferos y se sorprendieron al encontrar que sólo el 50 por ciento de éstas se encuentran también en las sinapsis de los invertebrados, y cerca del 25 por ciento en animales unicelulares, que obviamente no tienen cerebro.
Las sinapsis son las uniones entre los nervios donde las señales eléctricas de una célula son transferidas a la siguiente, por medio de una serie de interruptores bioquímicos. Sin embargo, las sinapsis no son simples conexiones, sino más bien microprocesadores que dan al sistema nervioso la capacidad de aprendizaje y memoria.
Notablemente, el estudio muestra que algunas de las proteínas involucradas en la gestión de señales realizada por las sinapsis con respecto al aprendizaje y a la memoria, se encuentran en la levadura, dónde actúan para responder a las señales de su entorno, como el estrés provocado por la escasez de alimentos o por cambios de temperatura.
Hubo una súbita proliferación en el número y complejidad de las proteínas de las sinapsis al aparecer los animales multicelulares. Una segunda oleada se produjo con el surgimiento de los vertebrados, hace unos 500 millones de años.
Uno de los logros principales del equipo de investigación fue aislar, por primera vez, las proteínas sinápticas del cerebro de la mosca, lo que confirmó que los invertebrados tienen un conjunto más sencillo de proteínas sinápticas que los vertebrados.
Otro hallazgo importante, crucial para entender el pensamiento humano, es que la expansión de las proteínas que se produjo en los vertebrados, proporcionó un amplio fondo de proteínas que sirvió como base para la formación de regiones especializadas del cerebro, como corteza, cerebelo y médula espinal.
WTSI
Sueño y percepción
DORMIR POCO PERJUDICA LA CAPACIDAD DE IDENTIFICAR LO QUE VEMOS
lunes 11 de octubre de 2008 08:47
Unos investigadores especializados en neurociencia, de la Academia Médica en Singapur, gestionada conjuntamente por la Universidad Duke y la Universidad Nacional de Singapur, han mostrado por primera vez qué les sucede a las percepciones visuales de personas sanas pero que no han dormido cuando debieran y que luchan por permanecer despiertas, como por ejemplo quienes tratan de conducir un vehículo durante la noche en vez de detenerse a dormir.
Los científicos encontraron que incluso después de la privación del sueño, los voluntarios estudiados tenían períodos de funcionamiento cerebral casi normal, durante los cuales podían llevar a cabo tareas de forma rápida. Sin embargo, esta normalidad se entremezclaba con períodos de respuesta lenta y descensos severos de la capacidad de procesamiento visual y la atención.
Curiosamente, el equipo constató que un cerebro privado de sueño puede procesar normalmente señales visuales simples. Pero las áreas visuales superiores (las responsables de dar sentido a lo que vemos) no funcionaban bien.
El equipo de investigación, que incluyó a colegas de la Universidad de Michigan y la Universidad de Pensilvania, usó imaginología por resonancia magnética para medir el flujo sanguíneo en el cerebro durante las respuestas rápidas normales y las anormalmente lentas.
Se pidió a los sujetos del estudio identificar letras que aparecían delante de ellos. Veían una hache o una ese grandes, y cada una estaba hecha de haches o eses pequeñas. A veces la letra grande coincidía con las más pequeñas; a veces no lo hacía. Los científicos pidieron a los voluntarios que identificaran las letras más pequeñas o las más grandes presionando uno de dos botones.
Durante las respuestas anormalmente lentas, los voluntarios privados de sueño experimentaban disminuciones notables en la actividad de su corteza visual superior. Al mismo tiempo, como se esperaba, sus regiones "de control" frontal y parietal resultaban menos hábiles para hacer sus correcciones usuales.
Los científicos también podían ver fallos breves en las regiones de control durante los errores en que raramente incurrían los voluntarios después del sueño de una noche normal. Sin embargo, los fallos en el procesamiento visual eran específicos sólo para los errores que se producían durante la suspensión del sueño.
Los científicos especulan con que estas fluctuaciones en el proceso cognitivo durante la privación del sueño muestran los efectos de tratar de permanecer despierto mientras el cerebro está apagando sistemas para ponerse a dormir. El cerebro se vuelve menos sensible a los estímulos sensoriales mientras duerme.
Este estudio tiene implicaciones para numerosos colectivos de personas que deben luchar contra el sueño para poder cumplir con su trabajo nocturno, desde camioneros hasta médicos de guardia en servicios de urgencias. Los períodos de funcionamiento aparentemente normal podrían dar una falsa seguridad de estar con la mente despejada, cuando, de hecho, el bajo rendimiento del cerebro puede tener consecuencias funestas en situaciones de riesgo.
DUMC
lunes 11 de octubre de 2008 08:47
Unos investigadores especializados en neurociencia, de la Academia Médica en Singapur, gestionada conjuntamente por la Universidad Duke y la Universidad Nacional de Singapur, han mostrado por primera vez qué les sucede a las percepciones visuales de personas sanas pero que no han dormido cuando debieran y que luchan por permanecer despiertas, como por ejemplo quienes tratan de conducir un vehículo durante la noche en vez de detenerse a dormir.
Los científicos encontraron que incluso después de la privación del sueño, los voluntarios estudiados tenían períodos de funcionamiento cerebral casi normal, durante los cuales podían llevar a cabo tareas de forma rápida. Sin embargo, esta normalidad se entremezclaba con períodos de respuesta lenta y descensos severos de la capacidad de procesamiento visual y la atención.
Curiosamente, el equipo constató que un cerebro privado de sueño puede procesar normalmente señales visuales simples. Pero las áreas visuales superiores (las responsables de dar sentido a lo que vemos) no funcionaban bien.
El equipo de investigación, que incluyó a colegas de la Universidad de Michigan y la Universidad de Pensilvania, usó imaginología por resonancia magnética para medir el flujo sanguíneo en el cerebro durante las respuestas rápidas normales y las anormalmente lentas.
Se pidió a los sujetos del estudio identificar letras que aparecían delante de ellos. Veían una hache o una ese grandes, y cada una estaba hecha de haches o eses pequeñas. A veces la letra grande coincidía con las más pequeñas; a veces no lo hacía. Los científicos pidieron a los voluntarios que identificaran las letras más pequeñas o las más grandes presionando uno de dos botones.
Durante las respuestas anormalmente lentas, los voluntarios privados de sueño experimentaban disminuciones notables en la actividad de su corteza visual superior. Al mismo tiempo, como se esperaba, sus regiones "de control" frontal y parietal resultaban menos hábiles para hacer sus correcciones usuales.
Los científicos también podían ver fallos breves en las regiones de control durante los errores en que raramente incurrían los voluntarios después del sueño de una noche normal. Sin embargo, los fallos en el procesamiento visual eran específicos sólo para los errores que se producían durante la suspensión del sueño.
Los científicos especulan con que estas fluctuaciones en el proceso cognitivo durante la privación del sueño muestran los efectos de tratar de permanecer despierto mientras el cerebro está apagando sistemas para ponerse a dormir. El cerebro se vuelve menos sensible a los estímulos sensoriales mientras duerme.
Este estudio tiene implicaciones para numerosos colectivos de personas que deben luchar contra el sueño para poder cumplir con su trabajo nocturno, desde camioneros hasta médicos de guardia en servicios de urgencias. Los períodos de funcionamiento aparentemente normal podrían dar una falsa seguridad de estar con la mente despejada, cuando, de hecho, el bajo rendimiento del cerebro puede tener consecuencias funestas en situaciones de riesgo.
DUMC
Procesamiento de la realidad
EL MECANISMO NEURONAL QUE DISIMULA EL RETARDO CON QUE PERCIBIMOS EL MUNDO
martes, 05 de agosto de 2008 08:07
Al contrario de lo que uno podría imaginar, la forma en que interactuamos con nuestro entorno no es una simple cuestión de mirar (o tocar, u oler) y luego reaccionar. Las neuronas y las conexiones neuronales que conforman nuestros sistemas sensoriales son demasiado lentas para que funcionen así. "Todo lo que experimentamos está un poco en el pasado", recalca Richard A. Andersen del Instituto Tecnológico de California (Caltech), quien ha descubierto el truco que emplea el cerebro para afrontar este intrigante problema.
El trabajo de Andersen, Profesor de Neurociencias en el Caltech, y sus colegas Grant Mulliken del MIT y Sam Musallam de la Universidad McGill, ofrece la primera evidencia neuronal de que los movimientos voluntarios de las extremidades son guiados por las predicciones que hace nuestro cerebro sobre lo que ocurrirá un instante después, en el futuro. "El cerebro está generando su propia versión del mundo, un "modelo adelantado en el tiempo" que le permite a usted saber donde está en tiempo real", explica Andersen.
La investigación en el laboratorio de Andersen está centrada en comprender las intrincadas marañas neurobiológicas subyacentes en los procesos cerebrales, incluyendo los vinculados a los sentidos de la visión, el oído, el equilibrio y el tacto, y los mecanismos neuronales de acción. El laboratorio está trabajando en el desarrollo de dispositivos protésicos neuronales implantables, que puedan servir como interfaces entre las señales cerebrales de personas aquejadas de parálisis severas y sus extremidades artificiales, permitiendo que los pensamientos puedan controlar el movimiento.
El grupo de Andersen se concentra en un área de alto nivel de la corteza conocida como la corteza parietal superior, que es donde los estímulos sensoriales son transformados en intenciones de movimiento.
En una serie de experimentos en los cuales dos monos tenían que usar un joystick para mover en una pantalla un cursor desde un punto a otro, y evitar un obstáculo, los investigadores comprobaron que las neuronas en la corteza parietal posterior producen señales que representan las estimaciones cerebrales de los movimientos actuales y futuros del cursor. Una estimación interna del estado actual del cursor puede ser empleada inmediatamente por el cerebro para corregir con rapidez un movimiento, evitando tener que depender enteramente de la información sensorial, que llega con cierta tardanza, lo que daría como resultado un control lento e inestable.
En otras palabras, este sistema permite que lo que usted está moviendo en sus pensamientos coincida con lo que usted está moviendo en el mundo real.
Caltech
martes, 05 de agosto de 2008 08:07
Al contrario de lo que uno podría imaginar, la forma en que interactuamos con nuestro entorno no es una simple cuestión de mirar (o tocar, u oler) y luego reaccionar. Las neuronas y las conexiones neuronales que conforman nuestros sistemas sensoriales son demasiado lentas para que funcionen así. "Todo lo que experimentamos está un poco en el pasado", recalca Richard A. Andersen del Instituto Tecnológico de California (Caltech), quien ha descubierto el truco que emplea el cerebro para afrontar este intrigante problema.
El trabajo de Andersen, Profesor de Neurociencias en el Caltech, y sus colegas Grant Mulliken del MIT y Sam Musallam de la Universidad McGill, ofrece la primera evidencia neuronal de que los movimientos voluntarios de las extremidades son guiados por las predicciones que hace nuestro cerebro sobre lo que ocurrirá un instante después, en el futuro. "El cerebro está generando su propia versión del mundo, un "modelo adelantado en el tiempo" que le permite a usted saber donde está en tiempo real", explica Andersen.
La investigación en el laboratorio de Andersen está centrada en comprender las intrincadas marañas neurobiológicas subyacentes en los procesos cerebrales, incluyendo los vinculados a los sentidos de la visión, el oído, el equilibrio y el tacto, y los mecanismos neuronales de acción. El laboratorio está trabajando en el desarrollo de dispositivos protésicos neuronales implantables, que puedan servir como interfaces entre las señales cerebrales de personas aquejadas de parálisis severas y sus extremidades artificiales, permitiendo que los pensamientos puedan controlar el movimiento.
El grupo de Andersen se concentra en un área de alto nivel de la corteza conocida como la corteza parietal superior, que es donde los estímulos sensoriales son transformados en intenciones de movimiento.
En una serie de experimentos en los cuales dos monos tenían que usar un joystick para mover en una pantalla un cursor desde un punto a otro, y evitar un obstáculo, los investigadores comprobaron que las neuronas en la corteza parietal posterior producen señales que representan las estimaciones cerebrales de los movimientos actuales y futuros del cursor. Una estimación interna del estado actual del cursor puede ser empleada inmediatamente por el cerebro para corregir con rapidez un movimiento, evitando tener que depender enteramente de la información sensorial, que llega con cierta tardanza, lo que daría como resultado un control lento e inestable.
En otras palabras, este sistema permite que lo que usted está moviendo en sus pensamientos coincida con lo que usted está moviendo en el mundo real.
Caltech
Diferencias biológicas a nivel genético
ENCUENTRAN UNA "FIRMA" EVOLUTIVAMENTE PRESERVADA EN EL CEREBRO DE LOS PRIMATES
viernes, 08 de agosto de 2008 09:21
Unos investigadores de las universidades de Uppsala y de Chicago, y del Instituto Karolinska, han determinado que existen cientos de diferencias biológicas entre los sexos en lo referente a la expresión de genes en la corteza cerebral de los seres humanos y de otros primates.
Este hallazgo muestra que algunas de esas diferencias surgieron hace mucho tiempo, y que han sido preservadas a lo largo de la evolución de los primates. Estas diferencias conservadas hasta nuestros días constituyen una clara firma de las diferencias entre sexos en el cerebro.
Diferencias de género más obvias han sido preservadas a través de la evolución de los primates; por ejemplo el promedio de tamaño y de peso corporal, además de, por supuesto, la estructura de los genitales. Este nuevo estudio se ha centrado en la expresión genética en la corteza cerebral, el área del cerebro involucrada en procesos complejos como la memoria, la atención, el pensamiento y el lenguaje, en humanos y en otros primates.
Los investigadores midieron la expresión de los genes en los cerebros de primates, machos y hembras, de tres especies: humanos, macacos y monos titíes. Para medir la actividad de genes específicos, se hibridaron los productos de los genes (ARN) obtenidos del cerebro de cada animal, en micromatrices que contenían miles de clones de ADN que codificaban a miles de genes.
Los autores también investigaron las diferencias existentes entre las secuencias de ADN de unos primates con respecto a las de otros, en busca de genes que mostraran diferentes niveles de expresión entre los sexos.
El conocimiento sobre las diferencias de género es importante por muchas razones. Por ejemplo, esta información puede ser utilizada en el futuro para calcular dosis de medicamentos, así como para otros tratamientos de enfermedades o de lesiones cerebrales, tal como señala Elena Jazin.
El estudio, tal como matiza Bjorn Reinius, no determina si estas diferencias en la expresión de los genes entre ambos sexos son funcionalmente significativas. Tales preguntas deberán ser respondidas en estudios futuros.
PLoS
viernes, 08 de agosto de 2008 09:21
Unos investigadores de las universidades de Uppsala y de Chicago, y del Instituto Karolinska, han determinado que existen cientos de diferencias biológicas entre los sexos en lo referente a la expresión de genes en la corteza cerebral de los seres humanos y de otros primates.
Este hallazgo muestra que algunas de esas diferencias surgieron hace mucho tiempo, y que han sido preservadas a lo largo de la evolución de los primates. Estas diferencias conservadas hasta nuestros días constituyen una clara firma de las diferencias entre sexos en el cerebro.
Diferencias de género más obvias han sido preservadas a través de la evolución de los primates; por ejemplo el promedio de tamaño y de peso corporal, además de, por supuesto, la estructura de los genitales. Este nuevo estudio se ha centrado en la expresión genética en la corteza cerebral, el área del cerebro involucrada en procesos complejos como la memoria, la atención, el pensamiento y el lenguaje, en humanos y en otros primates.
Los investigadores midieron la expresión de los genes en los cerebros de primates, machos y hembras, de tres especies: humanos, macacos y monos titíes. Para medir la actividad de genes específicos, se hibridaron los productos de los genes (ARN) obtenidos del cerebro de cada animal, en micromatrices que contenían miles de clones de ADN que codificaban a miles de genes.
Los autores también investigaron las diferencias existentes entre las secuencias de ADN de unos primates con respecto a las de otros, en busca de genes que mostraran diferentes niveles de expresión entre los sexos.
El conocimiento sobre las diferencias de género es importante por muchas razones. Por ejemplo, esta información puede ser utilizada en el futuro para calcular dosis de medicamentos, así como para otros tratamientos de enfermedades o de lesiones cerebrales, tal como señala Elena Jazin.
El estudio, tal como matiza Bjorn Reinius, no determina si estas diferencias en la expresión de los genes entre ambos sexos son funcionalmente significativas. Tales preguntas deberán ser respondidas en estudios futuros.
PLoS
miércoles, 16 de julio de 2008
Científicos japoneses desarrollan el primer ADN artificial del mundo
Científicos japoneses han puesto a punto el primer ADN artificial del mundo, posibilitando así el desarrollo de un bioordenador potencialmente capaz de representar la información a través de la reacción de moléculas orgánicas: en lugar de ceros y unos, la codificación se realizaría en función del estado de la molécula. Aunque los bioordenadores son en la actualidad meramente teóricos, la cantidad de información que podrían almacenar sería un billón de veces mayor que la de un supercomputador convencional, mientras que la velocidad de cálculo podría estar un millón de veces por encima. Por Juan R. Coca.
Nadie puede negar que nos encontramos inmersos en la tercera revolución industrial, esta vez dirigida por la biología y sus disciplinas afines. De hecho, sectores tecnológicos tan relevantes como el de la informática están comenzando a ver modificado su desarrollo por las innovaciones bióticas.
El ejemplo más relevante de esto viene de la mano de un tipo de ordenadores mucho más rápidos que los actuales: los ordenadores de ADN. Este tipo de ordenadores representan la información a través de la reacción de moléculas orgánicas. De este modo, en lugar de ceros y unos la codificación se realizará en función de estado de la molécula.
El empleo de biomoléculas se debe a su amplia capacidad de reacción, lo que provoca que en un lugar muy reducido éstas tengan una buena capacidad de respuesta ante una gran cantidad de información. De hecho, se especula que la cantidad de información que podrían almacenar estos computadores sería un billón de veces mayor que la de un supercomputador convencional, mientras que la velocidad de cálculo podría estar un millón de veces por encima.
Nuevas investigaciones
Un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Toyama, han publicado un artículo en el Journal of the American Chemical Society en el que describen una clase de C-nucleósidos no naturales (las moléculas del ADN). Estas moléculas, además de ser artificiales, tienen la capacidad de hibridar espontáneamente, lo que configura una estructura molecular estable al calor.
Los autores de esta investigación, Yasuhiro Doi, Junya Chiba, Tomoyuki Morikawa y Masahiko Inouye, apuntan que con anterioridad, distintos científicos habían intentado desarrollar ADN artificial con el fin de ampliar su asombrosa capacidad de almacenamiento de información. Además, en los trabajos previos sólo se lograron incorporar partes artificiales a la molécula natural. Lo que revelan estos investigadores es que han conseguido, por fin, una molécula entera.
Por otro lado, informa Bio-medicine, la molécula de ADN que obtienen estos japoneses es inusualmente estable y su estructura es similar a la del ADN natural, ya que da lugar a una doble hebra pudiendo formar además, con cierta facilidad, una estructura con tres hebras.
Expectativas cibernéticas
A día de hoy, los ordenadores de ADN son una teorización, falta mucho para que las expectativas puedan hacerse realidad. Aún así, las innovaciones publicadas en 2004 en la revista Nature, por los científicos del Weixmann Institute of Science, así como las de los científicos de la Universidad de Columbia y de la Universidad de Nuevo México, abrieron las esperanzas de este campo.
Las primeras consistieron en el desarrollo de un prototipo de ordenador de ADN con capacidad de detección de determinadas células en agua. Las segundas fueron la construcción del computador de ADN denominado MAYA-II, que era capaz de jugar al tres en raya muy lentamente. Estas y otras publicaciones hacen que importantes grupos de investigación apuesten por las investigaciones en este campo.
De hecho, el Centro de Matemática Discreta y Computación Teórica que tiene como miembros asociados a IBM, HP labs, Microsoft Research, entre otros, está investigando sobre esto. Otros grandes grupos de investigación están en el Departamento de Defensa de los E.U.A. y en el Consorcio Europeo de Computación Molecular.
La idea general de las investigaciones es la de considerar al ADN como un software y a las enzimas como el hardware. La gran diferencia es que ambas cosas estarían unidas y se monitorizarían las reacciones resultantes. Todo esto puede parecer ciencia ficción, pero parece ser más realidad que ficción. Además, con esta tecnología bioinformática podría llegar a ser factible los procesos de curación sin cirugía o una diagnosis clínica mucho más barata e infalible, algo que sólo produce asombro.
miércoles 16 Julio 2008
Nadie puede negar que nos encontramos inmersos en la tercera revolución industrial, esta vez dirigida por la biología y sus disciplinas afines. De hecho, sectores tecnológicos tan relevantes como el de la informática están comenzando a ver modificado su desarrollo por las innovaciones bióticas.
El ejemplo más relevante de esto viene de la mano de un tipo de ordenadores mucho más rápidos que los actuales: los ordenadores de ADN. Este tipo de ordenadores representan la información a través de la reacción de moléculas orgánicas. De este modo, en lugar de ceros y unos la codificación se realizará en función de estado de la molécula.
El empleo de biomoléculas se debe a su amplia capacidad de reacción, lo que provoca que en un lugar muy reducido éstas tengan una buena capacidad de respuesta ante una gran cantidad de información. De hecho, se especula que la cantidad de información que podrían almacenar estos computadores sería un billón de veces mayor que la de un supercomputador convencional, mientras que la velocidad de cálculo podría estar un millón de veces por encima.
Nuevas investigaciones
Un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Toyama, han publicado un artículo en el Journal of the American Chemical Society en el que describen una clase de C-nucleósidos no naturales (las moléculas del ADN). Estas moléculas, además de ser artificiales, tienen la capacidad de hibridar espontáneamente, lo que configura una estructura molecular estable al calor.
Los autores de esta investigación, Yasuhiro Doi, Junya Chiba, Tomoyuki Morikawa y Masahiko Inouye, apuntan que con anterioridad, distintos científicos habían intentado desarrollar ADN artificial con el fin de ampliar su asombrosa capacidad de almacenamiento de información. Además, en los trabajos previos sólo se lograron incorporar partes artificiales a la molécula natural. Lo que revelan estos investigadores es que han conseguido, por fin, una molécula entera.
Por otro lado, informa Bio-medicine, la molécula de ADN que obtienen estos japoneses es inusualmente estable y su estructura es similar a la del ADN natural, ya que da lugar a una doble hebra pudiendo formar además, con cierta facilidad, una estructura con tres hebras.
Expectativas cibernéticas
A día de hoy, los ordenadores de ADN son una teorización, falta mucho para que las expectativas puedan hacerse realidad. Aún así, las innovaciones publicadas en 2004 en la revista Nature, por los científicos del Weixmann Institute of Science, así como las de los científicos de la Universidad de Columbia y de la Universidad de Nuevo México, abrieron las esperanzas de este campo.
Las primeras consistieron en el desarrollo de un prototipo de ordenador de ADN con capacidad de detección de determinadas células en agua. Las segundas fueron la construcción del computador de ADN denominado MAYA-II, que era capaz de jugar al tres en raya muy lentamente. Estas y otras publicaciones hacen que importantes grupos de investigación apuesten por las investigaciones en este campo.
De hecho, el Centro de Matemática Discreta y Computación Teórica que tiene como miembros asociados a IBM, HP labs, Microsoft Research, entre otros, está investigando sobre esto. Otros grandes grupos de investigación están en el Departamento de Defensa de los E.U.A. y en el Consorcio Europeo de Computación Molecular.
La idea general de las investigaciones es la de considerar al ADN como un software y a las enzimas como el hardware. La gran diferencia es que ambas cosas estarían unidas y se monitorizarían las reacciones resultantes. Todo esto puede parecer ciencia ficción, pero parece ser más realidad que ficción. Además, con esta tecnología bioinformática podría llegar a ser factible los procesos de curación sin cirugía o una diagnosis clínica mucho más barata e infalible, algo que sólo produce asombro.
miércoles 16 Julio 2008
martes, 8 de julio de 2008
Confirman Que la Especie Humana Estuvo Dividida en Dos Grupos Durante la Mitad de Su Historia
7 de Julio de 2008.
Según los resultados de un nuevo estudio, la especie humana estuvo dividida en dos grupos aislados durante la mitad de su existencia en África. Un cambio climático, la reducción de las poblaciones y las condiciones ambientales adversas, pudieron haber causado y mantenido esta separación.
El matemático Saharon Rosset, de la Escuela de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Tel Aviv, trabajó con Doron Behar del centro Médico Rambam, quien dirigió el equipo de investigación, para analizar ADN africano. Su objetivo era estudiar pautas poblacionales confusas de cientos de miles de años atrás.
Los científicos creen que hace 60.000 años, los humanos anatómicamente modernos comenzaron sus viajes épicos para poblar el mundo. Este periodo de tiempo ha sido el foco principal de las investigaciones antropológicas de tipo genético. Sin embargo, se sabe relativamente poco sobre la historia demográfica de nuestra especie a lo largo de los 140.000 años previos en África.
El nuevo estudio brinda elementos que ayudan a comprender mejor la historia demográfica inicial de las poblaciones humanas antes de partir de África. Estas poblaciones humanas iniciales eran pequeñas y estuvieron aisladas durante decenas de miles de años.
La investigación del equipo se basó en un censo del ADN africano mitocondrial. Este censo, considerado el más amplio de su tipo, incluyó 600 genomas completos de ADN mitocondrial de las poblaciones indígenas de todo el continente.
El ADN mitocondrial, heredado a lo largo de la línea materna, se utilizó en 1987 para descubrir la edad aproximada de la famosa "Eva Mitocondrial", el ancestro femenino común más reciente de todos los seres humanos actuales. Este trabajo ha progresado desde entonces, demostrando de modo inequívoco que la Eva Mitocondrial fue una mujer africana que vivió en alguna época de los últimos 200.000 años.
Datos recientes hacen suponer que el África Oriental sufrió una serie de sequías masivas hace entre 90.000 y 135.000 años. Posiblemente, este cambio climático contribuyó a la prolongada separación entre las poblaciones. Lo sorprendente es el periodo de tiempo que las poblaciones estuvieron separadas; abarcó la mitad de toda nuestra historia como especie.
Información adicional en:
Universidad de Tel Aviv
Según los resultados de un nuevo estudio, la especie humana estuvo dividida en dos grupos aislados durante la mitad de su existencia en África. Un cambio climático, la reducción de las poblaciones y las condiciones ambientales adversas, pudieron haber causado y mantenido esta separación.
El matemático Saharon Rosset, de la Escuela de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Tel Aviv, trabajó con Doron Behar del centro Médico Rambam, quien dirigió el equipo de investigación, para analizar ADN africano. Su objetivo era estudiar pautas poblacionales confusas de cientos de miles de años atrás.
Los científicos creen que hace 60.000 años, los humanos anatómicamente modernos comenzaron sus viajes épicos para poblar el mundo. Este periodo de tiempo ha sido el foco principal de las investigaciones antropológicas de tipo genético. Sin embargo, se sabe relativamente poco sobre la historia demográfica de nuestra especie a lo largo de los 140.000 años previos en África.
El nuevo estudio brinda elementos que ayudan a comprender mejor la historia demográfica inicial de las poblaciones humanas antes de partir de África. Estas poblaciones humanas iniciales eran pequeñas y estuvieron aisladas durante decenas de miles de años.
La investigación del equipo se basó en un censo del ADN africano mitocondrial. Este censo, considerado el más amplio de su tipo, incluyó 600 genomas completos de ADN mitocondrial de las poblaciones indígenas de todo el continente.
El ADN mitocondrial, heredado a lo largo de la línea materna, se utilizó en 1987 para descubrir la edad aproximada de la famosa "Eva Mitocondrial", el ancestro femenino común más reciente de todos los seres humanos actuales. Este trabajo ha progresado desde entonces, demostrando de modo inequívoco que la Eva Mitocondrial fue una mujer africana que vivió en alguna época de los últimos 200.000 años.
Datos recientes hacen suponer que el África Oriental sufrió una serie de sequías masivas hace entre 90.000 y 135.000 años. Posiblemente, este cambio climático contribuyó a la prolongada separación entre las poblaciones. Lo sorprendente es el periodo de tiempo que las poblaciones estuvieron separadas; abarcó la mitad de toda nuestra historia como especie.
Información adicional en:
Universidad de Tel Aviv
La experiencia es la madre de la intuición
Un estudio realizado por la Universidad Linköping (Suecia) demuestra que la intuición tiene una base neurobiológica.
Según ha explicado el investigador Lars-Erik Björklund, autor del estudio, en varias investigaciones realizadas desde 1980 con enfermeras se demostró que aquellas que habían ejercido su profesión durante un largo tiempo eran también las que hacían juicios más acertados y rápidos. El hecho de que las personas con una amplia experiencia son a menudo mejores que el resto en lo que hacen no es nada nuevo, asegura Björklund, si bien hasta el momento no se había encontrado una explicación.
Hace unos años, los neurocientíficos descubrieron que el cerebro humano tiene un sistema dual para recibir y analizar las impresiones sensoriales, conscientes e inconscientes. En las inconscientes, las impresiones sensoriales son comparadas con imágenes que ya teníamos en almacenadas en el cerebro.
Además, las personas también recuerdan el resultado de sus actos y las consecuencias, positivas o negativas. De este modo, ante una situación, teniendo en cuenta las impresiones sensoriales asociadas, son capaces de predecir lo que va a suceder.
Cuantas más situaciones distintas vive una persona, más rico es su álbum de imágenes y será más probable que pueda reaccionar ante una situación, reconocerla y manejarla. "Puede que lo que llamamos intuición sea una cuestión de olores, de gestos y, en definitiva, una mezcla de impresiones", asegura Björklund, quien también llama a la intuición “sabiduría práctica”. Según el investigador, esto implica que hay que reconsiderar las horas que se dedican a la formación práctica de los profesionales. "Necesitamos ver, sentir, oler, escuchar, saborear y experimentar; este conjunto de datos no puede ser sustituido por un curso de literatura", subraya.
Universidad Linköping (www.liu.se )
Según ha explicado el investigador Lars-Erik Björklund, autor del estudio, en varias investigaciones realizadas desde 1980 con enfermeras se demostró que aquellas que habían ejercido su profesión durante un largo tiempo eran también las que hacían juicios más acertados y rápidos. El hecho de que las personas con una amplia experiencia son a menudo mejores que el resto en lo que hacen no es nada nuevo, asegura Björklund, si bien hasta el momento no se había encontrado una explicación.
Hace unos años, los neurocientíficos descubrieron que el cerebro humano tiene un sistema dual para recibir y analizar las impresiones sensoriales, conscientes e inconscientes. En las inconscientes, las impresiones sensoriales son comparadas con imágenes que ya teníamos en almacenadas en el cerebro.
Además, las personas también recuerdan el resultado de sus actos y las consecuencias, positivas o negativas. De este modo, ante una situación, teniendo en cuenta las impresiones sensoriales asociadas, son capaces de predecir lo que va a suceder.
Cuantas más situaciones distintas vive una persona, más rico es su álbum de imágenes y será más probable que pueda reaccionar ante una situación, reconocerla y manejarla. "Puede que lo que llamamos intuición sea una cuestión de olores, de gestos y, en definitiva, una mezcla de impresiones", asegura Björklund, quien también llama a la intuición “sabiduría práctica”. Según el investigador, esto implica que hay que reconsiderar las horas que se dedican a la formación práctica de los profesionales. "Necesitamos ver, sentir, oler, escuchar, saborear y experimentar; este conjunto de datos no puede ser sustituido por un curso de literatura", subraya.
Universidad Linköping (www.liu.se )
Reconocimiento de rostros
Del ingente mundo de los insectos, sólo las llamadas “avispas de papel” son capaces de reconocer a otros individuos de su especie por los rasgos o patrones de su cara. ¿Son acaso superdotadas? Parece que nada de eso, según Wulfila Gronenberg, de la Universidad de Arizona, que ha estudiado tal habilidad en estas avispas. Tras comparar los cerebros de ejemplares que poseían la capacidad de identificar caras con otros que carecían de ella, Gronenberg constastó que no hay diferencias apreciables ni en las estructuras neuronales ni en los órganos visuales.
Así pues, el reconocimiento facial apenas implicaría más desarrollo que discriminar entre diferentes predadores o alimentos, lo que puede aclarar cómo evolucionó esta facultad en mentes animales más avanzadas.
Así pues, el reconocimiento facial apenas implicaría más desarrollo que discriminar entre diferentes predadores o alimentos, lo que puede aclarar cómo evolucionó esta facultad en mentes animales más avanzadas.
jueves, 26 de junio de 2008
Peces robóticos que se organizan
Crean peces robotizados capaces de organizarse entre sí
Se comunican vía wireless y servirán para explorar zonas submarinas de difícil acceso
Ingenieros de la Universidad de Washington han ideado unos robots submarinos capaces de trabajar independientemente comunicándose entre sí vía wireless. El robot se llama “Robofish”, y se diferencia del resto de robots submarinos en que tienen la capacidad de organizarse porque pueden comunicarse entre sí y con el exterior vía wireless. Su creadora ha sido la ingeniera Kristi Morgansen, que se ha inspirado en el comportamiento que sigue un grupo de peces a los que ha estado observando y estudiando. La idea es que esta tecnología pueda usarse, entre otras cosas, para seguir grupos de ballenas, manchas contaminantes o explorar partes del océano inaccesibles para el ser humano. Por Raúl Morales.
Ingenieros de la Universidad de Washington han ideado unos robots submarinos capaces de trabajar independientemente comunicándose entre sí vía wireless. Mientras la mayor parte de los robots oceánicos creados hasta la fecha necesitan comunicarse periódicamente con los científicos o con satélites intermediarios para intercambiar información, este diseño (inspirado en el comportamiento de los peces) puede trabajar en cooperación comunicándose únicamente entre ellos.
En los últimos cinco años, Kristi Morgansen, profesora asistente de astronáutica y aeronáutica en la Universidad de Washington, ha construido tres “Robofish” que se comunican unos con otros bajo el agua. Recientemente, ha presentado los resultados de estos años de trabajo en la International Federation of Automatic Control's Workshop on Navigation, Guidance and Control of Underwater Vehicles, donde ha constatado que los primeros test de esta nueva tecnología han sido satisfactorios.
Los robots fueron programados para nadar todos a la vez hacia una misma dirección o para que todos los hicieran en diferentes direcciones. Estas tareas básicas pueden proporcionar las bases para coordinar en el futuro el movimiento de un grupo de robots.
Este experimento ha tenido lugar en un tanque de agua, pero sólo es el principio para crear sistemas capaces de hacer mejores exploraciones bajo las aguas oceánicas.
“Los robots acuáticos no necesitan oxígeno. La única razón por la que tienen que volver a la superficie ahora mismo es para comunicarse”, comenta Morgansen, en un comunicado de prensa. La gran ventaja de su robot es que no necesita volver a la superpie hasta no haber completado su misión.
Explorar medios hostiles
En el futuro, estos grupos de robots submarinos podrían seguir de un modo organizado y cooperando objetivos bajo el agua, como ballenas o una marea negra, explorar cuevas, aguas bajo el hielo o medios peligrosos y hostiles para el ser humano.
El Robofish, que tiene el mismo tamaño que un salmón de unos cuatro kilos, tiene el mismo aspecto que un pez porque usa aletas en lugar de hélices, como suele ser habitual. Las aletas los hacen más maniobrables y menos resistentes aerodinámicamente.
Otros investigadores en el mundo están construyendo robots con aspecto de pez, sin embargo la gran novedad del desarrollo de la Universidad de Washington es que su robot-pez se puede comunicar con la superficie vía wireless.
Para crear el Robofish, Morgansen se ha inspirado una vez más en los sistemas naturales. La ingeniera ha trabajado con Julia Parrish, profesora de la Escuela de Ciencias Acuáticas y Pesca de la Universidad de Washington, para recoger los patrones de peces agrupados.
“Observando animales agrupados, se pueden conseguir maniobras más eficientes y comportamientos más suaves que los que actualmente somos capaces de construir”, explica Morgansen. “La idea de estos experimentos es preguntarnos cómo funcionan y si podemos extraer de ellos algunas ideas”.
El equipo adiestró a algunos peces para que respondieran a estímulos nadando hacia un área en el que tenían alimento. Los científicos han descubierto que, incluso habiendo adiestrado a menos de un tercio del grupo, todo él nadaba hacia esa zona a la vez.
Comportamiento de grupo
“El pez que tiene las ideas claras tiende a dominar sobre aquellos que no las tienen”, comenta Morgensen. “Esto tiene implicaciones sobre lo que va a pasar si se aplica a un grupo de vehículos. ¿Puede un vehículo hacer que el resto de vehículos del grupo haga algo sólo basándose en su comportamiento?”
Además de encontrar la mejor manera para que los robots se coordinen entre sí, los ingenieros se han tenido que enfrentar al problema de cómo transmitir información a través de la densidad del agua.
“Cuando se está bajo el agua, no es posible mandar un montón de datos (vía wireless a través del agua)”, dice Morgansen. Se refiere a que sólo se pueden mandar 80 bytes o 32 números por segundo.
La energía que se necesita para mandar la información a una larga distancia es prohitiva si tenemos en cuenta que las baterías de los robots están limitadas. Además, las señales pueden perderse cuando topan con la superficie de algún obstáculo encontrado en su camino.
Para enviar mensajes entre los Robofish se han usado pulsos de sonar de baja frecuencia u ondas de presión (un tipo de ondas elásticas que pueden viajar a través de líquidos). Los resultados de los primeros experimentos hechos con este dispositivo han puesto de manifiesto que sólo la mitad de la información llegaba satisfactoriamente al robot destinatario.
Ahora los investigadores están usando la habilidad de coordinación que ha demostrado ya su robot pez para hacer tareas similares a las que se tendrá que enfrentar en el océano. Su primera misión será este verano y consistirá en seguir un tiburón de juguete manejado por control remoto.
Se comunican vía wireless y servirán para explorar zonas submarinas de difícil acceso
Ingenieros de la Universidad de Washington han ideado unos robots submarinos capaces de trabajar independientemente comunicándose entre sí vía wireless. El robot se llama “Robofish”, y se diferencia del resto de robots submarinos en que tienen la capacidad de organizarse porque pueden comunicarse entre sí y con el exterior vía wireless. Su creadora ha sido la ingeniera Kristi Morgansen, que se ha inspirado en el comportamiento que sigue un grupo de peces a los que ha estado observando y estudiando. La idea es que esta tecnología pueda usarse, entre otras cosas, para seguir grupos de ballenas, manchas contaminantes o explorar partes del océano inaccesibles para el ser humano. Por Raúl Morales.
Ingenieros de la Universidad de Washington han ideado unos robots submarinos capaces de trabajar independientemente comunicándose entre sí vía wireless. Mientras la mayor parte de los robots oceánicos creados hasta la fecha necesitan comunicarse periódicamente con los científicos o con satélites intermediarios para intercambiar información, este diseño (inspirado en el comportamiento de los peces) puede trabajar en cooperación comunicándose únicamente entre ellos.
En los últimos cinco años, Kristi Morgansen, profesora asistente de astronáutica y aeronáutica en la Universidad de Washington, ha construido tres “Robofish” que se comunican unos con otros bajo el agua. Recientemente, ha presentado los resultados de estos años de trabajo en la International Federation of Automatic Control's Workshop on Navigation, Guidance and Control of Underwater Vehicles, donde ha constatado que los primeros test de esta nueva tecnología han sido satisfactorios.
Los robots fueron programados para nadar todos a la vez hacia una misma dirección o para que todos los hicieran en diferentes direcciones. Estas tareas básicas pueden proporcionar las bases para coordinar en el futuro el movimiento de un grupo de robots.
Este experimento ha tenido lugar en un tanque de agua, pero sólo es el principio para crear sistemas capaces de hacer mejores exploraciones bajo las aguas oceánicas.
“Los robots acuáticos no necesitan oxígeno. La única razón por la que tienen que volver a la superficie ahora mismo es para comunicarse”, comenta Morgansen, en un comunicado de prensa. La gran ventaja de su robot es que no necesita volver a la superpie hasta no haber completado su misión.
Explorar medios hostiles
En el futuro, estos grupos de robots submarinos podrían seguir de un modo organizado y cooperando objetivos bajo el agua, como ballenas o una marea negra, explorar cuevas, aguas bajo el hielo o medios peligrosos y hostiles para el ser humano.
El Robofish, que tiene el mismo tamaño que un salmón de unos cuatro kilos, tiene el mismo aspecto que un pez porque usa aletas en lugar de hélices, como suele ser habitual. Las aletas los hacen más maniobrables y menos resistentes aerodinámicamente.
Otros investigadores en el mundo están construyendo robots con aspecto de pez, sin embargo la gran novedad del desarrollo de la Universidad de Washington es que su robot-pez se puede comunicar con la superficie vía wireless.
Para crear el Robofish, Morgansen se ha inspirado una vez más en los sistemas naturales. La ingeniera ha trabajado con Julia Parrish, profesora de la Escuela de Ciencias Acuáticas y Pesca de la Universidad de Washington, para recoger los patrones de peces agrupados.
“Observando animales agrupados, se pueden conseguir maniobras más eficientes y comportamientos más suaves que los que actualmente somos capaces de construir”, explica Morgansen. “La idea de estos experimentos es preguntarnos cómo funcionan y si podemos extraer de ellos algunas ideas”.
El equipo adiestró a algunos peces para que respondieran a estímulos nadando hacia un área en el que tenían alimento. Los científicos han descubierto que, incluso habiendo adiestrado a menos de un tercio del grupo, todo él nadaba hacia esa zona a la vez.
Comportamiento de grupo
“El pez que tiene las ideas claras tiende a dominar sobre aquellos que no las tienen”, comenta Morgensen. “Esto tiene implicaciones sobre lo que va a pasar si se aplica a un grupo de vehículos. ¿Puede un vehículo hacer que el resto de vehículos del grupo haga algo sólo basándose en su comportamiento?”
Además de encontrar la mejor manera para que los robots se coordinen entre sí, los ingenieros se han tenido que enfrentar al problema de cómo transmitir información a través de la densidad del agua.
“Cuando se está bajo el agua, no es posible mandar un montón de datos (vía wireless a través del agua)”, dice Morgansen. Se refiere a que sólo se pueden mandar 80 bytes o 32 números por segundo.
La energía que se necesita para mandar la información a una larga distancia es prohitiva si tenemos en cuenta que las baterías de los robots están limitadas. Además, las señales pueden perderse cuando topan con la superficie de algún obstáculo encontrado en su camino.
Para enviar mensajes entre los Robofish se han usado pulsos de sonar de baja frecuencia u ondas de presión (un tipo de ondas elásticas que pueden viajar a través de líquidos). Los resultados de los primeros experimentos hechos con este dispositivo han puesto de manifiesto que sólo la mitad de la información llegaba satisfactoriamente al robot destinatario.
Ahora los investigadores están usando la habilidad de coordinación que ha demostrado ya su robot pez para hacer tareas similares a las que se tendrá que enfrentar en el océano. Su primera misión será este verano y consistirá en seguir un tiburón de juguete manejado por control remoto.
martes, 24 de junio de 2008
Las emociones pueden ser evocadas de manera inconciente
martes, 17 de junio de 2008 08:20
La mayoría de las personas está de acuerdo con que las emociones pueden ser causadas por un evento específico y que la persona que las experimenta es consciente de la causa. Pero una investigación reciente sugiere que las emociones también pueden ser evocadas y manipuladas de manera inconsciente.
La psicóloga Kirsten Ruys y su colega Diederik Stapel del Instituto para la Investigación de las Conductas Económicas en la Universidad de Tillburg, en Los Países Bajos, han revelado la primera evidencia empírica que sugiere que los humanos no necesitamos ser conscientes del evento que causó nuestro estado de ánimo o emociones, para ser afectados por él. Los científicos elaboraron la hipótesis de que, debido a que los humanos hemos evolucionado para responder rápida e inconscientemente a los estímulos, debemos ser capaces de reaccionar ante un evento emocional sin tener plena conciencia de ello.
Los investigadores midieron los pensamientos, sentimientos y comportamiento de los sujetos de estudio para determinar si emociones específicas eran inducidas en ellos sin que fuesen conscientes de su causa. En el estudio se puso a prueba la teoría de que, debido a la selección natural, los humanos deberíamos ser capaces de detectar automáticamente informaciones específicas que evocan emociones.
Los participantes fueron separados en tres grupos y se les dijo que en el monitor de un ordenador podían aparecer destellos muy cortos. Entonces se les indicó que presionaran la tecla "R" si el destello aparecía en la parte derecha de la pantalla, o la tecla "L" si aparecía en la izquierda.
En realidad, los "destellos" eran imágenes subliminales seleccionadas para provocar miedo, asco o ninguna emoción. Las imágenes aparecían a velocidades variables, pero lo bastante altas como para que a los participantes les resultase imposible ser del todo conscientes de su presencia. En otras palabras, los participantes no se percataban de que estaban mirando imágenes de perros gruñendo amenazantemente, o inodoros sucios, o imágenes neutrales tales como caballos o sillas.
Entonces, se realizaron pruebas a los participantes para medir los efectos de las imágenes en su cognición, sentimientos y comportamiento.
Los llamativos resultados respaldan fuertemente la validez de la teoría puesta a prueba por los psicólogos. Aquellos participantes que miraron sólo las imágenes subliminales desagradables fueron más propensos a utilizar palabras desagradables en un ejercicio que consistía en completar textos con palabras, y a describir sus sentimientos con palabras similares. El resultado equivalente se constató con la reacción de quienes vieron sólo las imágenes que inducían miedo.
Los psicólogos comprobaron también que después de exposiciones rápidas (120 milisegundos) a estímulos emocionales, se desarrolló un estado de ánimo negativo general acompañado por emociones específicas, tales como miedo, después de ver imágenes atemorizantes. Después de las exposiciones ultraveloces (40 milisegundos), sólo se indujo un estado de ánimo negativo general sin una emoción específica involucrada.
La mayoría de las personas está de acuerdo con que las emociones pueden ser causadas por un evento específico y que la persona que las experimenta es consciente de la causa. Pero una investigación reciente sugiere que las emociones también pueden ser evocadas y manipuladas de manera inconsciente.
La psicóloga Kirsten Ruys y su colega Diederik Stapel del Instituto para la Investigación de las Conductas Económicas en la Universidad de Tillburg, en Los Países Bajos, han revelado la primera evidencia empírica que sugiere que los humanos no necesitamos ser conscientes del evento que causó nuestro estado de ánimo o emociones, para ser afectados por él. Los científicos elaboraron la hipótesis de que, debido a que los humanos hemos evolucionado para responder rápida e inconscientemente a los estímulos, debemos ser capaces de reaccionar ante un evento emocional sin tener plena conciencia de ello.
Los investigadores midieron los pensamientos, sentimientos y comportamiento de los sujetos de estudio para determinar si emociones específicas eran inducidas en ellos sin que fuesen conscientes de su causa. En el estudio se puso a prueba la teoría de que, debido a la selección natural, los humanos deberíamos ser capaces de detectar automáticamente informaciones específicas que evocan emociones.
Los participantes fueron separados en tres grupos y se les dijo que en el monitor de un ordenador podían aparecer destellos muy cortos. Entonces se les indicó que presionaran la tecla "R" si el destello aparecía en la parte derecha de la pantalla, o la tecla "L" si aparecía en la izquierda.
En realidad, los "destellos" eran imágenes subliminales seleccionadas para provocar miedo, asco o ninguna emoción. Las imágenes aparecían a velocidades variables, pero lo bastante altas como para que a los participantes les resultase imposible ser del todo conscientes de su presencia. En otras palabras, los participantes no se percataban de que estaban mirando imágenes de perros gruñendo amenazantemente, o inodoros sucios, o imágenes neutrales tales como caballos o sillas.
Entonces, se realizaron pruebas a los participantes para medir los efectos de las imágenes en su cognición, sentimientos y comportamiento.
Los llamativos resultados respaldan fuertemente la validez de la teoría puesta a prueba por los psicólogos. Aquellos participantes que miraron sólo las imágenes subliminales desagradables fueron más propensos a utilizar palabras desagradables en un ejercicio que consistía en completar textos con palabras, y a describir sus sentimientos con palabras similares. El resultado equivalente se constató con la reacción de quienes vieron sólo las imágenes que inducían miedo.
Los psicólogos comprobaron también que después de exposiciones rápidas (120 milisegundos) a estímulos emocionales, se desarrolló un estado de ánimo negativo general acompañado por emociones específicas, tales como miedo, después de ver imágenes atemorizantes. Después de las exposiciones ultraveloces (40 milisegundos), sólo se indujo un estado de ánimo negativo general sin una emoción específica involucrada.
Sinestecias
jueves, 19 de junio de 2008 08:05
Un raro fenómeno psicológico conocido como "sinestesia grafema-color" hace que quienes lo experimentan perciban vívidos colores siempre que ven, oyen, o piensan en letras y dígitos ordinarios. Se ha venido considerando que un rasgo distintivo de la sinestesia es que la mayoría de las personas que la experimentan ven cada una individualizadamente, de forma reiterada y coherente, los mismos colores acompañando a grafemas específicos, en tanto que pocas de ellas parecen compartir la misma "tabla de equivalencias". Ahora, los resultados de una nueva investigación se agregan a un conjunto creciente de evidencias que hace pensar en que sí existen elementos comunes a distintas personas con esta clase de sinestesia.
En su estudio propio sobre 70 personas con sinestesia, y en un nuevo análisis de 19 más a partir de datos previamente publicados, la psicóloga Julia Simner, de la Universidad de Edimburgo, y Jamie Ward de la Universidad de Sussex han encontrado que las personas con sinestesia comparten ciertas combinaciones de grafema-color. Por ejemplo, la letra "a" es frecuentemente asociada con la percepción del color rojo.
Otro hallazgo interesante es que los emparejamientos están determinados por cuán frecuentemente se utilizan el grafema y los términos de los colores en el idioma: Las letras comunes (por ejemplo, "a") se asocian a nombres de colores corrientes (por ejemplo, "rojo"), mientras que las letras con un uso menor (por ejemplo "v") se asocian a nombres de colores menos usuales (por ejemplo, "morado").
Esto muestra que las experiencias perceptuales de la sinestesia están influenciadas por el aprendizaje y las características del entorno del sujeto.
Aunque estos resultados pueden ayudar a explicar rasgos comunes de la sinestesia, la relación precisa sigue sin estar clara, según reconocen los autores del estudio.
Un raro fenómeno psicológico conocido como "sinestesia grafema-color" hace que quienes lo experimentan perciban vívidos colores siempre que ven, oyen, o piensan en letras y dígitos ordinarios. Se ha venido considerando que un rasgo distintivo de la sinestesia es que la mayoría de las personas que la experimentan ven cada una individualizadamente, de forma reiterada y coherente, los mismos colores acompañando a grafemas específicos, en tanto que pocas de ellas parecen compartir la misma "tabla de equivalencias". Ahora, los resultados de una nueva investigación se agregan a un conjunto creciente de evidencias que hace pensar en que sí existen elementos comunes a distintas personas con esta clase de sinestesia.
En su estudio propio sobre 70 personas con sinestesia, y en un nuevo análisis de 19 más a partir de datos previamente publicados, la psicóloga Julia Simner, de la Universidad de Edimburgo, y Jamie Ward de la Universidad de Sussex han encontrado que las personas con sinestesia comparten ciertas combinaciones de grafema-color. Por ejemplo, la letra "a" es frecuentemente asociada con la percepción del color rojo.
Otro hallazgo interesante es que los emparejamientos están determinados por cuán frecuentemente se utilizan el grafema y los términos de los colores en el idioma: Las letras comunes (por ejemplo, "a") se asocian a nombres de colores corrientes (por ejemplo, "rojo"), mientras que las letras con un uso menor (por ejemplo "v") se asocian a nombres de colores menos usuales (por ejemplo, "morado").
Esto muestra que las experiencias perceptuales de la sinestesia están influenciadas por el aprendizaje y las características del entorno del sujeto.
Aunque estos resultados pueden ayudar a explicar rasgos comunes de la sinestesia, la relación precisa sigue sin estar clara, según reconocen los autores del estudio.
viernes, 20 de junio de 2008
mentes comparadas.
Las abejas y los humanos toman decisiones de manera similar
Buscamos la apuesta segura ante dos posibles recompensas, priorizando la claridad de las opciones
A la hora de optar por dos opciones para obtener una recompensa, las abejas y los humanos funcionamos de manera parecida, señala un estudio realizado por científicos de Israel. Ambas especies damos importancia no sólo al beneficio que obtendremos, sino también a la claridad de la información con la que contemos acerca de dicho beneficio. La investigación fue realizada con 50 estudiantes universitarios y abejas. Los primeros debían elegir entre dos opciones que les proporcionaban más o menos dinero. Las abejas entre dos opciones de las que dependía obtener gotas de agua azucarada con mayor o menor concentración de azúcar. Los dos grupos funcionaron de manera similar: eligiendo las opciones más seguras y en función de la claridad con que dichas opciones les fueron presentadas. Por Yaiza Martínez.
Cuando se presenta la oportunidad de obtener una recompensa importante acometiendo una acción arriesgada, las personas y las abejas utilizan el mismo mecanismo de toma de decisiones, señala un equipo de investigadores del Technion-Israel Institute of Technology, de la Universidad de Tel Aviv y de la Hebrew University de Israel.
Según publica The Jerusalem Post, los investigadores han descubierto que la gente está más dispuesta a jugársela en una acción de riesgo cuando las diferencias entre las posibles ganancias está bien definida. Por el contrario, si estas diferencias son difíciles de distinguir, prefieren elegir la opción segura, incluso si la probabilidad de fallar en la elección no ha cambiado nada.
El descubrimiento resulta relevante para tratar de saber cómo la gente decide invertir en, por ejemplo, la Bolsa; optar por una determinada persona para casarse, por un lugar concreto de trabajo o por ser honesto en lugar de cometer delitos.
En la revista Nature, además, los investigadores han explicado que la tendencia de la gente de seleccionar la opción más segura entre dos opciones aumenta cuando dicha opción supone una buena ganancia asegurada (es decir, que las personas prefieren una ganancia segura de tres sobre una ganancia de cuatro menos segura). Estos comportamientos se dan también en las abejas.
Experimentos con humanos y animales
En una serie de pruebas realizadas con 50 estudiantes universitarios, los participantes tenían que elegir entre dos teclas de ordenador que no tenían ninguna marca. Pulsando en una de ellas, los voluntarios percibían una recompensa de tres créditos con una seguridad del 100%, mientras que apretando la otra tecla, el pago era de cuatro créditos con una seguridad del 80%.
Los 50 estudiantes aprendían esto a base de probar con ambas teclas y en la medida en que los resultados de sus opciones iban apareciendo en la pantalla del ordenador. En total tuvieron que tomar 400 decisiones, y tendieron a elegir la estrategia arriesgada cuando las recompensas estaban representadas por números simples, como tres créditos o cuatro créditos. Cuando estos números fueron sustituidos por cifras como 30 ó 40 puntos –también claros- se mantuvieron resultados similares.
Sin embargo, cuando los números se reemplazaron por 30 o 40 puntos difuminados de manera que era más difícil distinguir entre ambas recompensas, los participantes cambiaron sus acciones hacia el resultado más seguro.
También las abejas fueron sometidas a pruebas similares, en este caso utilizando su sentido del olfato, y recompensas de gotas de solución azucarada de diversas concentraciones.
Abejas seguras
En primer lugar, los investigadores probaron a las abejas con recompensas para alternativas arriesgadas y seguras a un 10 y a un 5% de concentración de azúcar, respectivamente.
En un segundo experimento, las recompensas fueron menos fáciles de discriminar, entre un 6,7% y un 5% de concentración del azúcar en las gotas y, en una tercera prueba, las recompensas de ambas alternativas fueron del mismo porcentaje. Las abejas tuvieron que optar en 32 ocasiones entre dos olores.
Tendieron, como los humanos, a optar por la estrategia más arriesgada sólo cuando su elección era fácilmente discernible, publica la American Technion Society.
Uno de los autores del estudio, el profesor Ido Erev, del Instituto Technion, señala que la similitud de las respuestas entre las abejas y los humanos demuestra que los procesos de toma de decisiones comienzan a darse en estadios muy tempranos de la evolución, y que suponen un fenómeno muy básico que comparten los humanos con diversos animales.
Erev y sus colaboradores están especializados en el estudio del comportamiento humano en entornos económicos. En investigaciones anteriores, por ejemplo, habían analizado la diferencia en las tomas de decisiones acerca de ganancias entre ratas y humanos.
Señales claras
De esta forma, determinaron que hay gente que no es más hábil que las ratas en su toma de decisiones. Cuando, en un experimento, a las ratas se las enfrentó repetidamente con la opción de recibir una gran recompensa rara vez o una pequeña recompensa con seguridad, los animales escogieron la opción segura, incluso cuando eso suponía una media general menor de recompensas.
Por el contrario, humanos enfrentados a una situación similar, en un juego económico de ordenador, tendieron a escoger la recompensa mayor, incluso cuando ésta era en total menor que las recompensas menores.
Los científicos decidieron descubrir por qué se producía esta diferencia, y lo han averiguado gracias al experimento con las abejas y los 50 estudiantes: para ambas especies, la decisión final depende, no sólo de la recompensa, sino de las señales que perciban acerca de éstas.
En el caso de los humanos, estas señales consistieron en saber la cantidad precisa de recompensa que les esperaba mediante los números, y en el de las abejas mediante el olor. Los investigadores sospechan, por tanto, que la exactitud en la percepción influye en las decisiones finales.
No es la primera vez que tratamos las coincidencias entre los comportamientos humanos y animales en Tendencias21. Otras similitudes entre nuestra especie y las demás demostradas por los científicos son, por ejemplo, que tanto los pájaros como los humanos hacemos planes para el futuro o que los primates tienen un sentido de la justicia parecido al nuestro.
Buscamos la apuesta segura ante dos posibles recompensas, priorizando la claridad de las opciones
A la hora de optar por dos opciones para obtener una recompensa, las abejas y los humanos funcionamos de manera parecida, señala un estudio realizado por científicos de Israel. Ambas especies damos importancia no sólo al beneficio que obtendremos, sino también a la claridad de la información con la que contemos acerca de dicho beneficio. La investigación fue realizada con 50 estudiantes universitarios y abejas. Los primeros debían elegir entre dos opciones que les proporcionaban más o menos dinero. Las abejas entre dos opciones de las que dependía obtener gotas de agua azucarada con mayor o menor concentración de azúcar. Los dos grupos funcionaron de manera similar: eligiendo las opciones más seguras y en función de la claridad con que dichas opciones les fueron presentadas. Por Yaiza Martínez.
Cuando se presenta la oportunidad de obtener una recompensa importante acometiendo una acción arriesgada, las personas y las abejas utilizan el mismo mecanismo de toma de decisiones, señala un equipo de investigadores del Technion-Israel Institute of Technology, de la Universidad de Tel Aviv y de la Hebrew University de Israel.
Según publica The Jerusalem Post, los investigadores han descubierto que la gente está más dispuesta a jugársela en una acción de riesgo cuando las diferencias entre las posibles ganancias está bien definida. Por el contrario, si estas diferencias son difíciles de distinguir, prefieren elegir la opción segura, incluso si la probabilidad de fallar en la elección no ha cambiado nada.
El descubrimiento resulta relevante para tratar de saber cómo la gente decide invertir en, por ejemplo, la Bolsa; optar por una determinada persona para casarse, por un lugar concreto de trabajo o por ser honesto en lugar de cometer delitos.
En la revista Nature, además, los investigadores han explicado que la tendencia de la gente de seleccionar la opción más segura entre dos opciones aumenta cuando dicha opción supone una buena ganancia asegurada (es decir, que las personas prefieren una ganancia segura de tres sobre una ganancia de cuatro menos segura). Estos comportamientos se dan también en las abejas.
Experimentos con humanos y animales
En una serie de pruebas realizadas con 50 estudiantes universitarios, los participantes tenían que elegir entre dos teclas de ordenador que no tenían ninguna marca. Pulsando en una de ellas, los voluntarios percibían una recompensa de tres créditos con una seguridad del 100%, mientras que apretando la otra tecla, el pago era de cuatro créditos con una seguridad del 80%.
Los 50 estudiantes aprendían esto a base de probar con ambas teclas y en la medida en que los resultados de sus opciones iban apareciendo en la pantalla del ordenador. En total tuvieron que tomar 400 decisiones, y tendieron a elegir la estrategia arriesgada cuando las recompensas estaban representadas por números simples, como tres créditos o cuatro créditos. Cuando estos números fueron sustituidos por cifras como 30 ó 40 puntos –también claros- se mantuvieron resultados similares.
Sin embargo, cuando los números se reemplazaron por 30 o 40 puntos difuminados de manera que era más difícil distinguir entre ambas recompensas, los participantes cambiaron sus acciones hacia el resultado más seguro.
También las abejas fueron sometidas a pruebas similares, en este caso utilizando su sentido del olfato, y recompensas de gotas de solución azucarada de diversas concentraciones.
Abejas seguras
En primer lugar, los investigadores probaron a las abejas con recompensas para alternativas arriesgadas y seguras a un 10 y a un 5% de concentración de azúcar, respectivamente.
En un segundo experimento, las recompensas fueron menos fáciles de discriminar, entre un 6,7% y un 5% de concentración del azúcar en las gotas y, en una tercera prueba, las recompensas de ambas alternativas fueron del mismo porcentaje. Las abejas tuvieron que optar en 32 ocasiones entre dos olores.
Tendieron, como los humanos, a optar por la estrategia más arriesgada sólo cuando su elección era fácilmente discernible, publica la American Technion Society.
Uno de los autores del estudio, el profesor Ido Erev, del Instituto Technion, señala que la similitud de las respuestas entre las abejas y los humanos demuestra que los procesos de toma de decisiones comienzan a darse en estadios muy tempranos de la evolución, y que suponen un fenómeno muy básico que comparten los humanos con diversos animales.
Erev y sus colaboradores están especializados en el estudio del comportamiento humano en entornos económicos. En investigaciones anteriores, por ejemplo, habían analizado la diferencia en las tomas de decisiones acerca de ganancias entre ratas y humanos.
Señales claras
De esta forma, determinaron que hay gente que no es más hábil que las ratas en su toma de decisiones. Cuando, en un experimento, a las ratas se las enfrentó repetidamente con la opción de recibir una gran recompensa rara vez o una pequeña recompensa con seguridad, los animales escogieron la opción segura, incluso cuando eso suponía una media general menor de recompensas.
Por el contrario, humanos enfrentados a una situación similar, en un juego económico de ordenador, tendieron a escoger la recompensa mayor, incluso cuando ésta era en total menor que las recompensas menores.
Los científicos decidieron descubrir por qué se producía esta diferencia, y lo han averiguado gracias al experimento con las abejas y los 50 estudiantes: para ambas especies, la decisión final depende, no sólo de la recompensa, sino de las señales que perciban acerca de éstas.
En el caso de los humanos, estas señales consistieron en saber la cantidad precisa de recompensa que les esperaba mediante los números, y en el de las abejas mediante el olor. Los investigadores sospechan, por tanto, que la exactitud en la percepción influye en las decisiones finales.
No es la primera vez que tratamos las coincidencias entre los comportamientos humanos y animales en Tendencias21. Otras similitudes entre nuestra especie y las demás demostradas por los científicos son, por ejemplo, que tanto los pájaros como los humanos hacemos planes para el futuro o que los primates tienen un sentido de la justicia parecido al nuestro.
jueves, 19 de junio de 2008
La Cibernética: Avance de la ciencia cognitiva
La fase cibernética de la ciencia cognitiva produjo una impresionante gama de resultados concretos, como el uso de la lógica matemática para comprender el funcionamiento del sistema nervioso, la invención de máquinas procesadoras de datos, sentando las bases para la Inteligencia Artificial; el establecimiento de la metadisciplina de la teoría de los sistemas, la teoría de la información como una teoría estadística acerca de las señales y canales de comunicación, los primeros ejemplos de los sistemas autoorganizativos, etc.
La intención declarada del movimiento cibernético era crear una ciencia de la mente. Para sus seguidores, estos fenómenos solo habían sido analizados desde un perspectiva psicológica y filosófica, dejando de lado los fenómenos mentales en la forma de mecanismos explícitos y formulas matemáticas. En 1943 McCulloch y Pitts, propusieron la lógica como la disciplina adecuada para comprender el cerebro y la actividad mental, vio el cerebro como el dispositivo que encarna principios lógicos en sus elementos componentes o neuronas, las cuales eran vistas como dispositivos tipo umbral que podían ser activo o inactivo, pudiendo conectarse unas a otras y mediante sus interconexiones llevar a cabo las funciones de operaciones lógicas de manera tal que el cerebro entero puede considerarse como una máquina deductiva.
La intención declarada del movimiento cibernético era crear una ciencia de la mente. Para sus seguidores, estos fenómenos solo habían sido analizados desde un perspectiva psicológica y filosófica, dejando de lado los fenómenos mentales en la forma de mecanismos explícitos y formulas matemáticas. En 1943 McCulloch y Pitts, propusieron la lógica como la disciplina adecuada para comprender el cerebro y la actividad mental, vio el cerebro como el dispositivo que encarna principios lógicos en sus elementos componentes o neuronas, las cuales eran vistas como dispositivos tipo umbral que podían ser activo o inactivo, pudiendo conectarse unas a otras y mediante sus interconexiones llevar a cabo las funciones de operaciones lógicas de manera tal que el cerebro entero puede considerarse como una máquina deductiva.
Ecología
Las similitudes entre las redes alimentarias de hace unos 500 millones de años y las recientes apuntan hacia principios profundos que sirven de base a la estructura de las relaciones ecológicas, tal y como se demuestra en un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Santa Fe y otras instituciones. Se trata del primer estudio dedicado a reconstruir en detalle las redes alimentarias de los ecosistemas antiguos.
Según los investigadores, la ecología de las comunidades del Cámbrico estaba llena de especies que no se parecen en nada a las actuales, pero era significativamente parecida a la moderna. Los resultados del estudio sugieren que las redes de relaciones alimentarias entre las especies marinas que vivían cientos de millones de años atrás son notablemente similares a las de hoy.
Las redes alimentarias representan las interacciones alimentarias entre las especies dentro de un hábitat concreto. Son como las cadenas alimentarias, sólo que más complejas y más realistas. El descubrimiento de regularidades fuertes y perdurables en la forma de organización de tales redes, ayudará a comprender mejor la historia y la evolución de la vida, y, además, podría brindarnos elementos de juicio para predecir cómo los ecosistemas actuales responderán ante las extinciones e invasiones biológicas, cada vez más frecuentes por culpa del Calentamiento Global.
Un grupo multidisciplinario de científicos dirigido por la ecóloga Jennifer Dunne del Instituto de Santa Fe en la ciudad del mismo nombre, del estado de Nuevo México, y del laboratorio PEaCE (Pacific Ecoinformatics and Computational Ecology Lab) en Berkeley, California, estudiaron las redes alimentarias de criaturas marinas preservadas en rocas del Cámbrico, época en la que hubo una súbita y enorme diversificación de organismos multicelulares, incluyendo los primeros precursores de las especies actuales así como muchos animales extraños que desde el punto de vista evolutivo, resultaron ser un callejón sin salida.
El coautor del estudio, Richard Williams, del Microsoft Research Lab en Cambridge, Reino Unido, desarrolló el innovador software Network3D que se utilizó para los análisis y la visualización de las redes alimentarias.
Algunas de las similitudes descubiertas entre las redes alimentarias del Cámbrico y las modernas, son, por ejemplo, la cantidad de especies omnívoras, la de las caníbales, y la distribución de la cantidad de tipos de presas que tiene cada especie.
Información adicional en:
PLoS
Según los investigadores, la ecología de las comunidades del Cámbrico estaba llena de especies que no se parecen en nada a las actuales, pero era significativamente parecida a la moderna. Los resultados del estudio sugieren que las redes de relaciones alimentarias entre las especies marinas que vivían cientos de millones de años atrás son notablemente similares a las de hoy.
Las redes alimentarias representan las interacciones alimentarias entre las especies dentro de un hábitat concreto. Son como las cadenas alimentarias, sólo que más complejas y más realistas. El descubrimiento de regularidades fuertes y perdurables en la forma de organización de tales redes, ayudará a comprender mejor la historia y la evolución de la vida, y, además, podría brindarnos elementos de juicio para predecir cómo los ecosistemas actuales responderán ante las extinciones e invasiones biológicas, cada vez más frecuentes por culpa del Calentamiento Global.
Un grupo multidisciplinario de científicos dirigido por la ecóloga Jennifer Dunne del Instituto de Santa Fe en la ciudad del mismo nombre, del estado de Nuevo México, y del laboratorio PEaCE (Pacific Ecoinformatics and Computational Ecology Lab) en Berkeley, California, estudiaron las redes alimentarias de criaturas marinas preservadas en rocas del Cámbrico, época en la que hubo una súbita y enorme diversificación de organismos multicelulares, incluyendo los primeros precursores de las especies actuales así como muchos animales extraños que desde el punto de vista evolutivo, resultaron ser un callejón sin salida.
El coautor del estudio, Richard Williams, del Microsoft Research Lab en Cambridge, Reino Unido, desarrolló el innovador software Network3D que se utilizó para los análisis y la visualización de las redes alimentarias.
Algunas de las similitudes descubiertas entre las redes alimentarias del Cámbrico y las modernas, son, por ejemplo, la cantidad de especies omnívoras, la de las caníbales, y la distribución de la cantidad de tipos de presas que tiene cada especie.
Información adicional en:
PLoS
miércoles, 18 de junio de 2008
Evolución y buen humor
Un científico británico ha desarrollado la primera teoría universal del humor que explica por qué ciertas cosas nos hacen reir y destaca su papel en la evolución del Homo sapiens.
Según Clarke, el humor aparece cuando “el cerebro reconoce un patrón que le sorprende, y ese reconocimiento es recompensado con experimentando una sensación divertida”. Por eso el investigador asegura que el humor es una función cognitiva con un papel fundamental en el éxito evolutivo de nuestra especie. Y que debe ser tenida muy en cuenta a la hora de evaluar el desarrollo cerebral de los más pequeños. No en vano, investigaciones previas muestran que los niños desarrollan el sentido del humor antes incluso de comprender el lenguaje o de ser capaces de memorizar a largo plazo, con juegos como el popular cucú-tras. Con la nueva teoría en la mano, dice su creador, “deberíamos revisar los tests de humor para diagnosticar problemas psicológicos o neurológicos infantiles”.
Aunque Clarke advierte que su teoría no puede establecer categóricamente qué es divertido, ya que depende de la experiencia del individuo, sí hay algunas fórmulas comunes para hacernos reír. Por ejemplo, decir “grandes verdades”. “Un individuo puede sorprenderse al escuchar ciertas verdades dichas en público ya sea porque habitualmente se consideran tabú o porque nunca han escuchado a nadie pronunciar esas palabras”, aclara.
Además de ayudarnos a comprender mejor al ser humano, Clarke espera que la nueva teoría, que saldrá a la luz en un libro publicado por la editorial Pyrrhic House el próximo mes de octubre, permita dilucidar si otros animales tienen sentido del humor, así como “crear seres con inteligencia artificial que parezcan menos robóticos gracias a su sentido del humor”.
Según Clarke, el humor aparece cuando “el cerebro reconoce un patrón que le sorprende, y ese reconocimiento es recompensado con experimentando una sensación divertida”. Por eso el investigador asegura que el humor es una función cognitiva con un papel fundamental en el éxito evolutivo de nuestra especie. Y que debe ser tenida muy en cuenta a la hora de evaluar el desarrollo cerebral de los más pequeños. No en vano, investigaciones previas muestran que los niños desarrollan el sentido del humor antes incluso de comprender el lenguaje o de ser capaces de memorizar a largo plazo, con juegos como el popular cucú-tras. Con la nueva teoría en la mano, dice su creador, “deberíamos revisar los tests de humor para diagnosticar problemas psicológicos o neurológicos infantiles”.
Aunque Clarke advierte que su teoría no puede establecer categóricamente qué es divertido, ya que depende de la experiencia del individuo, sí hay algunas fórmulas comunes para hacernos reír. Por ejemplo, decir “grandes verdades”. “Un individuo puede sorprenderse al escuchar ciertas verdades dichas en público ya sea porque habitualmente se consideran tabú o porque nunca han escuchado a nadie pronunciar esas palabras”, aclara.
Además de ayudarnos a comprender mejor al ser humano, Clarke espera que la nueva teoría, que saldrá a la luz en un libro publicado por la editorial Pyrrhic House el próximo mes de octubre, permita dilucidar si otros animales tienen sentido del humor, así como “crear seres con inteligencia artificial que parezcan menos robóticos gracias a su sentido del humor”.
lunes, 16 de junio de 2008
La vida surgió fuera del planeta
¿Dónde surgió la vida? Científicos europeos y estadounidenses acaban de encontrar material genético en un meteorito australiano que apuntan a un origen extraterrestre.
El meteorito analizado cayó en Australia en 1969 y en su composición se incluyen uracil y xanthine, dos precursores de las moléculas que forman el ADN y el ARN presentes en el código genético de todos los seres vivos. Un análisis profundo realizado por Zita Martins, directora del estudio, reveló que estas moléculas contienen una forma pesada de carbono (carbono-13) que no pudo formarse en la Tierra.
Según señalan Martins y su equipo en un artículo publicado hoy en la revista Earth and Planetary Science Letters, se trata de la primera evidencia de que las materias primas de la vida podrían haber llegado a nuestro planeta procedentes del espacio exterior hace 4.500 millones de años. "Creemos que el germen de la vida pudieron ser bases nitrogenadas o nucleobases de fragmentos de meteorito que cayeron en el planeta, y que posteriormente sufrieron modificaciones genéticas", ha asegurado la investigadora. Además, si estas moléculas se diseminaban a través de los meteoritos, “los componentes básicos de la vida podrían haber sido esparcidos por todo el cosmos”, añade Mark Sephton, coautor del estudio.
El meteorito analizado cayó en Australia en 1969 y en su composición se incluyen uracil y xanthine, dos precursores de las moléculas que forman el ADN y el ARN presentes en el código genético de todos los seres vivos. Un análisis profundo realizado por Zita Martins, directora del estudio, reveló que estas moléculas contienen una forma pesada de carbono (carbono-13) que no pudo formarse en la Tierra.
Según señalan Martins y su equipo en un artículo publicado hoy en la revista Earth and Planetary Science Letters, se trata de la primera evidencia de que las materias primas de la vida podrían haber llegado a nuestro planeta procedentes del espacio exterior hace 4.500 millones de años. "Creemos que el germen de la vida pudieron ser bases nitrogenadas o nucleobases de fragmentos de meteorito que cayeron en el planeta, y que posteriormente sufrieron modificaciones genéticas", ha asegurado la investigadora. Además, si estas moléculas se diseminaban a través de los meteoritos, “los componentes básicos de la vida podrían haber sido esparcidos por todo el cosmos”, añade Mark Sephton, coautor del estudio.
Comunicación y categorización
Los gestos de la cara regulan los sentidos
lunes, 16 de junio de 2008
¿Por qué cuando algo nos da miedo abrimos los ojos y la boca y dilatamos las alas de la nariz? Según un estudio de la Universidad de Toronto, estos gestos faciales son universales y cumplen una importante función: agudizar nuestros sentidos.
En un artículo publicado hoy en la revista Nature Neuroscience, el investigador canadiense Joshua Susskind explica que, cuando sentimos miedo, los movimientos de nuestro rostro nos permiten ampliar el campo de visión y mover los ojos más rápido, así como detectar objetos alejados que no apreciaríamos en una situación normal. Además, Susskind ha demostrado que los gestos de terror y de sorpresa aumentan el volumen de aire que inspiramos gracias a un ensanchamiento de los conductos nasales.
Por el contrario, cuando la persona detecta algo que considera repugnante, los ojos se cierran, la boca se contrae en una mueca y se reduce el volumen nasal, todo ello con el fin de reducir la percepción desagradable que tenemos del mundo exterior. En otras palabras, nuestra “cara de miedo” aumenta la cantidad información que reciben nuestros sentidos, mientras que la respuesta facial al asco la disminuye. Y esos gestos, según ha comprobado Susskind, son universales.
Los resultados del nuevo estudio apoyan la hipótesis de Charles Darwin, quien sugería que los gestos no son configuraciones arbitrarias para la comunicación social, sino que se originaron para regular la relación entre los sentidos y el mundo físico.
lunes, 16 de junio de 2008
¿Por qué cuando algo nos da miedo abrimos los ojos y la boca y dilatamos las alas de la nariz? Según un estudio de la Universidad de Toronto, estos gestos faciales son universales y cumplen una importante función: agudizar nuestros sentidos.
En un artículo publicado hoy en la revista Nature Neuroscience, el investigador canadiense Joshua Susskind explica que, cuando sentimos miedo, los movimientos de nuestro rostro nos permiten ampliar el campo de visión y mover los ojos más rápido, así como detectar objetos alejados que no apreciaríamos en una situación normal. Además, Susskind ha demostrado que los gestos de terror y de sorpresa aumentan el volumen de aire que inspiramos gracias a un ensanchamiento de los conductos nasales.
Por el contrario, cuando la persona detecta algo que considera repugnante, los ojos se cierran, la boca se contrae en una mueca y se reduce el volumen nasal, todo ello con el fin de reducir la percepción desagradable que tenemos del mundo exterior. En otras palabras, nuestra “cara de miedo” aumenta la cantidad información que reciben nuestros sentidos, mientras que la respuesta facial al asco la disminuye. Y esos gestos, según ha comprobado Susskind, son universales.
Los resultados del nuevo estudio apoyan la hipótesis de Charles Darwin, quien sugería que los gestos no son configuraciones arbitrarias para la comunicación social, sino que se originaron para regular la relación entre los sentidos y el mundo físico.
martes, 3 de junio de 2008
América se pobló hace 14.000 años
América se pobló hace 14.000 años
viernes, 09 de mayo de 2008
Los primeros seres humanos llegaron al continente americano a través del Pacífico mil años antes de lo que los científicos estimaban.
La nueva datación ha sido posible gracias a las nueve especies de algas marinas encontradas en antiguas viviendas del yacimiento arqueológico de Monte Verde, en el sur de Chile. Según ha revelado el carbono 14, estas algas tienen una antigüedad aproximada de 14.000 años. Entre los sedimentos también se han encontrado restos de una especie extinta de llama y de un animal similar a un elefante, así como semillas, conchas de moluscos y vegetales comestibles.
"Los monteverdianos rastrillaban la playa, si tenemos en cuenta la cantidad de plantas y objetos marinos recolectados, lo que revela una tradición en la explotación de los recursos costeros", sostiene el antropólogo Tom Dillehay, coautor del estudio en el que han colaborado arqueólogos, geólogos y botánicos. Los hallazgos corroboran la teoría de una migración inicial desde Alaska, a través del estrecho de Bering, según publica hoy la revista Science.
El yacimiento arqueológico de Monte Verde fue descubierto en 1976 y está considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2004.
viernes, 09 de mayo de 2008
Los primeros seres humanos llegaron al continente americano a través del Pacífico mil años antes de lo que los científicos estimaban.
La nueva datación ha sido posible gracias a las nueve especies de algas marinas encontradas en antiguas viviendas del yacimiento arqueológico de Monte Verde, en el sur de Chile. Según ha revelado el carbono 14, estas algas tienen una antigüedad aproximada de 14.000 años. Entre los sedimentos también se han encontrado restos de una especie extinta de llama y de un animal similar a un elefante, así como semillas, conchas de moluscos y vegetales comestibles.
"Los monteverdianos rastrillaban la playa, si tenemos en cuenta la cantidad de plantas y objetos marinos recolectados, lo que revela una tradición en la explotación de los recursos costeros", sostiene el antropólogo Tom Dillehay, coautor del estudio en el que han colaborado arqueólogos, geólogos y botánicos. Los hallazgos corroboran la teoría de una migración inicial desde Alaska, a través del estrecho de Bering, según publica hoy la revista Science.
El yacimiento arqueológico de Monte Verde fue descubierto en 1976 y está considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2004.
viernes, 30 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
El habla en los Neandertales ha sido reconstruida
Después de un larguísimo silencio de 30.000 años, la voz de los Neandertales ha vuelto a sonar. El “milagro” ha sido posible gracias al trabajo del antropólogo Robert McCarthy, de la Universidad de Florida, que tras analizar minuciosamente los restos fósiles de tres neandertales hallados en Francia, ha logrado reconstruir el tracto vocal de estos primitivos homínidos y ha simulado sus voces con ayuda de un sintetizador y un ordenador. El resultado, que se puede escuchar en las páginas de la revista NewScientist, es un sonido mucho menos preciso que el del hombre moderno, con una pronunciación de las vocales más tosca. De momento, el "neandertal sintético" de McCarthy sólo pronuncia la letra E, aunque el investigador está dispuesto a conseguir que articule una frase completa.La investigación de McCarthy cobra especial sentido después de que hace unos meses un equipo de científicos demostrara que los Neandertales compartían cono nosotros un gen llamado FOXP2, esencial para el desarrollo del lenguaje.
El homo florensis
El Hombre de Flores caminaba de forma cómica
La reconstrucción del pie completo de uno de los Homo floresiensis que habitó la Isla de Flores hace 18.000 años ha permitido al antropólogo William Jungers concluir que el pie del Hobbit era extremadamente grande para su corta estatura. La reconstrucción del pie completo de uno de los Homo floresiensis que habitó la Isla de Flores hace 18.000 años ha permitido al antropólogo William Jungers llegar a la conclusión de que el pie del Hobbit era extremadamente grande para su corta estatura (aproximadamente 1 metro). “Sería como una niña calzando los zapatos de su madre”, bromea el investigador, que ha presentado su trabajo en la última reunión de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos. Eso hacía que el pequeño humanoide caminara de forma similar a cómo lo haría un payaso. Además, parece que su peculiar anatomía le obligaba a desplazarse con cierta lentitud. “Nunca habría ganado la maratón”, asegura Junger.Su trabajo también demuestra que las proporciones de los dedos del Hombre de Flores eran similares a los de homínidos más primitivos como el Australopithecus, con el pulgar más corto que el resto. Sin embargo, la forma de los dedos sí recuerda mucho a la del hombre moderno.
La reconstrucción del pie completo de uno de los Homo floresiensis que habitó la Isla de Flores hace 18.000 años ha permitido al antropólogo William Jungers concluir que el pie del Hobbit era extremadamente grande para su corta estatura. La reconstrucción del pie completo de uno de los Homo floresiensis que habitó la Isla de Flores hace 18.000 años ha permitido al antropólogo William Jungers llegar a la conclusión de que el pie del Hobbit era extremadamente grande para su corta estatura (aproximadamente 1 metro). “Sería como una niña calzando los zapatos de su madre”, bromea el investigador, que ha presentado su trabajo en la última reunión de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos. Eso hacía que el pequeño humanoide caminara de forma similar a cómo lo haría un payaso. Además, parece que su peculiar anatomía le obligaba a desplazarse con cierta lentitud. “Nunca habría ganado la maratón”, asegura Junger.Su trabajo también demuestra que las proporciones de los dedos del Hombre de Flores eran similares a los de homínidos más primitivos como el Australopithecus, con el pulgar más corto que el resto. Sin embargo, la forma de los dedos sí recuerda mucho a la del hombre moderno.
Evolución de los peces
Un equipo de científicos australianos ha encontrado los restos fosilizados de la madre vertebrada más antigua descubierta hasta el momento: un primitivo pez de 375 millones de años de la familia de los placodermos, que incluye un embrión y su correspondiente cordón umbilical. Los detalles se publican hoy en la revista Nature.El fósil, hallado en la región del Gogo, en el noreste de Australia, demuestra que las especies antiguas tenían un avanzado sistema reproductivo, comparable al de los tiburones actuales y las rayas, según asegura John Long, director de ciencias en el museo de Victoria de Melbourne. Aunque no es la primera vez que se encuentra el fósil de un embrión con un cordón umbilical, se trata del ejemplo más antiguo de una criatura dando a luz. Los placodermos, que son considerados "los dinosaurios del mar", dominaron los océanos y los lagos de la tierra durante 70 millones de años.
Plomo, daño cerebral y conducta criminal
Estudios vinculan el plomo con daño cerebral y conducta criminal
miércoles 28 de mayo de 2008 12:03 GYT
Por Maggie Fox
WASHINGTON (Reuters) -
Un equipo de científicos reveló que la exposición al plomo en la niñez o incluso desde la gestación en el útero materno puede causar daño cerebral permanente y provocar conductas criminales.
Dos estudios mostraron que las personas con altos niveles de plomo en la infancia crecían sin algunas células cerebrales y eran mucho más propensos a ser arrestados por crímenes, especialmente violentos.
El efecto es tan fuerte que representaría a un alto porcentaje de los crímenes en las zonas urbanas, donde las casas suelen tener pinturas con plomo, dijo Kim Dietrich, de la University of Cincinnati en Ohio, quien dirigió una de las investigaciones publicadas en la revista PLoS Medicine.
"Hay algunos datos que sugieren que en realidad en las últimas décadas el plomo corre en paralelo a las tendencias criminales," señaló Dietrich en una entrevista telefónica.
El equipo de Dietrich analizó a mujeres embarazadas que vivían en vecindarios de Cincinnati que presentaban pintura con plomo en las casas, entre 1979 y 1984. Los expertos evaluaron a las mujeres y a sus hijos desde el nacimiento y siguieron a los niños mientras crecían.
El grupo de científicos relacionó los datos de los niveles de plomo en sangre de 250 chicos con los registros de arrestos por crímenes.
Aquellos con mayores niveles de plomo antes del nacimiento y durante la niñez temprana tenían tasas más altas de detenciones que los participantes con menores cantidades de plomo en sangre.
Alrededor de un 55 por ciento de los chicos presentaban al menos un arresto, de los cuales el 28 por ciento incluía drogas y el 27 por ciento violaciones graves a automotores.
"Los niños de menores ingresos y de zonas urbanas siguen siendo particularmente vulnerables a la exposición al plomo," dijo Dietrich.
"Pese a que se realizaron grandes esfuerzos para reducir la exposición al plomo, nuestros hallazgos envían un mensaje claro de que el descenso de la exposición infantil sería una forma importante y disponible de disminuir el crimen violento," añadió.
MENOS CELULAS CEREBRALES
La doctora Kim Cecil, del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, tomó imágenes por resonancia magnética (IRM) de los cerebros de sus voluntarios.
Su equipo halló que más del 1 por ciento del total de materia gris del cerebro no estaba.
"Las regiones más afectadas eran la materia gris frontal, especialmente la corteza cingular anterior," escribió el equipo de Cecil en un segundo estudio. Esta zona del cerebro es responsable de la regulación del humor y de la toma de decisiones.
Los hombres se veían mucho más afectados que la mujeres.
"Nuestros hallazgos también sugieren que este cambio estructural es permanente," destacaron.
Las consecuencias son profundas, dijo Dietrich. "Generalmente los efectos de la exposición al plomo son irreversibles," añadió el experto.
La pintura con plomo es la mayor fuente de envenenamiento, explicó el investigador, aunque recientemente se conocieron datos de contaminación con plomo en el agua, en juguetes importados y en medicamentos falsificados.
Las madres de los niños habrían tenido plomo en sus cuerpos desde su propia infancia y la exposición de sus bebés se produciría desde la gestación en el útero, indicó Dietrich. "Muchos otros además crecieron en esos vecindarios" con casas con pintura en base a plomo, agregó el investigador.
(Editada en español por Ana Laura Mitidieri)
miércoles 28 de mayo de 2008 12:03 GYT
Por Maggie Fox
WASHINGTON (Reuters) -
Un equipo de científicos reveló que la exposición al plomo en la niñez o incluso desde la gestación en el útero materno puede causar daño cerebral permanente y provocar conductas criminales.
Dos estudios mostraron que las personas con altos niveles de plomo en la infancia crecían sin algunas células cerebrales y eran mucho más propensos a ser arrestados por crímenes, especialmente violentos.
El efecto es tan fuerte que representaría a un alto porcentaje de los crímenes en las zonas urbanas, donde las casas suelen tener pinturas con plomo, dijo Kim Dietrich, de la University of Cincinnati en Ohio, quien dirigió una de las investigaciones publicadas en la revista PLoS Medicine.
"Hay algunos datos que sugieren que en realidad en las últimas décadas el plomo corre en paralelo a las tendencias criminales," señaló Dietrich en una entrevista telefónica.
El equipo de Dietrich analizó a mujeres embarazadas que vivían en vecindarios de Cincinnati que presentaban pintura con plomo en las casas, entre 1979 y 1984. Los expertos evaluaron a las mujeres y a sus hijos desde el nacimiento y siguieron a los niños mientras crecían.
El grupo de científicos relacionó los datos de los niveles de plomo en sangre de 250 chicos con los registros de arrestos por crímenes.
Aquellos con mayores niveles de plomo antes del nacimiento y durante la niñez temprana tenían tasas más altas de detenciones que los participantes con menores cantidades de plomo en sangre.
Alrededor de un 55 por ciento de los chicos presentaban al menos un arresto, de los cuales el 28 por ciento incluía drogas y el 27 por ciento violaciones graves a automotores.
"Los niños de menores ingresos y de zonas urbanas siguen siendo particularmente vulnerables a la exposición al plomo," dijo Dietrich.
"Pese a que se realizaron grandes esfuerzos para reducir la exposición al plomo, nuestros hallazgos envían un mensaje claro de que el descenso de la exposición infantil sería una forma importante y disponible de disminuir el crimen violento," añadió.
MENOS CELULAS CEREBRALES
La doctora Kim Cecil, del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, tomó imágenes por resonancia magnética (IRM) de los cerebros de sus voluntarios.
Su equipo halló que más del 1 por ciento del total de materia gris del cerebro no estaba.
"Las regiones más afectadas eran la materia gris frontal, especialmente la corteza cingular anterior," escribió el equipo de Cecil en un segundo estudio. Esta zona del cerebro es responsable de la regulación del humor y de la toma de decisiones.
Los hombres se veían mucho más afectados que la mujeres.
"Nuestros hallazgos también sugieren que este cambio estructural es permanente," destacaron.
Las consecuencias son profundas, dijo Dietrich. "Generalmente los efectos de la exposición al plomo son irreversibles," añadió el experto.
La pintura con plomo es la mayor fuente de envenenamiento, explicó el investigador, aunque recientemente se conocieron datos de contaminación con plomo en el agua, en juguetes importados y en medicamentos falsificados.
Las madres de los niños habrían tenido plomo en sus cuerpos desde su propia infancia y la exposición de sus bebés se produciría desde la gestación en el útero, indicó Dietrich. "Muchos otros además crecieron en esos vecindarios" con casas con pintura en base a plomo, agregó el investigador.
(Editada en español por Ana Laura Mitidieri)
miércoles, 28 de mayo de 2008
Lucy
Dos recientes hallazgos amplían nuestros conocimientos sobre cómo nos pusimos en pie El estudio de la bipedestación es una de las grandes líneas de trabajo de la paleoantropología. Dos recientes hallazgos permitirán, según sus autores, dar importantes aportaciones para conocer cómo fue ese largo proceso que nos permite ver el mundo desde una cierta altura. Esos fósiles tan prometedores están datados en torno a los cuatro millones de años, el límite a partir del cual se abre una gran zona oscura del estudio de nuestro pasado más remoto por la escasez de restos materiales. Oviedo, Andrés MONTES El sencillo movimiento de ponerse en pie tiene tras de sí al menos cinco millones de años de evolución. Es un proceso muy anterior a la aparición del género humano, una presencia que data de unos dos millones y medio de años. El bipedismo, mantenernos sobre dos pies, constituye una de las singularidades cruciales de nuestra especie, junto con el tamaño del cerebro y el buen partido que, pese a tantos dislates, le sacamos. El principio fue poner cabeza erguida y lo más lejos posible del suelo. Ahí empezó la larga carrera humana. Richard Leakey, una de las principales figuras de la paleoantropología mundial y miembro de una saga familiar en la que todos sus miembros han hecho méritos para estar en los libros, asegura que «el primer humano fue un simio bípedo». Leakey, en un estudio que firma junto a Roger Lewin, considera que «el árbol humano arraigó hace 7,5 millones de años, pero no hay evidencia fósil entre ese momento y hace cuatro millones de años». Conviene aclarar que cuando hablan de «árbol humano» aluden a nuestros probables ancestros más remotos, no a la aparición de nuestro género como tal. Desde que ambos escribieron esas palabras hace ya una década, hubo hallazgos tan relevantes como controvertidos. Es el caso de «Toumaï», el que quizá fue el primer homínido, localizado en 2001 y con una datación entre los seis y los siete millones de años. Son aportaciones, discusiones al margen, trascendentes por su excepcionalidad y por lo que pueden contribuir a llenar ese amplio período de sombra en el estudio de nuestra evolución. Lo que se puede afirmar es que levantarnos sobre dos pies no fue un acontecimiento repentino ni la bendición para una especie elegida. Salvador Moyá, uno de los «padres» de «Pau», un antropoide de hace trece millones de años hallado en Cataluña y que se supone es el último antepasado común entre los humanos y los grandes monos, considera que «el bipedismo ha evolucionado más de una vez en los primates y plantea la duda de si no ha podido pasar lo mismo en el seno de los homínidos». Queda claro, a efectos de relacionar nuestras dos principales marcas biológicas de identidad, que, en palabras de Moyá, «el bipedismo precedió a cualquier modificación del tamaño cerebral y, por supuesto, a cualquier manifestación cultural». Que una cosa haya ocurrido antes no significa que sea causa de la otra y, para evitar confusiones, hay que decir que no existe un nexo causal entre el andar erguido y el desarrollo de nuestro cerebro. Para Moyá, «los australopitecos son la prueba de que no existe una relación directa entre el tamaño del cerebro y el bipedismo, ya que este último precedió en más de un millón de años a cualquier modificación relevante del cerebro». Sin embargo, de no habernos puesto en pie no seríamos hoy lo que somos. «El bipedismo fue un requisito previo para la evolución de un ser de gran cerebro: esta postura permitía un adecuado equilibrio de la pesada cabeza y dejaba las manos libres para la fabricación de instrumentos», concluye el investigador catalán. Cambio de entorno En ese proceso de ponerse en pie, hay primero, hace unos siete millones de años, un cambio de entorno: la aparición de la sabana y el retroceso de los grandes bosques en toda la zona oriental del valle del Rift. La reducción de la vida arborícola y la posibilidad de explotar nuevos nichos alimenticios con la liberación progresiva de la mano, que al dejar de tener funciones locomotoras se refina y adquiere nuevas potencialidades, abrían el camino del éxito evolutivo a aquellos homínidos que comenzaban a adoptar la postura erguida. Éste sería, muy en síntesis, el proceso seguido. El principal defensor de la hipótesis de que una gran alteración ecológica, como consecuencia del hundimiento del Rift, propició el desarrollo de la bipedestación es el paleoantropólogo francés Yves Coppens, «padre», junto con Donald Johanson y Maurice Taieb, de una de las criaturas que más nos ha enseñado sobre nuestro particular alzamiento. El hallazgo de «Lucy», para la que se acuñaría la especie de Australopithecus afarensis, hace más de treinta fue un acontecimiento. Leakey fija su importancia al señalar que «hasta que apareció el esqueleto de "Lucy" los antropólogos no tenían pruebas tangibles de bipedismo en una especie humana que tuviera más de dos millones de años de antigüedad. Los huesos de la pelvis, las piernas y los pies de "Lucy" resultaron pistas vitales». «Lucy» fue «la prehumana más hermosa de las sabanas del Afar etíope, que acababa de cumplir una veintena hace tres millones de años cuando falleció trágicamente ahogada en el lago de Hadar», según la retrata Coppens en el prólogo a su último libro, «La rodilla de "Lucy"», recién aparecido en España. Con poco más de un metro de altura y en torno a los veinte kilos de peso y un cerebro pequeño, «Lucy» adquirió pronto cierto aire de icono sobre nuestros orígenes. Sabemos que se mantenía erguida, aunque no podía permanecer mucho tiempo inmóvil en esa postura por ciertas peculiaridades de su constitución, y su locomoción era bípeda pero desequilibrada, lo que la obligaría a andar al trote para recuperar con rapidez cierta estabilidad, según establece Yves Coppens. El fémur de «Lucy» es «la bisagra de oro (y de hueso) entre el bípedo y el arborícola», apunta su padre científico, para quien su estructura ósea viene a demostrar que no surgió «de una vez por todas, un buen día, un único bipedismo del que nosotros somos los herederos, sino que este tipo de locomoción se había presentado varias veces... y cada uno de esos bipedismos había vivido su propia historia». Para Coppens, la que ha sido su objeto de estudio durante más de un cuarto de siglo hace evidente la evolución del ser humano a partir de los primates. Hoy «Lucy» ha quedado desplazada de nuestro linaje directo en favor de un primo hermano suyo, el Australopithecus anamensis. El propio Coppens reconoce que el anamensis «es quizá la respuesta correcta a la investigación de cuál es el australopiteco que dio lugar realmente al género Homo». Pese a ello, «en lo que encierra su símbolo, "Lucy" sigue siendo incontestablemente ese ancestro de la humanidad que hemos creído». «Lucy» conserva, sin embargo, todavía su estatuto de hito de la paleoantropología, tanto por el número de fragmentos disponibles para la reconstrucción de su esqueleto -más de medio centenar de piezas, algo inusual en especímenes de tanta antigüedad- como por el hecho de poner la marca temporal muy atrás, en los 3.180.000 años que ofrece la última datación. Dos hallazgos Ahora dos hallazgos, anunciados con apenas tres días de diferencia, amenazan con desbancarla de esa posición. El primero de ellos es un vecino suyo, localizado a 60 kilómetros de donde en 1974 apareció ella, en las colinas de Afar, en Etiopía. Bruce Latimer, especialista del Museo de Historia Natural de Cleveland, Ohio, responsable del hallazgo junto al etíope Yohannes Haile-Selassie, asegura haber encontrado allí «el bípedo más antiguo del mundo», con una datación de cuatro millones de años. Latimer pronostica que ese fósil «revolucionará la manera en que entendemos la evolución humana» y apunta dos detalles. Su espécimen «tiene piernas más largas que "Lucy" y es más antiguo que ella, lo cual es extraño», al tiempo que señala que «con sólo observar la forma del tobillo podemos asegurar que era bípedo». Haile-Selassie, por su parte, muestra su confianza en que «los nuevos descubrimientos permitan completar la brecha sobre el período de la evolución anterior a "Lucy"». Quizás por el anuncio de este hallazgo, y por efecto de la competencia que puede ser determinante en el devenir de la ciencia, apenas tres días después, en Viena, un equipo de antropólogos dio a conocer la existencia de un fémur -pieza capital en este tipo de investigaciones- también localizado en Etiopía y con una antigüedad que oscila entre los 3,75 y los 4,5 millones de años. Horst Seidler, el jefe del equipo responsable del descubrimiento, considera que ese fémur perteneció con toda probabilidad a un australopiteco que andaba erguido y se encontraba en una fase de transición entre la marcha a cuatro patas y la bípeda. «Lo probable es que anduvieran sobre dos pies, pero todavía estaban muy capacitados para escalar árboles», afirma Seidler, quien cuestiona la importancia de una alteración ecológica de gran magnitud y la propagación de la sabana como origen de la bipedestación y se inclina más por pensar que fue la liberación de las manos y sus consiguientes ventaja evolutiva lo que propició este cambio.
Neurociencias
Cerebro masculino, cerebro femenino
Si no los hubiéramos coloreado, ¿serías capaz de distinguir cuálde estos cerebros es de hombre o de mujer? Para hacerlo, los científicos usan FACTORES BIOLÓGICOS. Pero no siempre aciertan.
No, no, gira a la derecha, ¡la OTRA derecha!” ¿Con qué tono (masculino o femenino) ha reproducido tu imaginación semejante frase? ¿en qué situación? Si el sistema de vigilancia para garantizar la corrección política de tu pensamiento se ha puesto en marcha, puede que la sinceridad no haya triunfado. Al fin y al cabo, las preguntas apuntan a un tema espinoso: en qué medida nuestras actitudes y capacidades quedaron decididas cuando la fecundación sacó la carta cromosómica X o Y, y pueden relacionarse, sin más, con el sexo biológico de cada individuo.
Desde el punto de vista físico, las características que en la mayoría de los casos nos permiten identificar a simple vista a qué grupo sexual pertenece una persona tienen su prolongación en ese intrigante órgano oculto bajo el cráneo. Y lógicamente se reflejan en el comportamiento, si bien en una proporción mínima respecto a las mayoritarias coincidencias que, como seres humanos, compartimos.
Pura fisiologíaUno de los puntos clave a la hora de desenmascarar esos estereotipos es hasta qué punto los contrastes se deben a las influencias ambientales y culturales. Colom asegura que “niños y niñas no vienen al mundo como si fuesen una página en blanco que espera ser escrita por las condiciones del entorno. Es posible que sean una página, pero parte de la historia está escrita”.
Hugo Liaño, profesor jefe de Neurología de la Clínica Universitaria Puerta de Hierro, de Madrid, insiste en dejarlo claro: “Existe un cerebro masculino, con características de las que suele tener el hombre, y un cerebro femenino”. Y explica que ambos se distinguen en dos planos diferentes: el de la orientación sexual y el que afecta a las capacidades cognitivas.
En el primero de ellos encontramos la presencia de los “genitales más íntimos”, en los que el tamaño no solo importa, sino que define el dimorfismo sexual: en el hipotálamo existen unos minúsculos grupos de células con una función determinada, llamados núcleos intersticiales del hipotálamo anterior (NIHA). Los que nos incumben ahora son el NIHA2 y el NIHA3, dos y tres veces, respectivamente, mayores en el hombre que en la mujer. “Las conductas de orientación sexual masculina y femenina se relacionan con estas características”, añade Liaño.
Por supuesto, la cuestión de la homosexualidad se abre camino de inmediato en este contexto, y pregunta por su propia identificación morfológica. Sin embargo, el profesor de Neurología confirma que la búsqueda de tal rasgo ha resultado infructuosa. A pesar de que en 1991 el neurocientífico canadiense Simon Levay anunció en la revista Science que el tamaño medio del NIHA3 era menor en los hombres homosexuales, sus métodos de investigación quedaron refutados tres años más tarde por una revisión de su trabajo hecha en el Centro Superior de Investigaciones Científicas español.
Cuestión de hormonasEl mecanismo de diferenciación sexual está propulsado por un baño de hormonas que empieza a cocerse ya en el útero materno. Entre las semanas novena y decimosexta de la gestación se sitúa el “período crítico”, la primera de las fases previstas por la naturaleza para reforzar esa decisión inicial sobre nuestra condición de hombres o mujeres, y cuyos capítulos de continuación tienen lugar en los meses siguientes al nacimiento y en la pubertad.
En dicho período, los testículos comienzan a producir testosterona y someten al feto masculino a una auténtica impregnación en esa hormona. Los fetos hembra, por su parte, reciben también su ración, producida esta vez por los ovarios, pero en cantidades mucho menores. Como consecuencia, quedan organizados los genitales, tanto internos como externos, así como las NIHA cerebrales con sus diferencias de tamaño, junto a la orientación sexual masculina o femenina, según manifiesta Hugo Liaño. El papel de esta exposición a la testosterona prenatal ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años. Entre los descubrimientos más curiosos que se han hecho se encuentra su relación con la diferencia de tamaño entre los dedos índice y anular (véase el recuadro de la página anterior), pero sobre todo se ha buscado su parte de responsabilidad en esa porción de divergencias de intereses y conducta en razón del sexo que puede adscribirse a la biología.
Tierna edadComo punto de partida se ha recurrido a la observación de niños, para buscar actitudes con la menor influencia posible del entorno. Quizá los más osados en su afán de buscar objetos de estudio lo más asépticos posible hayan sido los colaboradores del profesor de Psicología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) Simon Baron-Cohen. Cámara en ristre, grabaron las reacciones de un buen número de bebés de 24 horas de vida ante un rostro humano y un móvil de juguete colgado sobre sus cunas.
Al analizar los vídeos apreciaron que las niñas tendían más a quedarse encandiladas con su semejante, mientras que los niños estrenaban su atención con el juguete. Asimismo, se ha comprobado que, si se les proporciona un coche para niños que puedan conducir, los chicos suelen lanzarse con él para embestir a sus compañeros, mientras que ellas se mantienen alejadas, con cuidado de no chocar con nadie.
En cuanto a la forma de relacionarse, las niñas suelen mirar más a los ojos a otras personas desde muy bebés, y ya con doce meses muestran su interés por intentar consolar a alguien con aspecto preocupado en su presencia. Una capacidad para captar sentimientos ajenos que, con siete años, las lleva a acertar en un porcentaje mucho más elevado que el de los niños qué persona conocida creen que ha podido hacer un comentario hiriente sobre alguien, lo cual apunta a una mayor predisposición para la empatía.
Cosas de la químicaAnte tales evidencias, lo que se ha buscado es su relación con el cóctel hormonal del período de organización sexual durante la gestación. Para ello se han llevado al laboratorio precisamente los síndromes que presentan anomalías en este sentido, y se ha descubierto que los niños con hipogonadismo HHI, con niveles muy bajos de testosterona debidos al reducido tamaño de sus testículos, obtienen peores resultados que la media masculina en las pruebas de sistematización espacial. Los nacidos con el síndrome de insensibilidad a los andrógenos, por su parte, puntúan incluso por debajo de la media femenina en dicho test, lo cual hace pensar que ellas necesitan al menos cierta cantidad de andrógenos para alcanzar su nivel correspondiente en esa habilidad.
El polo opuesto se encuentra en las niñas con niveles excepcionalmente altos de andrógenos debido a una patología llamada CAH (hiperplasia adrenal congénita): su orientación espacial supera con mucho lo habitual en chicas, y además, entre un montón de juguetes de todo tipo tienden a elegir los típicos de chicos, como armas y coches.
El proceso funciona también cuando la descompensación hormonal tiene una fuente externa: durante un tiempo se utilizó una hormona femenina sintética, el dietilstilbestrol, para tratar en el embarazo a las mujeres que ya habían sufrido varios abortos espontáneos. Sus hijos varones resultaron mucho más propensos de lo habitual a jugar con muñecas.
Para asegurar esta relación con las hormonas incluso en niños sanos, la investigadora canadiense Gina Grimshaw midió los niveles de hormonas sexuales en el líquido amniótico de varias embarazadas entre las 14 y las 20 semanas de gestación. Siete años después realizó un test de rotación espacial a esos niños y niñas, y verificó que los mejores resultados correspondían a aquellos/as que habían recibido más testosterona en el vientre materno.
En la variedad está el gustoPor tanto, uno de los factores biológicos en la organización de nuestro cerebro es la cantidad de hormonas a que hemos estado expuestos. Y dada la tremenda variabilidad de las dosis, el espectro de nuestras actitudes será igual de amplio. De hecho, Baron-Cohen, defiende que esos distintos niveles de testosterona dan lugar a dos formas de organización cerebral que no dependen al cien por cien del sexo biológico, una diferencia que le ha servido de base para sus estudios sobre el autismo (recuadro de la página anterior). Así, hay personas con un cerebro sistematizador (tendente a buscar las reglas que rigen un sistema), otras con un cerebro empático (con mayor facilidad para detectar emociones y establecer relaciones en base a ellas) y otras con un cerebro equilibrado, mitad y mitad.
Si bien considera que el cerebro masculino está más predispuesto al primer tipo y el femenino al segundo, un estudio de la Universidad de Cambridge concluyó que un 17% de los hombres tiene un cerebro empático, un 17% de las mujeres uno sistematizador y una gran proporción del resto un cerebro equilibrado. Si te apetece saber en qué punto del espectro perfilado por Baron-Cohen te encuentras, en la página 100 puedes realizar los tests de este investigador. Y recuerda que no se trata de un diagnóstico sobre tu capacidad intelectual, sino de cómo te sitúas ante el mundo que te rodea.
Encuentra las 20 diferencias
Somos igual de listos, pero cada sexo TIENE VENTAJAS demostradas. Son estas...
En un estudio publicado en 2005 por Paul Irwing y Richard Lynn, de la Universidad de Manchester, si bien no apreciaron ninguna diferencia en cociente intelectual en los distintos sexos hasta los 14 años, a partir de esa edad los hombres superaban a las mujeres como media en 3,8 puntos. Sin embargo, la mayoría de los científicos discute este informe y asegura que esta distancia se debe a factores culturales; de hecho, en China los chicos llevaban 5 puntos a las chicas, mientras que en EEUU solo 2,2. Ya nadie se atreve a decir seriamente que uno de los dos sexos es más inteligente que el otro, salvo en los chistes que corren por internet. Sin embargo, lo que sí han demostrado especialistas en distintas áreas del comportamiento es que hay habilidades en que las mujeres puntúan más que los hombres, y viceversa. Estas son las 20 diferencias entre los sexos científicamente demostradas.
1 DESCUBRIR UN OBJETO PUESTO AL REVÉS EN UNA LIBRERÍAAunque parezca una tarea femenina, la exacta colocación de los objetos es asunto masculino, porque en cualquier prueba de rotación espacial es fácil que los hombres saquen ventaja. Este es el test PMA de Relaciones Espaciales, y los individuos deben señalar cuáles de las figuras son iguales que la que se muestra con fondo de color, aunque estén colocadas de distinta forma. En este caso, la solución es: B, D y E. Según algunos antropólogos, la superioridad del hombre proviene de su pasado como constructor de herramientas, necesariamente simétricas.
2 IDENTIFICAR EL OLOR DE UNA COLONIA O UN SABOR PICANTE.Excepto en la percepción visual, donde hay dudas, las mujeres tienen, digamos, los sentidos más despiertos que los hombres. Según el neurólogo W. Velle, identifican mejor los cuatro sabores básicos: dulce, ácido, salado y amargo, y muestran mayor sensibilidad a la mayoría de los olores, sobre todo al almizclado. Esta sensibilidad varía mucho con los cambios hormonales.
3 RECORDAR LA FECHA DE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO.Da igual si es el aniversario de una boda o si es el de un divorcio; ellas tiene el cerebro más preparado para retener y relacionar las emociones. Los experimentos son de la psicóloga estadounidense Turhan Canli, quien en 2002 mostró a hombres y mujeres imágenes emotivas, como gente llorando o muertos de una guerra. El cerebro femenino se activaba con mucha mayor facilidad que el masculino a la vista de estas fotografías. Veinte días más tarde volvió a mostrarlas, y las mujeres las recordaban mucho mejor que los hombres. Así, desde ahora ya existe una razón neurológica para explicar los chistes en los que ellos siempre olvidan el día del aniversario.
4 AVERIGUAR EN QUÉ ÁNGULO ESTÁ GIRADA UNA FIGURA.Si en la imaginación espacial los hombres superan a las mujeres, la diferencia es aún mayor cuando se trata de un objeto tridimensional. ¿Para qué sirve esta habilidad? Puede que haya sido una ventaja útil en el pasado para la caza.
5 PONERSE NERVIOSOS CUANDO SE LES PRESIONA.Los hombres son más sensibles al estrés que las mujeres, porque los estrógenos les ayudan a ellas a soportar mejor la tensión. En todo caso, las diferencias disminuyen con la llegada de la menopausia; entonces, si hay que decidir algo, vale más que lo haga él.
6 DESCRIBIR LOS COLORES DE UNA BANDERA.Hasta los 12 años, en cualquier descripción verbal llevan ventaja las niñas. En los adultos, hay matices. Si este test de Woodworth y Wells (a la derecha) se hace solo con formas geométricas abstractas, no hay demasiadas diferencias entre los sexos. Pero cuando se colorean, como se ve en la ilustración, ellas las describen mucho mejor.
7 ATRAPAR UNA PELOTA AL VUELO.No es que ellos jueguen más al futbol, ni que tengan como promedio mayor musculatura, ni que estén más acostumbrados al entrenamiento deportivo. Es que la rapidez de intercepción de un objeto es un privilegio del comportamiento masculino. Por ejemplo, hacer la rana con una piedra en el agua es un ejercicio realmente difícil para una mujer. Las psicólogas canadienses Doreen Kimura y Dianne Lunn investigaron esta habilidad en niños entre tres y cinco años, en los que apenas hay diferencias. Para que no hubiera ningún hándicap, se les pidió que probaran con un lanzamiento en el que nadie tuviera que subir el brazo: eran pelotas de velcro que había que tirar a una alfombra puesta en el suelo. Ganaron los niños por goleada.
8 AVERIGURAR CÓMO ESTÁ PLEGADO UN OBJETO.Este ejercicio, que se llama el test del papel doblado, requiere que el individuo tenga pericia a la hora de imaginar el resultado de juntar y separar partes de un todo. Se trata de averiguar cuál de las cuatro figuras corresponde al desplegable de la izquierda. La respuesta correcta es la A.
9 ENCONTRAR OBJETOS REVUELTOS EN UN CUARTO.Que conste que la ventaja femenina no tiene que ver con la atribución tradicional a las mujeres de las tareas del hogar, sino con su superior memoria de localización. Los tests que la miden los corroboró el psicólogo McBurney retándoles al juego del Memory (encontrar parejas ocultas). Ellas solían ganar.
10 ENTENDER UN ORGANIGRAMA.Es una destreza más masculina que femenina; la superioridad en la sistematización de datos está constatada. Lo curioso es que ellas tienen mejores notas en los estudios primarios relacionados con estas disciplinas, mientras que ellos ocupan más puestos de trabajo y estudio superior. ¿Por qué? Los psicólogos no se ponen de acuerdo.
11 HALLAR COSAS PERDIDAS.Este cuadro, inventado por Silverman y Eals, tiene dos propuestas. Partiendo del panel grande (A), se pide que los sujetos identifiquen qué objetos han cambiado de lugar en el panel B; en esto, las mujeres mostraron mayor capacidad. Pero si se parte del panel A y se les solicita que digan lo mismo del panel C, donde los objetos desplazados no ocupan ningun lugar antes vacío, no hay diferencia entre hombres y mujeres. Esto sugirió que la memoria de localización está organizada de distinta forma en cada sexo.
12 DETECTAR EL TAMAÑO DE UNA ESCULTURA.En la percepción visual, los hombres y las mujeres tienen diferencias algo confusas. Ellas les superan en campo visual, pero si se valora el tamaño mínimo de un objeto que alguien puede detectar (la llamada agudeza), ellos son superiores. Las mujeres son más susceptibles a las ilusiones ópticas y les duran más.
13 APRENDER EL LENGUAJE DE LOS SORDOS.Según los resultados del test de Ingram, las niñas reproducen con mayor precisión posturas de las manos que los niños. Pese a que la educación mecánica está inclinada hacia el lado masculino, las chicas son superiores en las tareas motrices finas. El Tablero de Clavijas de la Fundación Purdue, que se utiliza para seleccionar personal en trabajos de precisión manual, consiste en introducir clavos en pequeños agujeros a veces intercalando una arandela. Las mujeres vencen en destreza y velocidad.
14 PROTEGERSE CONTRA EL DOLOR.La sabiduría popular (o las abuelas) dice que los hombres son mucho más quejicas que las mujeres, pero eso no significa que les duela más. Según un informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos titulado Exploring the biological contribution to human health, does sex matter? (Exploración de la contribución biológica a la salud humana, ¿importa el sexo?) y las investigaciones de la psicóloga Michaela Hau, la testosterona es de nuevo responsable de esta diferencia entre sexos, pues les protege a ellos del dolor. Sin embargo, la sensibilidad individual a las sensación dolorosa es muy variable, y también depende de la edad, además de la tipología genética.
15 BUSCAR EL TROZO QUE FALTA DE UN JARRÓN ROTO.Para algunos científicos es un aspecto más de la ventaja masculina en visualización espacial, pero en realidad se trata de una función algo distinta. La miden los tests llamados de desenmascaramiento, que consisten en buscar una figura oculta dentro de otra. También está relacionada con la habilidad para percibir lo que se encuentra en una posición horizontal, vertical u oblícua. En todas estas acciones, los hombres son más competentes que las mujeres.
16 RECORDAR DETALLES DE UN MAPA.Aunque ellos tienen mejor sentido de la orientación, ellas recuerdan de forma más vívida los detalles de una ruta.
17 DETECTAR QUE FALTA UN DATO PARA RESOLVER UN PROBLEMA.La capacida matemática de uno y otro sexo es de los parámetros que más tiempo lleva midiéndose. Lo han hecho los científicos Engelhard, Lummis y Campbell, quienes coinciden en que los hombres son más hábiles que las mujeres para el álgebra y más rápidos advirtiendo que falta un dato para resolver un problema.
18 DEFINIR LOS RASGOS DE CARÁCTER DE UNA PERSONA.En las descripciones, sean concretas o abstractas, las mujeres llevan las de ganar. Los hombres y las mujeres no muestran diferencias en vocabulario ni en inteligencia verbal, pero ellas sí son superiores deletreando y memorizando listas de palabras. Se debe a su inmediata conexión entre un objeto y su nombre, y a su superior memoria incidental, que es la que se ejerce sin intención.
19 CALCULAR CUÁNTO HAY QUE PAGAR AL MES EN UNA HIPOTECA.Si una pareja quiere comprarse un piso, más vale que vaya ella al banco a negociar la hipoteca, siempre que tengan los mismos conocimientos. Hará mejor las cuentas y utilizará su verborrea. Varios estudios han establecido esta superioridad de las féminas en el cálculo mental. Engelhard estudió las habilidades matemáticas de uno y otro sexo en Estados Unidos y Tailandia. Las ventajas en este sentido se dividen: los hombres son mejores en una parte de las matemáticas (el álgebra) y las mujeres en otro (el cálculo).
20 SALIR DE UN LABERINTO.En los experimentos del psicólogo Ward se sugería una diferencia entre los sexos a la hora de afrontar acciones como salir de un laberinto o volver sobre sus pasos en una ruta. En general, los hombres saben mejor qué direcciones tomar y cuándo cambiar de sentido. Otros psicólogos, Galea y Kimura, lo corroboran: ellos disponen, en general, de un mapa cognitivo mejor.
Si no los hubiéramos coloreado, ¿serías capaz de distinguir cuálde estos cerebros es de hombre o de mujer? Para hacerlo, los científicos usan FACTORES BIOLÓGICOS. Pero no siempre aciertan.
No, no, gira a la derecha, ¡la OTRA derecha!” ¿Con qué tono (masculino o femenino) ha reproducido tu imaginación semejante frase? ¿en qué situación? Si el sistema de vigilancia para garantizar la corrección política de tu pensamiento se ha puesto en marcha, puede que la sinceridad no haya triunfado. Al fin y al cabo, las preguntas apuntan a un tema espinoso: en qué medida nuestras actitudes y capacidades quedaron decididas cuando la fecundación sacó la carta cromosómica X o Y, y pueden relacionarse, sin más, con el sexo biológico de cada individuo.
Desde el punto de vista físico, las características que en la mayoría de los casos nos permiten identificar a simple vista a qué grupo sexual pertenece una persona tienen su prolongación en ese intrigante órgano oculto bajo el cráneo. Y lógicamente se reflejan en el comportamiento, si bien en una proporción mínima respecto a las mayoritarias coincidencias que, como seres humanos, compartimos.
Pura fisiologíaUno de los puntos clave a la hora de desenmascarar esos estereotipos es hasta qué punto los contrastes se deben a las influencias ambientales y culturales. Colom asegura que “niños y niñas no vienen al mundo como si fuesen una página en blanco que espera ser escrita por las condiciones del entorno. Es posible que sean una página, pero parte de la historia está escrita”.
Hugo Liaño, profesor jefe de Neurología de la Clínica Universitaria Puerta de Hierro, de Madrid, insiste en dejarlo claro: “Existe un cerebro masculino, con características de las que suele tener el hombre, y un cerebro femenino”. Y explica que ambos se distinguen en dos planos diferentes: el de la orientación sexual y el que afecta a las capacidades cognitivas.
En el primero de ellos encontramos la presencia de los “genitales más íntimos”, en los que el tamaño no solo importa, sino que define el dimorfismo sexual: en el hipotálamo existen unos minúsculos grupos de células con una función determinada, llamados núcleos intersticiales del hipotálamo anterior (NIHA). Los que nos incumben ahora son el NIHA2 y el NIHA3, dos y tres veces, respectivamente, mayores en el hombre que en la mujer. “Las conductas de orientación sexual masculina y femenina se relacionan con estas características”, añade Liaño.
Por supuesto, la cuestión de la homosexualidad se abre camino de inmediato en este contexto, y pregunta por su propia identificación morfológica. Sin embargo, el profesor de Neurología confirma que la búsqueda de tal rasgo ha resultado infructuosa. A pesar de que en 1991 el neurocientífico canadiense Simon Levay anunció en la revista Science que el tamaño medio del NIHA3 era menor en los hombres homosexuales, sus métodos de investigación quedaron refutados tres años más tarde por una revisión de su trabajo hecha en el Centro Superior de Investigaciones Científicas español.
Cuestión de hormonasEl mecanismo de diferenciación sexual está propulsado por un baño de hormonas que empieza a cocerse ya en el útero materno. Entre las semanas novena y decimosexta de la gestación se sitúa el “período crítico”, la primera de las fases previstas por la naturaleza para reforzar esa decisión inicial sobre nuestra condición de hombres o mujeres, y cuyos capítulos de continuación tienen lugar en los meses siguientes al nacimiento y en la pubertad.
En dicho período, los testículos comienzan a producir testosterona y someten al feto masculino a una auténtica impregnación en esa hormona. Los fetos hembra, por su parte, reciben también su ración, producida esta vez por los ovarios, pero en cantidades mucho menores. Como consecuencia, quedan organizados los genitales, tanto internos como externos, así como las NIHA cerebrales con sus diferencias de tamaño, junto a la orientación sexual masculina o femenina, según manifiesta Hugo Liaño. El papel de esta exposición a la testosterona prenatal ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años. Entre los descubrimientos más curiosos que se han hecho se encuentra su relación con la diferencia de tamaño entre los dedos índice y anular (véase el recuadro de la página anterior), pero sobre todo se ha buscado su parte de responsabilidad en esa porción de divergencias de intereses y conducta en razón del sexo que puede adscribirse a la biología.
Tierna edadComo punto de partida se ha recurrido a la observación de niños, para buscar actitudes con la menor influencia posible del entorno. Quizá los más osados en su afán de buscar objetos de estudio lo más asépticos posible hayan sido los colaboradores del profesor de Psicología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) Simon Baron-Cohen. Cámara en ristre, grabaron las reacciones de un buen número de bebés de 24 horas de vida ante un rostro humano y un móvil de juguete colgado sobre sus cunas.
Al analizar los vídeos apreciaron que las niñas tendían más a quedarse encandiladas con su semejante, mientras que los niños estrenaban su atención con el juguete. Asimismo, se ha comprobado que, si se les proporciona un coche para niños que puedan conducir, los chicos suelen lanzarse con él para embestir a sus compañeros, mientras que ellas se mantienen alejadas, con cuidado de no chocar con nadie.
En cuanto a la forma de relacionarse, las niñas suelen mirar más a los ojos a otras personas desde muy bebés, y ya con doce meses muestran su interés por intentar consolar a alguien con aspecto preocupado en su presencia. Una capacidad para captar sentimientos ajenos que, con siete años, las lleva a acertar en un porcentaje mucho más elevado que el de los niños qué persona conocida creen que ha podido hacer un comentario hiriente sobre alguien, lo cual apunta a una mayor predisposición para la empatía.
Cosas de la químicaAnte tales evidencias, lo que se ha buscado es su relación con el cóctel hormonal del período de organización sexual durante la gestación. Para ello se han llevado al laboratorio precisamente los síndromes que presentan anomalías en este sentido, y se ha descubierto que los niños con hipogonadismo HHI, con niveles muy bajos de testosterona debidos al reducido tamaño de sus testículos, obtienen peores resultados que la media masculina en las pruebas de sistematización espacial. Los nacidos con el síndrome de insensibilidad a los andrógenos, por su parte, puntúan incluso por debajo de la media femenina en dicho test, lo cual hace pensar que ellas necesitan al menos cierta cantidad de andrógenos para alcanzar su nivel correspondiente en esa habilidad.
El polo opuesto se encuentra en las niñas con niveles excepcionalmente altos de andrógenos debido a una patología llamada CAH (hiperplasia adrenal congénita): su orientación espacial supera con mucho lo habitual en chicas, y además, entre un montón de juguetes de todo tipo tienden a elegir los típicos de chicos, como armas y coches.
El proceso funciona también cuando la descompensación hormonal tiene una fuente externa: durante un tiempo se utilizó una hormona femenina sintética, el dietilstilbestrol, para tratar en el embarazo a las mujeres que ya habían sufrido varios abortos espontáneos. Sus hijos varones resultaron mucho más propensos de lo habitual a jugar con muñecas.
Para asegurar esta relación con las hormonas incluso en niños sanos, la investigadora canadiense Gina Grimshaw midió los niveles de hormonas sexuales en el líquido amniótico de varias embarazadas entre las 14 y las 20 semanas de gestación. Siete años después realizó un test de rotación espacial a esos niños y niñas, y verificó que los mejores resultados correspondían a aquellos/as que habían recibido más testosterona en el vientre materno.
En la variedad está el gustoPor tanto, uno de los factores biológicos en la organización de nuestro cerebro es la cantidad de hormonas a que hemos estado expuestos. Y dada la tremenda variabilidad de las dosis, el espectro de nuestras actitudes será igual de amplio. De hecho, Baron-Cohen, defiende que esos distintos niveles de testosterona dan lugar a dos formas de organización cerebral que no dependen al cien por cien del sexo biológico, una diferencia que le ha servido de base para sus estudios sobre el autismo (recuadro de la página anterior). Así, hay personas con un cerebro sistematizador (tendente a buscar las reglas que rigen un sistema), otras con un cerebro empático (con mayor facilidad para detectar emociones y establecer relaciones en base a ellas) y otras con un cerebro equilibrado, mitad y mitad.
Si bien considera que el cerebro masculino está más predispuesto al primer tipo y el femenino al segundo, un estudio de la Universidad de Cambridge concluyó que un 17% de los hombres tiene un cerebro empático, un 17% de las mujeres uno sistematizador y una gran proporción del resto un cerebro equilibrado. Si te apetece saber en qué punto del espectro perfilado por Baron-Cohen te encuentras, en la página 100 puedes realizar los tests de este investigador. Y recuerda que no se trata de un diagnóstico sobre tu capacidad intelectual, sino de cómo te sitúas ante el mundo que te rodea.
Encuentra las 20 diferencias
Somos igual de listos, pero cada sexo TIENE VENTAJAS demostradas. Son estas...
En un estudio publicado en 2005 por Paul Irwing y Richard Lynn, de la Universidad de Manchester, si bien no apreciaron ninguna diferencia en cociente intelectual en los distintos sexos hasta los 14 años, a partir de esa edad los hombres superaban a las mujeres como media en 3,8 puntos. Sin embargo, la mayoría de los científicos discute este informe y asegura que esta distancia se debe a factores culturales; de hecho, en China los chicos llevaban 5 puntos a las chicas, mientras que en EEUU solo 2,2. Ya nadie se atreve a decir seriamente que uno de los dos sexos es más inteligente que el otro, salvo en los chistes que corren por internet. Sin embargo, lo que sí han demostrado especialistas en distintas áreas del comportamiento es que hay habilidades en que las mujeres puntúan más que los hombres, y viceversa. Estas son las 20 diferencias entre los sexos científicamente demostradas.
1 DESCUBRIR UN OBJETO PUESTO AL REVÉS EN UNA LIBRERÍAAunque parezca una tarea femenina, la exacta colocación de los objetos es asunto masculino, porque en cualquier prueba de rotación espacial es fácil que los hombres saquen ventaja. Este es el test PMA de Relaciones Espaciales, y los individuos deben señalar cuáles de las figuras son iguales que la que se muestra con fondo de color, aunque estén colocadas de distinta forma. En este caso, la solución es: B, D y E. Según algunos antropólogos, la superioridad del hombre proviene de su pasado como constructor de herramientas, necesariamente simétricas.
2 IDENTIFICAR EL OLOR DE UNA COLONIA O UN SABOR PICANTE.Excepto en la percepción visual, donde hay dudas, las mujeres tienen, digamos, los sentidos más despiertos que los hombres. Según el neurólogo W. Velle, identifican mejor los cuatro sabores básicos: dulce, ácido, salado y amargo, y muestran mayor sensibilidad a la mayoría de los olores, sobre todo al almizclado. Esta sensibilidad varía mucho con los cambios hormonales.
3 RECORDAR LA FECHA DE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO.Da igual si es el aniversario de una boda o si es el de un divorcio; ellas tiene el cerebro más preparado para retener y relacionar las emociones. Los experimentos son de la psicóloga estadounidense Turhan Canli, quien en 2002 mostró a hombres y mujeres imágenes emotivas, como gente llorando o muertos de una guerra. El cerebro femenino se activaba con mucha mayor facilidad que el masculino a la vista de estas fotografías. Veinte días más tarde volvió a mostrarlas, y las mujeres las recordaban mucho mejor que los hombres. Así, desde ahora ya existe una razón neurológica para explicar los chistes en los que ellos siempre olvidan el día del aniversario.
4 AVERIGUAR EN QUÉ ÁNGULO ESTÁ GIRADA UNA FIGURA.Si en la imaginación espacial los hombres superan a las mujeres, la diferencia es aún mayor cuando se trata de un objeto tridimensional. ¿Para qué sirve esta habilidad? Puede que haya sido una ventaja útil en el pasado para la caza.
5 PONERSE NERVIOSOS CUANDO SE LES PRESIONA.Los hombres son más sensibles al estrés que las mujeres, porque los estrógenos les ayudan a ellas a soportar mejor la tensión. En todo caso, las diferencias disminuyen con la llegada de la menopausia; entonces, si hay que decidir algo, vale más que lo haga él.
6 DESCRIBIR LOS COLORES DE UNA BANDERA.Hasta los 12 años, en cualquier descripción verbal llevan ventaja las niñas. En los adultos, hay matices. Si este test de Woodworth y Wells (a la derecha) se hace solo con formas geométricas abstractas, no hay demasiadas diferencias entre los sexos. Pero cuando se colorean, como se ve en la ilustración, ellas las describen mucho mejor.
7 ATRAPAR UNA PELOTA AL VUELO.No es que ellos jueguen más al futbol, ni que tengan como promedio mayor musculatura, ni que estén más acostumbrados al entrenamiento deportivo. Es que la rapidez de intercepción de un objeto es un privilegio del comportamiento masculino. Por ejemplo, hacer la rana con una piedra en el agua es un ejercicio realmente difícil para una mujer. Las psicólogas canadienses Doreen Kimura y Dianne Lunn investigaron esta habilidad en niños entre tres y cinco años, en los que apenas hay diferencias. Para que no hubiera ningún hándicap, se les pidió que probaran con un lanzamiento en el que nadie tuviera que subir el brazo: eran pelotas de velcro que había que tirar a una alfombra puesta en el suelo. Ganaron los niños por goleada.
8 AVERIGURAR CÓMO ESTÁ PLEGADO UN OBJETO.Este ejercicio, que se llama el test del papel doblado, requiere que el individuo tenga pericia a la hora de imaginar el resultado de juntar y separar partes de un todo. Se trata de averiguar cuál de las cuatro figuras corresponde al desplegable de la izquierda. La respuesta correcta es la A.
9 ENCONTRAR OBJETOS REVUELTOS EN UN CUARTO.Que conste que la ventaja femenina no tiene que ver con la atribución tradicional a las mujeres de las tareas del hogar, sino con su superior memoria de localización. Los tests que la miden los corroboró el psicólogo McBurney retándoles al juego del Memory (encontrar parejas ocultas). Ellas solían ganar.
10 ENTENDER UN ORGANIGRAMA.Es una destreza más masculina que femenina; la superioridad en la sistematización de datos está constatada. Lo curioso es que ellas tienen mejores notas en los estudios primarios relacionados con estas disciplinas, mientras que ellos ocupan más puestos de trabajo y estudio superior. ¿Por qué? Los psicólogos no se ponen de acuerdo.
11 HALLAR COSAS PERDIDAS.Este cuadro, inventado por Silverman y Eals, tiene dos propuestas. Partiendo del panel grande (A), se pide que los sujetos identifiquen qué objetos han cambiado de lugar en el panel B; en esto, las mujeres mostraron mayor capacidad. Pero si se parte del panel A y se les solicita que digan lo mismo del panel C, donde los objetos desplazados no ocupan ningun lugar antes vacío, no hay diferencia entre hombres y mujeres. Esto sugirió que la memoria de localización está organizada de distinta forma en cada sexo.
12 DETECTAR EL TAMAÑO DE UNA ESCULTURA.En la percepción visual, los hombres y las mujeres tienen diferencias algo confusas. Ellas les superan en campo visual, pero si se valora el tamaño mínimo de un objeto que alguien puede detectar (la llamada agudeza), ellos son superiores. Las mujeres son más susceptibles a las ilusiones ópticas y les duran más.
13 APRENDER EL LENGUAJE DE LOS SORDOS.Según los resultados del test de Ingram, las niñas reproducen con mayor precisión posturas de las manos que los niños. Pese a que la educación mecánica está inclinada hacia el lado masculino, las chicas son superiores en las tareas motrices finas. El Tablero de Clavijas de la Fundación Purdue, que se utiliza para seleccionar personal en trabajos de precisión manual, consiste en introducir clavos en pequeños agujeros a veces intercalando una arandela. Las mujeres vencen en destreza y velocidad.
14 PROTEGERSE CONTRA EL DOLOR.La sabiduría popular (o las abuelas) dice que los hombres son mucho más quejicas que las mujeres, pero eso no significa que les duela más. Según un informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos titulado Exploring the biological contribution to human health, does sex matter? (Exploración de la contribución biológica a la salud humana, ¿importa el sexo?) y las investigaciones de la psicóloga Michaela Hau, la testosterona es de nuevo responsable de esta diferencia entre sexos, pues les protege a ellos del dolor. Sin embargo, la sensibilidad individual a las sensación dolorosa es muy variable, y también depende de la edad, además de la tipología genética.
15 BUSCAR EL TROZO QUE FALTA DE UN JARRÓN ROTO.Para algunos científicos es un aspecto más de la ventaja masculina en visualización espacial, pero en realidad se trata de una función algo distinta. La miden los tests llamados de desenmascaramiento, que consisten en buscar una figura oculta dentro de otra. También está relacionada con la habilidad para percibir lo que se encuentra en una posición horizontal, vertical u oblícua. En todas estas acciones, los hombres son más competentes que las mujeres.
16 RECORDAR DETALLES DE UN MAPA.Aunque ellos tienen mejor sentido de la orientación, ellas recuerdan de forma más vívida los detalles de una ruta.
17 DETECTAR QUE FALTA UN DATO PARA RESOLVER UN PROBLEMA.La capacida matemática de uno y otro sexo es de los parámetros que más tiempo lleva midiéndose. Lo han hecho los científicos Engelhard, Lummis y Campbell, quienes coinciden en que los hombres son más hábiles que las mujeres para el álgebra y más rápidos advirtiendo que falta un dato para resolver un problema.
18 DEFINIR LOS RASGOS DE CARÁCTER DE UNA PERSONA.En las descripciones, sean concretas o abstractas, las mujeres llevan las de ganar. Los hombres y las mujeres no muestran diferencias en vocabulario ni en inteligencia verbal, pero ellas sí son superiores deletreando y memorizando listas de palabras. Se debe a su inmediata conexión entre un objeto y su nombre, y a su superior memoria incidental, que es la que se ejerce sin intención.
19 CALCULAR CUÁNTO HAY QUE PAGAR AL MES EN UNA HIPOTECA.Si una pareja quiere comprarse un piso, más vale que vaya ella al banco a negociar la hipoteca, siempre que tengan los mismos conocimientos. Hará mejor las cuentas y utilizará su verborrea. Varios estudios han establecido esta superioridad de las féminas en el cálculo mental. Engelhard estudió las habilidades matemáticas de uno y otro sexo en Estados Unidos y Tailandia. Las ventajas en este sentido se dividen: los hombres son mejores en una parte de las matemáticas (el álgebra) y las mujeres en otro (el cálculo).
20 SALIR DE UN LABERINTO.En los experimentos del psicólogo Ward se sugería una diferencia entre los sexos a la hora de afrontar acciones como salir de un laberinto o volver sobre sus pasos en una ruta. En general, los hombres saben mejor qué direcciones tomar y cuándo cambiar de sentido. Otros psicólogos, Galea y Kimura, lo corroboran: ellos disponen, en general, de un mapa cognitivo mejor.
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